Capitulo nueve

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Solo me faltaba por limpiar la cama, paredes y el suelo, ah, también el gran estante de libros que estaba detrás del escritorio, pero aún no lo había limpiado por miedo a que si sacaba algún libro los otros me cayeran encima: estaba tan desorganizado. Quite las sábanas que había en la cama y busco nuevas en un pequeño armario. Para el cubre colchón fue una blanca por encima de esta una colcha rojo vino igual que el escritorio con detalles dorados y una que otra gema pequeña.

Con las sábanas que tenía antes las deje en una esquina para llevarlas al área en donde lavaban las ropas y sabanas que usábamos.

Con un trapo nuevo y agua limpia comencé a tallar en la pared para limpiarla. Hacer aquello me acordó las veces que mamá se quejaba cuando mi hermana se ponía a limpiarlas con una escoba, decía que si hacia eso las dejaba aun así sucia. Era mejor limpiar con trapo y durar el tiempo que sea mientras se esté limpiando bien.

Moví algunas cosas para poder limpiar la habitación, me asombraba bastante ver el cambio de color en la pared gracias a la suciedad y el polvo detrás de los objetos; aunque no era una sorpresa ver que tenía como una década sin limpiar. Ver toda esa suciedad no era normal.

Fui a limpiar al trapo y el agua ya que se encontraba oscuro, pero antes noté la hora, ya eran las dos de la tarde, ni siquiera había notado cuando el almuerzo ya había pasado.

Deje las cosas para ir a la cocina con esperanza de que SeokJin haya guardado al menos un poco de comida para mí, ahora que había visto la hora el hambre ya había comenzado aparecer.

Al entrar a la cocina no encontré a nadie ni siquiera a los que les tocaba limpiar los platos. Sali a la cubierta esperando a encontrarme con todos allí y así fue. Al parecer estaban celebrando algo y aun había comida en una mesa larga, MinHyuk noto mi presencia y se acercó a mi para llevarme hacia la mesa.

─ ¿En dónde estuviste en todo el día JiMin? ¿acaso te quedaste dormido hasta ahora? ─ pregunto, yo en respuesta solo negué. ─ ¿entonces?

─ Estuve limpiando la habitación del capitán─ conteste. Siendo mirado extraño por algunas personas que estuvieran cerca.

MinHyuk me jalo un poco el brazo y nos agachamos un poco para hablar.

─ ¿Cómo que estuviste en la habitación del capitán? ¿acaso te hizo algo?

Negué.

─ ¿Por qué me haría daño?

─ Porque nadie puede entrar a la habitación del capitán, ¡está prohibido! ─ expreso en voz baja─ los únicos que pueden entrar son sus personas de confianza o al menos que hayas hecho algo malo y te castigo, por lo que sé sus castigos no son nada bueno que incluso pueden llegar a morir debido a lo fuertes que son. Recuerdo que uno tuvo que durar el día entero en la parte superior del barco sin bajar a comer ni nada, el murió por insolación.

Pase saliva por mi garganta y poco después un escalofrió paso por mi columna.

Agradecí que ninguno de mis castigos fuera así y que solo tuvieran que ser de limpieza, tal vez se excedía, pero por lo menos no era algo que me causara dolor, al menos no tanto porque lo que más me causaba era agotamiento. De tan solo imaginarme estar desde que sale el sol hasta que se va en la cola de vigilancia me estremecía de terror.

Para mi morir así sería lo peor ya que debido al tiempo que duraría las quemaduras serían más fuertes y dolorosa y sin dudarlo el capitán de seguro lo obligaría estar sin ropa para que sufriera más.

Termine de hablar con MinHyuk para luego comenzar a tomar comida rápidamente para comerla y volver a la limpieza a la habitación más sucia que había visto. A primera vista todo se veía bien ni siquiera parecía sucio, pero cuando realmente observabas bien podrías ver la claridad de las cosas.

¡Soy omega y qué! - YMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora