(CONTENIDO +18!)
-Yo...creo que también mereces una disculpa mía. Sé que actúe muy mal al creer que no ibas a ser capaz de conseguirlo, pero necesito que entiendas que todo fue por miedo a perderte. No sabes lo mucho que te he echado de menos. Lo menos que quería era perderte, y aún así pasó. Quiero volver a estar contigo como antes, y realmente entiendo como actuastes y por eso no te quise hablar antes. Pensé que ya me habrías olvidado o que habías empezado algo con Thomas.-
-Sabes que nunca podría estar con alguien que no fuera tú. Además lo de Thomas es pasado y ni siquiera lo recuerdo. Eres tú y solamente tú.-
-Sé que viste que ví cuando os besasteis. ¿Que sentiste durante el beso?-
-Nada. No sentí nada y fue ahí donde me di cuenta de que solo te quiero a ti.- él me besó y claramente correspondí.
Ya teníamos sueño así que nos fuimos a mi cabaña. Por fin, después de tanto tiempo, Gally dormiría conmigo. Nos habíamos cambiado y nos habíamos metido en la cama. Yo estaba acostada sobre él. Me levanté un poco y empecé a besarle. Llevaba mucho tiempo sin besarle y realmente lo necesitaba. Los besos eran cada vez más largos y conforme aumentaba el tiempo también aumentaba la temperatura. Gally se apartó de mis labios y bajó sus besos a mi cuello. Era una sensación increíble que me trajo un recuerdo.
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-Bueno chicos, aunque vayáis a estar encerrados en el laberinto, queremos que durante el tiempo que estéis aquí recordéis varias cosas. Los adultos normalmente tienen muchas formas de demostrarse amor, una de ellas es manteniendo relaciones sexuales en las que sus cuerpos se juntan y se transforman en uno. Para evitar un posible embarazo después de mantener relaciones, es necesario usar métodos anticonceptivos como los preservativos.- explicó un doctor.
Nos contaron un par de cosas más sobre esto y después nos dejaron marchar.
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El recuerdo no duró mucho. Cuando volví de nuevo a la realidad Gally seguía besándome y mordiéndome levemente el cuello. Esa sensación placentera me hacía inevitable soltar pequeños gritos de placer, según recordé se llamaban gemidos.
-No quiero forzarte por lo que pasó. ¿Estás segura de que quieres continuar hermosa?-
-Estoy lista. Quiero entregarme a ti.-
El sonrió y bajó sus manos hasta el borde de mi camiseta. Lentamente me ayudó a quitármela dejándome solamente en sujetador. Sus ojos recorrían mis pechos como si fueran una maravilla. Realmente no eran muy grandes, pero tampoco muy pequeños así que eran del tamaño perfecto. Me sentía en desventaja así que yo también le quité la camiseta a Gally. Fue ahí donde pude observar su perfecto pecho. Tenía los abdominales bastante marcados y le hacían ver mucho mas sexi que de costumbre. Las vistas me obligaron a morderme el labio con deseo. Volví a besar sus labios. Sus besos volvieron a mi cuello, pero no se quedaron ahí, siguieron bajando por mi pecho y estómago. Besó mis pechos aún estando dentro del sujetador y después me lo quitó. Se quedó quieto por un momento para admirarlos mejor y después agarró uno con su mano y el otro se lo metió en la boca. En su mano cabía perfectamente mi pecho. Me chupaba, mordisqueaba y besaba el pezón, causándome corrientes de placer por todo el cuerpo que sacaban gemidos de mi interior. Intentaba no gritar mucho para que los demás no me oyeran aunque estuvieran en la fiesta. Notaba como mi feminidad estaba desesperada por recibir algo que ayudase a relajar las corrientes. Se levantó de la cama y se quitó los pantalones quedando solo en ropa interior. En sus boxers podía ver un buen bulto que estaba muy marcado por la excitación. Él se acercó a mí y me retiró los pantalones y la ropa interior lentamente. Cada roce que él tenía con la parte interna de mis muslos hacía que me sintiera mucho más excitada. Me levanté de la cama y estábamos los dos de pie. Me agaché en el suelo y le quité los boxers dejando expuesta su enorme erección. No sabía muy bien que hacer, pero parecía que mis manos se movían solas. Agarré con ellas su erección y la metí en mi boca. No me entraba completa así que lo que no entraba lo masajeaba con mis manos. Sus gemidos no se hicieron esperar y eso me dio a entender que lo estaba disfrutando. Seguí lamiendo su erección y él me agarró del pelo para intentar ayudarme. Después de un tiempo echó mi cabeza hacia atrás y me levantó. Me tumbó en la cama y se fue a la mesilla de su lado. De ahí saco un preservativo (sabía lo que era porque nos lo habían explicado los de C.R.U.E.L) y se lo colocó. Llevó una de sus manos a mi feminidad y vió que estaba demasiado necesitada porque me tocase. Él llevó un dedo a mi entrada y lo introdujo lentamente. Empezó a moverlo dentro de mi mientras yo soltaba suspiros y gemidos de placer. Cuando vió que yo estaba cada vez más excitada introdujo un segundo dedo. Continuó moviéndolos dentro de mi durante un tiempo. El placer que sentía era indescriptible. Nunca había sentido nada igual. Sacó sus dedos de mi interior y agarró su erección. La colocó en mi entrada y empezó a moverla alrededor de ella para que se lubricase un poco. Empezó a introducirla lentamente para no hacerme daño. Cuando ya estuvo completamente dentro se quedó quieto durante un momento y después cuando vio que me había acostumbrado empezó a moverse. Él aumentaba cada vez más el ritmo de sus estocadas y eso me hacía tocar el cielo. Ya estaba muy cerca del orgasmo y él lo estaba notando ya que cada vez mis gemidos eran más fuertes. Aumento su velocidad mucho más hasta que después de un gemido alto ambos llegamos al orgasmo a la vez. Él salió de mi y se quitó el preservativo. Lo tiró a una papelera que teníamos ahí para algunas vendas o papeles que había usado. Se tumbó a mi lado y me recosté en su pecho.
-¿Cómo sabías que era un preservativo y por que tenías?-
-Cuando Thomas llegó había una caja en una de las cajas. Me los dieron a mí porque era el único que tenía contacto más allá de la amistad contigo. Como no quería presionarte simplemente los guarde aquí y no te dije nada. También venían con una nota explicando varias cosas relacionadas con el sexo.-
-Me sorprende que hicieran eso, pero realmente lo agradezco por darme el mejor recuerdo de mi vida.-
-Te amo hermosa.-
-Y yo señorito Gally.-
No dijimos nada más y por el cansancio nos dormimos. Mis piernas aún temblaban. Nos levantamos a la mañana siguiente después de haber dormido muy bien. Yo intenté levantarme de la cama, pero me dolían las piernas y me fallaron haciéndome caer de nuevo en la cama. Gally se giró hacia mi preocupado por si me pasaba algo, pero después pareció entender.
-Perdon, creo que ayer me pasé. Iré a decirle a Alby que te encuentras mal y que no puedes ir a trabajar.-
-Gracias.- le dí un pequeño beso y él salió por la puerta.
Pasó un rato y Alby entró a mi habitación con el desayuno. Tuve que levantarme para abrir la puerta. Él se sentó en la cama y yo también. Vio como caminaba y rápidamente se empezó a reír.
-Vaya pequeña, parece que ayer Gally y tú tuvisteis una noche muy movida.-
-Shh, no grites tanto que nos pueden escuchar. Espero que nadie se entere de esto.- dije amenazadoramente.
-Según las condiciones en las que estás hoy no puedes ir al laberinto. Le diré a Minho que mañana empezarás a trabajar. Espero que para ese entonces ya estés bien.- dijo mientras se levantaba y salía por la puerta.
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Espero que os haya gustado este capítulo. No os olvidéis de votar.
Muchos besitos 🫶🏻
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It's always you ~Gally y Tú~
FanficVivirás aventuras buscándole, pero ¿algún día lo encontrarás?