~CAP. 17: VOLVIMOS~

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Llevábamos ya un rato caminando sin rumbo fijo cuando a Thomas se le ocurrió subir a Alby a las enrrederas de la pared para no tener que cargar con él. Nos pareció buena idea así que Minho ayudó a Alby mientras yo estaba tumbada intentando descansar. El dolor de mi tobillo no cesaba, pero por suerte ya no me dolía la espalda. Alby ya estaba casi arriba del todo cuando Minho se giró hacia un lado y se quedó en silencio con una expresión de miedo en la cara. Yo también me giré para ver lo que pasaba.

-Mierda, tenemos que irnos chicos. Soltad a Alby, vamos a morir si no corremos ahora mismo.- dije mientras le levantaba del suelo. Al principio me costó pero la adrenalina hizo que el dolor desapareciera.

-No le voy a dejar aquí. Se lo llevará.-

-Thomas no es momento de ser caritativo. Si te quedas vas a morir.- dijo Minho mientras me agarraba del brazo.

-He dicho que me quedo Minho. Si queréis iros hacerlo, pero yo no le abandonaré.-

-Bien, espero que sepas lo que haces.- dijo Minho y después tiró de mi brazo para empezar a correr.

-¡THOMAS VEN CON NOSOTROS!- grité desesperada mientras miraba hacia él.

Ví como Thomas se metió debajo de la pared. Después no ví nada más ya que giramos. Seguimos corriendo durante bastante tiempo hasta que nos cansamos y decidimos parar un poco. Nos sentamos en el suelo. Yo apoyé mi cabeza sobre el hombro de Minho mientras él me abrazaba. Estábamos tranquilos hasta que algo apareció corriendo enfrente nuestro. Estaba muy lejos, pero no parecía un lacerador. Según se iba acercando más se podían ver sus rasgos. Estaba a un metro de nosotros y paró. Fue ahí cuando lo ví bien, era Zart. Instintivamente me levanté y me puse detrás de Minho que también se había levantado. Tenía miedo de nuevo. El mismo miedo que cuando me hizo aquello.

-No tengo mucho tiempo, pero necesitaba hablar con vosotros. Primero que nada quería pedirte perdón. Me estaban controlando y no sabía lo que hacía. Yo no quería hacerte daño, te lo juro. Me enteré de que estabais encerrados aquí y vine a advertiros. Estáis muy cerca de encontrar una salida. Tenéis que salir de aquí, sea como sea. Yo sé que podéis. Recordad, no todo el mundo es como aparenta ser.- Zart habló y yo me quedé muy sorprendida. Justo después de decir esa última palabra un lacerador vino corriendo hacia él y se lo llevó sin percatarse de nuestra presencia.

No sabía que pensar al respecto. Me sentía muy abrumada y las lágrimas salieron inconscientemente. Decidí que no podía permitirme llorar, no ahora que mi vida estaba en juego. Me limpié las lágrimas e intenté ser fuerte. Estábamos en silencio hasta que algo se chocó contra Minho. Vimos que era Thomas y que detrás suyo iba un lacerador.

-Creo que ahora sí es momento de correr.- después de estas palabras de Thomas los tres salimos corriendo lo más rápido que pudimos. Ignoraba el dolor de mi tobillo ya que no podía parar. Necesitaba volver al claro. Necesitaba volver a ver a Gally y a los demás. Tenía que sobrevivir.

Cruzamos un camino y yo me giré a ver dónde estaba el lacerador. Ví que Thomas se había quedado parado y que la pared se estaba cerrando.

-¡THOMAS! ¡TENEMOS QUE IRNOS!- dije gritándole. Cuando ví que no se movía y que estaba esperando al lacerador descubrí que tenía un plan. Aplastaría al lacerador con la pared para matarlo. Eso hizo y llegó justo a tiempo a mi lado.

Me abrazó muy fuerte y yo me apoyé en su hombro mientras caminábamos. Minho estaba muy sorprendido un poco más adelante. Pasamos un rato más dando vueltas por el laberinto hasta que vimos que debajo de una pared había un hueco como en el que se metió Thomas así que nos metimos ahí a pasar la noche. Abrí los ojos y lo primero que pensé es que había tenido un sueño muy raro en el que me quedaba encerrada en un laberinto, pero cuando ví que no estaba en mi cabaña junto a Gally caí en la realidad. Salí de debajo de la pared y ví que ya era mediodía ya que el sol estaba en lo más alto. Pensé sobre los chicos del claro y seguramente ellos pensasen que estábamos muertos. Desperté a Thomas y a Minho y los tres nos pusimos en camino hacia donde Alby estaba. Seguía inconsciente así que lo bajaron y se lo llevaron entre Minho y Thomas. Yo caminaba sola ya que no quería molestar por mucho que me doliera el tobillo. Seguimos caminando hasta que ya pudimos ver las puertas abiertas. No había nadie salvo Chuck. Mi pequeño hermanito estaba tirado en el suelo llorando. En un momento levantó la vista y me vió.

-¡HAN VUELTO! ¡ESTAN VIVOS! ¡CHICOS VENID A AYUDARLES!- gritó el pequeño emocionado.

Rápidamente todos se acercaron a nosotros y cuando llegamos al claro los tres nos tumbamos en el suelo cansadisimos. Rápidamente Gally se acercó a mi y me agarró de la cara. Ví como claramente estaba llorando y había estado llorando mucho tiempo ya que tenía la cara muy roja. Me abrazó tan fuerte como nunca y después me besó.

-Tenia tanto miedo. Pensé que ibas a morir y que nunca te volvería a ver.-

-Ya estoy aquí contigo. Te prometí que volvería.- dije para después besarle. Le limpie las lágrimas de su cara y me levanté. Al hacerlo me resbalé un poco por el dolor en mi tobillo, pero rápidamente Gally me agarró de la cintura.

Chuck vino corriendo hacia mi. Saltó a mis brazos y me abrazó.

-Hermanita, menos mal que volviste. No podía perderte a ti también. Te quiero mucho.- dijo mientras lloraba desconsoladamente.

-Yo también te quiero pequeño Chuckie.- esperé a que se calmara y después le bajé de mis brazos.

Todos estaban muy felices de que hubiéramos vuelto. Se llevaron a Alby a la enfermería y a mi Gally me llevo también para que me curasen el tobillo. Estaba muy feliz de haber vuelto.

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Espero que os guste este nuevo capítulo. Muchas gracias por votar y comentar.

Muchos besitos🫶🏻🫶🏻

It's always you ~Gally y Tú~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora