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WEDS POV

Casi se me sale el corazón cuando
sentí unos brazos abrazarme por
detrás. Pero al encontrarme con mi
bella rubia, mi corazón latió por
tenerla delante de mí.

Iniciamos un beso lleno de anhelo
y cariño, pero pronto, mis ganas
por demostrarle cuanto la deseaba,
profundice el beso, pidiendo el
permiso para que nuestras lenguas
se unieran en un deseoso baile; sin
dudarlo cedió. En poco ya la tenía
pegada a la pared, con la mayoría
del agua cayéndome encima. Mis manos apretaron su cintura, para
después bajar recorriendo su
cadera hasta llegar a su muslo, el
cuál acaricie y sujete para levantar
su pierna pegándola a mi cadera,
causando que nuestros cuerpos se
unieran más de ser posible.

Me sentía tan caliente, incluso con
el agua tibia corriendo. Mi miembro ya estaba listo, pero ella siempre sería primero, y la quería hacer gozar como nadie más lo hizo. Mis labios bajaron a su cuello, dejando besos por toda su piel, pasando mi lengua de vez en cuando. Mi mano seguía acariciando su muslo, mientras escuchaba como su respiración fallaba. Su mano llegó hasta mi cabeza, enredando sus dedos entre mi cabello empapado, pegándome más a su piel, tratando que siguiera más a fondo.

Termine dejando una mordida en su pulso, haciéndola soltar un
gemido delicioso para mis oídos.
Volví a sus apetecibles labios,
dejándole un beso húmedo e
intenso. Me separé sin aliento
al sentir como mordía mi labio,
haciéndome gruñir de dolor y
placer a la vez. Amaba tanto esas
mordidas, me encendían. Y ella lo
sabía perfectamente. Su sonrisa
maliciosa lo confirmaba. Gruñí
viendo esos ojos azules dilatados
que tanto adoraba, para después
acercarme a besar su mandíbula
y bajar lentamente dejando besos
más húmedos, sintiendo como
el agua seguía cayéndome en la
espalda; pase por su cuello, baje a
sus clavículas, pasando mi lengua
por ellas, sintiendo como su mano
apretaba su agarre en mi cabello. Su mirada estaba atenta a cada uno de mis movimientos, su pecho subía y bajaba.

Mis ojos bajaron hasta sus pechos,
haciéndome saborear lo apetecibles
y hermosos que eran. Lamí mis
labios, antes de bajar hasta tomar
uno en mi boca, escuchando como
gemía. Cerré mis ojos, saboreando
su textura y sabor de su piel, de su
pezón rosado; mi lengua jugaba con
él, para después succionar y darle
una pequeña e inofensiva mordida,
haciéndola jadear, mientras mi otra
mano se concentraba en acariciar
su otro pecho. Una última succión
antes de trasladarme al otro,
sintiendo como jalaba mi cabello y
gemia.

Al terminar de darle la atención
requerida, baje dejando besos por
su abdomen plano, y dejando su
pierna en el suelo, pero sin soltar
su muslo que seguía acariciando
y apretando. Al quedar hincada,
mire su rostro, observando sus ojos
abiertos, sus mejillas sonrojadas y su boca entreabierta, tratando
de agarrar el aire que le faltaba.
Sonreí. Era tan perfecta y preciosa.
Para mí ella era una reina, y la
adoraría por el resto de mi vida.

Respire profundo antes de
acercarme de nuevo a su suave
cuerpo, para dejarle un beso en sus
muslos, lentamente, disfrutando
de su suave piel. Sentía un poco de
su desesperación porque llegara
a donde más deseaba. Dejándome
de rodeos, tome su pierna derecha
para ponerla sobre mi hombro,
dejando a la vista su depilado y
suave sexo. La boca se me hizo agua
de solo ver lo rosado de su centro.
La bese, besándolo como si de sus
labios se trataran, pasando mi
lengua por sus pliegues, mientras
absorbía sus dulces jugos. Tan
deliciosa. Era una maldita suertuda.
Sus gemidos no se dejaron de
escuchar mientras rodeaba su clitoris y lo acariciaba con delicia.
Subía y bajaba mi lengua por todo
su punto de placer, me detuve en
su entrada, tentándola por poco; su
mano en mi cabeza me empujó más
a su sexo, casi rogándome a que
me dejara de estupideces y entrara
en ella. Sin esperárselo hundí mi
lengua en su entrada, el gemido de
su parte salió más alto, era música
para mis oídos. Inicie metiendo y
sacando mientras con mi pulgar
acaricia a su clitoris. Succione
fuerte, sintiendo como sus uñas se
enterraban en mi hombro y soltaba
un grito de placer. Tome sus fluidos
en mi boca, haciéndome delirar
de delicia. Limpie sus pliegues
saboreando su sabor, sintiendo
como sus piernas temblaban.

My Woman, My Love. |Wenclair G!P|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora