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ENID POV

Despertar en mi cama con Weds a
mi lado era inigualable, el mismo
sentimiento desde la primera
vez. Sus brazos me rodeaban por
completo y una pierna estaba en
medio de las tmías. Era inevitable no sonreír. Sentía su respiración en mi cuello, profunda y relajada.

Desgraciadamente mis
pensamientos se fueron a lo que
teníamos que resolver para poder
estar en paz. Lancé un suspiro algo
agobiado, y cómo si la pelinegra lo
sintiera sus brazos me apretaron más a ella haciéndome soltar una
silenciosa risa.

-¿Qué pasa, mi reina?- susurra.

Lanzó otro suspiro y entrelazó mi
mano con la suya que se mantenía
en mi vientre. Acarició su mano con mi pulgar antes de llevar nuestras manos a mis labios para dejarle un beso.

-Solo... estaba pensando en lo que
teníamos que hacer.

-Hmm- murmuró dejando un
beso en mi cuello- ¿Qué te parece
si vas a darte una ducha y te relajas,
mientras yo hago el desayuno?

Muerdo mi labio inferior dándome
la vuelta entre sus brazos para
quedar frente a ella. Me mira con
los ojos entrecerrados esperando mi respuesta. Al ver la duda en mis ojos, se acerca para dejarme un
beso en mi frente. Me da un abrazo
de oso y me suelta para levantarse
de la cama. Causando que sienta su
falta de inmediato. Y antes de que
pueda reclamar algo, me lo impide.

-Te espero abajo, Lobita.

Dice terminando de abrocharse sus
pantalones. Me lanza una sonrisa y
sale de la habitación.

Me levantó y voy a hacer lo que
me dice. Me doy un baño y trato
de que mis preocupaciones se
vayan junto con el agua de la
regadera al drenaje. Al terminar
salgo y me visto con algo cómodo y
como se que a mi osito le gustaba
verme con vestidos, me puse uno
veraniego, largo y suelto de color
blanco. Decidí no maquillarme, y al
terminar de ponerme mis sandalias, baje a la cocina para ver a mi bella novia recargada en la encimera tomando una taza de café. Sonreí. Al darse cuenta de mi presencia, sus ojos recorrieron mi cuerpo lentamente mientras me acercaba a ella. Cuando llegué frente a ella, sus ojos se unieron a los míos y su sexy sonrisa de lado apareció.

-Te ves preciosa, mi reina...

-Tú no te quedas atrás, mi amor-
repliqué guiñándole un ojo
mientras tomaba la taza de su mano para tomar un trago sin despegar mi mirada de la suya.

Pude ver como una llama se
encendía en su mirada, y antes de
que pudiera si quiera hacer algún
movimiento, escuchamos la puerta
de la entrada ser abierta.

Me alejé de ella para asomarme a la
entrada, donde pude ver a mi hijo con el ceño fruncido viendo
las maletas en la entrada. Se nos
habían olvidado por completo la
noche anterior.

- Cariño, hola- saludé llamando
su atención.

Con las llaves aún en la mano me
miró algo sorprendido.

-Hola, mamá.- se acercó para
abrazarme y dejarme un beso en la
mejilla- No sabía que regresabas
hoy.

- Llegué anoche- aclaré- ¿Cómo
estás? ¿Ya desayunaste?

- Bien, y no, no he desayunado.

-Bueno, ven para que desayunes
algo.

Me di la vuelta para ver a Weds dejando un tercer plato en la barra.
Al parecer había escuchado la
conversación. Giré la cabeza para
ver a Xavier, quien veía a Weds
con el ceño fruncido.

- Hola, Xav- saludó ella primero.

- No sabía que estarías aquí, ¿no te
habías ido a México?.- me miró
por un segundo antes de volver a
ella.

My Woman, My Love. |Wenclair G!P|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora