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WEDS POV

Padre e hijo se despidieron de
nosotras, cuando salieron de
la habitación. Una sonrisa de
despedida y un pequeño abrazo por
Xavier, fue suficiente para que
nos dieran la espalda y empezaran
a caminar. 30 minutos después, las
mujeres se despidieron de mí con
un abrazo sincero. Yoko se quedó a
mi lado, mientras Val y Mary se
iban.

-¿Estás más tranquila?

- Trató de estarlo.- Respondí
sincera.

- Intenta descansar un poco, Weds.-
Asentí, sabiendo que no podría
dormir en toda la noche.- Vendré
mañana temprano para que puedas
irte antes de que llegue la familia de
Enid. ¿Está bien? Se que quieres
quedarte, pero no tienes una excusa
válida para que tú estés aquí.
También servirá para que vayas a tu casa y te des una ducha y te cambies de ropa.

- Bien.

Sonrió levemente antes de darme
un abrazo, que duró algunos
segundos. Se alejó dándome un
apretón en mi antebrazo para
pronunciar un silencioso "Cuídala".
Asentí viendo como se daba la
vuelta, alejándose por el pasillo. Un
suspiro salió de mis labios, antes de
acercarme a abrir la puerta.

Moví una de las sillas que se
encontraba pegada a una de las
paredes de la habitación hasta
dejarla lo más cerca posible de
la rubia. Tome su mano entre
las mías, y me dediqué a besarla
y acariciarla con mis pulgares
mientras observaba su rostro.
Así fue cuando el recuerdo de la
primera vez que la vi con otros ojos
vino a mi mente, haciendome sonreír entre lágrimas silenciosas.

FLASHBACK
2 años atrás.

- Vamos, Weds.

Reí siguiendo a mi mejor amigo a
su casa. Entramos dejando nuestras
mochilas a lado de la puerta, y
en ese momento pude oler algo
delicioso, proviniendo de la cocina.
Sonreí. Siempre me encantaba
comer aquí, la Sra. Sinclair cocinaba riquísimo.

-¡Ya llegamos mamá!- Gritó el
castaño.

- Ven a saludarme, cariño. Y
agradece que siempre tienes comida hecha cuando llegas de la escuela. - Mi amigo bufo por lo bajo, antes de hacerme una seña con la cabeza para que lo siguiera.

Entramos a la cocina viendo como
la Sra. Sinclair se giraba para ver a su hijo con una ceja alzada.

- Hola, má.- Saludó el futbolista
acercándose a su madre, para
abrazarla y dejarle un rápido beso
en su mejilla. La rubia sonrió
divertida por la actitud de su único
hijo, y lo soltó.

- Ve a lavarte las manos, jovencito.
- Rodó los ojos, saliendo de la cocina.

La rubia me miró, y me sonrió
cariñosamente sin mostrar su
blanca dentadura.

-Buenas tardes, Sra. Sinclair. ¿Cómo
está?- Pregunté con las manos en
las bolsas de mi suéter.

- Muy bien, cielo. Gracias por
preguntar. Tú también ven, Weds.-
Abrió sus brazos, haciendo que
de inmediato me encaminara para
abrazarla por la cintura.- Dime...
¿Cómo estás tú?- Susurró. Tragué saliva, sin responder.- Eres fuerte,
Weds. Y verás que pronto todo estará mejor.

- Gracias, Sra. Sinclair.- Susurre
de vuelta.- Le agradezco por sus
palabras y por recibirme en su casa.

Cuando nos alejamos me sonrió, y en ese momento, me di cuenta de la
hermosa sonrisa que tenía. Sonreí
tímidamente.

- Está es tu casa, cielo, y lo sabes.-
Acarició mi hombro. – Ve a
lavarte las manos tú también. - Me
soltó sonriéndome.

Salí yendo directamente a lavarme
las manos, sin ver a Xavier por
el primer piso. Volví a la cocina
en cuanto terminé. La Sra. Sinclair
apagaba la estufa cuando entraba.

My Woman, My Love. |Wenclair G!P|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora