Capitulo 7

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"Vaya, así que eso era lo que había detrás de esa sonrisa..." Izuku diría para si mismo mientras veía el techo de su habitación recostado sobre su cama. "Ahora entiendo por qué Mirio se sentía tan desesperado por recuperarla." El peliverde comentaría mientras reflexionaba sobre la conversación que tuvo con la chica.

"Me siento mal por haberle tenido miedo, ella solo quería ser ella misma." Las palabras de arrepentimiento del peliverde serían interrumpidas por unos golpecitos en su puerta. "¡Ya voy!" Izuku exclamaría mientras se levantaba de su cama e iba a abrir la puerta. "¿Uraraka-san?" El niño preguntaría algo sorprendido por la presencia de la chica a estas horas de la noche.

"H-Hola Deku-kun..." La castaña saludaria tímidamente, el chico no quería ser descortés así que la invitaría a pasar. "G-Gracias, solo venía a disculparme." La niña explicaría mientras jugaba con sus dedos en señal de nerviosismo. "Por mi culpa te descontaron 5 puntos, realmente lo siento." Ochako se sentía culpable por lo ocurrido en la prueba.

"N-No te preocupes por eso Uraraka-san, Aizawa-Sensei fue injusto quizás, pero no sientas que todo es tu culpa." El niño explicaría con una sonrisa que parecía iluminar a la chica. "¿E-Enserio no estás molesto conmigo por eso?" La niña preguntaría un poco incrédula. "Para nada, como dije, tu no tienes la culpa de que Aizawa-Sensei se lo haya tomado de esa forma conmigo." Izuku reafirmaria lo dicho anteriormente, para la chica el realmente era un buen chico y comenzaba a temer que su corazón le jugará en contra.

"Gracias por ser tan comprensivo Deku-kun." La niña agradecía que el niño no se lo tomara a mal, de algún modo estar cerca de el la hacia actuar de forma inusual. "No hay de que Uraraka-san." Izuku diría con algo de sueño. "Buenas noches Deku-kun, ya es muy tarde, es hora de dormir. Perdón por venir a estas horas pero necesitaba disculparme." Ochako comentaría mientras caminaba rumbo a la puerta.

"Buenas noches Uraraka-san, cuídate." El chico se despedía de la niña con una sonrisa algo adormilada, que, en parte, reflejaba lo agotador que había sido el día. "Fiuu~" Izuku daría un suspiro mientras caía rendido a la cama. "¿En que momento comencé a interactuar tanto con las chicas?" El pecoso se preguntaría mientras trataba de conciliar el sueño.

"Ven aquí." Midoriya diría agarrando una figurita de All Might, eso siempre le ayudaba a conciliar el sueño cuando estaba cansado, está no iba a ser la excepción...

Al dia siguiente

Izuku se encontraba a afuera del salón de 3-A junto a Mirio, quien parecía incitarlo a entrar. "¡Vamos Midoriya!" El rubio animaría al niño para que diera un paso al frente. "M-Me da vergüenza Mirio-senpai." El pecoso argumentaria algo apenado por la situación. "Vergüenza hay que tener para robar, ahora entra." Lemillion le daría un pequeño empujón al chico haciendo que entre a la sala. Las miradas no tardarían en dirigirse hacia el chico que no sabía dónde meterse.

"¿Mmm?" Hadou parecía ser el único salvavidas disponible. El chico realmente quería morirse en este momento. "Jiji." A la chica le hacía gracia ver al pecoso totalmente tieso y rojo de vergüenza, aunque no era tan malvada como para dejarlo tirado a su suerte, así que le daría una mano a su Kohai.

"Vamos." La Peliceleste le daría un pequeño empujoncito ayudándolo a salir por donde entró, todo esto bajo la atenta mirada de Amajiki. "¡Waaaaaaaa!" Izuku comenzaría a llorar cómicamente mientras agradecía a la chica por salvarlo. "¡Gracias Hadou-Senpai! Jamás olvidaré lo que hizo por mi, usted es muy buena." El chico diría sin parar de llorar, era como un niño pequeño en realidad.

"Déjame adivinar, Mirio te traicionó y te hizo entrar." La chica comentaría adelantándose a los hechos, izuku solo asentía con la cabeza, algún día tomaría justicia propia por todas las trampas y bromas que el rubio le había tendido en todo este tiempo. "¡Y-Yo solo quería darle esto!" Midoriya exclamaría un poco avergonzado mientras le mostraba un granizado de menta a la chica.

"¿Como sabías que me gusta el granizado de menta? Oh espera, ya se." La chica trataría de localizar al rubio con la mirada sin mayor éxito. "Togata te lo dijo, ¿No?" Nejire preguntaría con algo de gracia. "A-Asi es." El chico respondería un poco nervioso. "Deja de hacerle caso a ese idiota, te tiene como su paloma mensajera." Hadou comentaría ofendiendo al peliverde que trataría de argumentar.

"N-No soy su paloma mensajera." Izuku aclaraba, la chica desde luego le estaba tomando el pelo. "¡Claro! Y mi padre es Brad Pitt. Tonto." Nejire no podía contener las ganas de reírse, dejando asi escapar una risita que fue suficiente para que el chico sonriera al instante. "Me alegra que te estés divirtiendo..." Una voz más que conocida para la chica se escuchaba a sus espaldas. Tamaki quien tenía las manos en los bolsillos caminaba en dirección al baño mientras dejaba algo desconcertada a la peliceleste.

"¿El es..?" Izuku preguntaría serio mientras podía presenciar como la sonrisa de la chica se esfumaba. "Si." Nejire respondería de manera casi automática. "Será mejor que te vayas a tu salón Midoriya-Kun." La chica recomendaría, Amajiki la había incomodado lo suficiente como para pedirle al pecoso que se fuera.

"Entiendo, nos vemos en la tarde Hadou-Senpai." El chico acataria sin rechistar, lo que menos quería era incomodar a la niña después de lo sucedido, entendía que ella necesitaba su espacio en este momento.

"Maldición, ¿Por que tenías que llegar a arruinar esa sonrisa?" Izuku se preguntaría mientras apretaba los puños. "Ya entiendo por qué Mirio se alejó de el, es un patán." El niño comentaría, sentía que había avanzado dos pasos y había retrocedido uno. Nadie dijo que sería fácil...


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