Capitulo 36

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"Lamento haber hecho esto, la sangre está en mis manos, miro mi reflejo y no sé quién soy..." Ochako diría mirándose fijamente en el espejo de su habitación. "Lo hice todo por el, así que no sentí nada en absoluto." La castaña limpiaba la sangre que tenía en sus manos mientras lavaba su ropa, por suerte estaba con unos guantes de cuero, así que no había evidencia dedo dactilar.

Las sirenas de la policía indicaban un mal presagio...

"Awwww~." Un bostezo era señal de que el peliverde había despertado, aunque está vez estaba acompañado por un bulto a su costado. "¿Uh?" Izuku miraría extrañado. La intriga le ganó y decidió levantar las sábanas pillandose con una gran sorpresa. "¡N-Nejire-Chan!" El niño exclamaría entrando en un manojo de nervios.

"5 Minutitos más..." La peliceleste balbuceaba aún adormilada abrazando al chico como si de un koala se tratase. "A-Ah..." Ahora mismo el peliverde tenía demasiadas preguntas en su cabeza y lo peor de todo es que no recordaba nada de lo sucedido. "¿C-Como terminé aquí?" Izuku se cuestionaria con una gota de sudor recorriendo su frente.

"¿Mhm?" Hadou daría un bostezo estirándose completamente mientras miraba al chico con una sonrisa boba. "Jiji." La niña se veía feliz, para ella no era algo de que preocuparse. "¿No recuerdas nada?" Nejire preguntaría colocando su dedo índice sobre sus labios. "N-Nada en absoluto, ¿P-Por qué estamos en la misma c-cama?" Podía jurar que estaba apunto de morir de vergüenza.

"Fue el mejor día de mi vida, ¿En serio no recuerdas nada de nada? ¿Ni siquiera nuestro pequeño momento?" Nejire cuestionaria poniendo énfasis al final con una mirada coqueta. "N-No, d-de eso sí me acuerdo." El chico respondería desviando la mirada totalmente sonrojado, aún no podía creer que había dado el siguiente paso.

"Jiji~." Una risita era la única respuesta que obtuvo de la peliceleste que sentía que podía tocar el cielo con sus manos. "¿Uhm?" Izuku vería por la ventana como estaba lleno de patrullas. "N-Nejire-Chan, v-ven a ver esto..." El peliverde ordenaria haciendo que la niña se asomara por la ventana a verificar lo sucedido.

"¿Uh? ¿Por que está lleno de policías y la ambulancia?" Nejire preguntaría intrigada, aunque al igual que el pecoso ninguno de los dos tenía ni la menor idea de lo ocurrido. "C-Creo que será mejor q-que vayamos a ver." Izuku sugería nervioso, algo andaba mal y el lo sabía. "Sip, deja cambiarme de ropa que aún sigo con mi pijama." La chica comentaría mientras comenzaba a desvestirse al frente del peliverde.

"¡H-Hey!" El niño reclamaba totalmente ruborizado. "Jiji, lo siento." Nejire pedía disculpas con una sonrisa, esa sonrisa que tanto le encantaba al chico. "Deja me cambio en el baño." La peliceleste diría cerrando la puerta del baño que había en su habitación. "W-Wow, ella tiene muchos peluches." Izuku comentaría inspeccionando a simple vista la pieza de la chica.

"¿Que habrá sucedido? De todos modos no creo que sea algo bueno si está la policía presente." El pecoso diría para si mismo un tanto pensativo mientras la peliceleste salía del baño ya vestida. "Vamos vamos, tengo mucha intriga." Nejire arrastraba al chico hasta donde estaba todo el tumulto de gente viendo que había ocurrido.

"W-Wow, ¿Qué es lo que pasó?" La niña preguntaría un poco preocupada, no fue hasta que alguien del tumulto le respondió, que entonces su corazón comenzó a latir a 1000 millas por hora. "¿En serio no saben que sucedió anoche en la fiesta de fin de año?" Una chica pelinegra cuestionaria incrédula. "N-No, ¿Q-Qué fue lo que ocurrió?" Izuku consultaría mientras la intriga carcomia su cabeza.

"Asesinaron a un chico de tercer año." Entonces pudo jurar que su corazón se detuvo por un segundo antes de tragar saliva. "¿S-Sabes quien fue?" La peliceleste y izuku preguntarían al unísono. "Por supuesto, todos aquí lo conocen, es el chico rubio de los tres grandes." Lo primero que viene es la negación. "S-Seguramente te confundiste de persona, e-eso es imposible." El peliverde afirmaría mientras sus manos comenzaban a temblar.

"¿Por que mentiría con algo así?" La chica consultaría con una gota de sudor recorriendo su frente. No creyó en sus palabras hasta que lo vio con sus propios ojos y entonces, cuando su mejor amigo estaba ahí, siendo trasladado por la camilla, sin mostrar ningún tipo de reacción, fue que su mundo se vino abajo.

"Vamos bro, solo es una fiesta, ¿Que podría salir mal?" El rubio preguntaría con una enorme sonrisa.

"¡N-No!" Nejire rompería en llanto mientras caía rendida al suelo. "N-No, N-No."

"¡Tengo una idea!" Una lámpara se iluminaria en la cabeza del rubio. "¿Que se te ocurrió ahora?" La peliceleste preguntaría amurrada. "Hablaré con el director para organizar una fiesta de fin de año, entonces tú podrás pasar toda la noche con Midoriya." Mirio le explicaría su idea a la chica que cambiaba de ánimo radicalmente.

"¡Eres un genio mirio! ¿Como no se me ocurrió eso antes?" Hadou paso de menospreciar al chico a alabarlo. "Esa es mi manera de disculparme contigo por arruinar tu momento." El rubio diría con una sonrisa de oreja a oreja.

"¡Todo esto es mi culpa!" La peliceleste sentía una fuerte presión en su pecho mientras se lamentaba; ella se sentía la culpable de todo esto, ella fue quien orillo al rubio a organizar la fiesta en un principio, ahora era ella quien debía lidiar con el cargo de conciencia.

A diferencia de ella, Izuku no terminaba de digerir la situación; ahí estaba, con un rostro inexpresivo sin dejar de mirar el cuerpo inerte del rubio postrado sobre la camilla de la ambulancia, ni una palabra salía de su boca y parecía estar en shock, eran las dos caras de la moneda, una parecía ser inconsolable y el otro parecía no tener reacción. La noticia los había devastado totalmente y ahora no había quien pudiera remediar la situación, solo quedaba una cosa...

"¡Jamás te lo perdonare! ¡Donde sea que estés te voy a encontrar y cuando lo haga, haré justicia con mis propias manos!" A diferencia de lo que muchos podrían pensar, esas palabras no venían precisamente del peliverde, venían de la peliceleste quien juraba venganza contra la persona que le arrebató la vida a su mejor amigo....

Por eso vineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora