Capitulo 50

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"Noticia de último momento; se confirma la muerte del detective Tsukauchi Naomasa en un trágico accidente luego de que su casa se incendiara en la noche de ayer, el caso aún sigue en curso, iremos actualizando la información en el transcurso del día."

"¿Qué?" Izuku, Nejire y Ryukyu dirían al mismo tiempo. "Esto debe ser una broma." Ryukyu comentaría tapándose la boca algo afligida por la noticia. "¿A-Ahora quién continuará la investigación en el caso de Mirio?" La peliceleste preguntaría aún shockeada por la noticia.

"Esto no fue un accidente." El pecoso diría muy seguro. "El detective Naomasa no es la clase de persona que moriría por un accidente, menos en su casa." El niño no tenía dudas de que había algo más detrás de esto. "¿Qué estas insinuando Midoriya-Kun?" Nejire preguntaría con un rostro preocupado.

"Que alguien está detrás de la muerte del detective Naomasa." Izuku explicaría totalmente en serio. No era muy común ver esa actitud tan seria en el, pero este tipo de casos la sacaban a relucir al más rojo vivo. "¿Ryukyu-Chan?" La peliceleste preguntaría viendo como la rubia estaba sollozando e tapando su rostro con sus brazos mientras tenía la cabeza hundida sobre su escritorio.

"¿E-Esta bien señorita Ryukyu?" El peliverde consultaría igual de preocupado que la niña. "E-El era mi novio." La heroína revelaría sorprendiendo con creces al dúo. "¿Qué?" Ambos dirían al unísono con cierto atisbo de incredulidad. "L-Lo manteníamos en secreto, ¿Recuerdan e-ese día que les pedí si podían encargarse de la agencia por que tenía un compromiso? Era precisamente porque tenía una cita con Tsukauchi-Kun." Quizás no era el mejor momento, pero ahora todo cuadraba en la cabeza del par.

Ahí estaba la explicación del por qué la mujer tenía todo el informe del detective en su laptop, no era una mera casualidad. "L-Lo siento mucho Ryukyu-Chan." Nejire le daría su pésame a la heroína envolviéndola en un afectuoso abrazo. A ella no le gustaba ver así a su maestra, para ella era como su segunda mamá y por ende una pieza fundamental en su vida.

"Tía..." Izuku diría en voz baja uniéndose al abrazo grupal, ambos estaban ahí para darle su apoyo. "Ryukyu-Chan, nosotros podemos hacernos cargo de la agencia, sabemos que seguramente quieres ir a verlo o simplemente descansar." Nejire ofrecería amablemente mientras le daba algunas palmaditas en la espalda a la mujer.

"G-Gracias chicos, e-en serio muchas gracias." La heroína agradecía mientras limpiaba las lágrimas que caían de sus ojos. "Tómese todo el tiempo que necesite, nosotros nos encargaremos de que la agencia funcione con normalidad, usted ha hecho mucho por nosotros, lo mínimo que podemos hacer es retribuirle toda la ayuda que usted nos brindó." Izuku se sumaría a la peliceleste en su apoyo a la rubia.

"L-Los quiero chicos, cuídense y si necesitan algo por favor avísenme ¿Si?" La mujer comentaría mientras se colocaba su abrigo y guardaba sus cosas para irse. "Esta bien Ryukyu-Chan, cualquier cosa puedes contar con nosotros." La peliceleste respondería dándole una gran y cálida sonrisa a la heroína. "Valoro mucho lo que están haciendo por mi. Adiós Nejire-Chan e Izuku-Kun." Ryukyu se despedía del par saliendo por la puerta de su oficina algo deprimida.

Izuku y Nejire se mirarían fijamente con un rostro algo cabizbajo; se sentían mal por la heroína y eso era innegable. "Esto me saca de quicio." La peliceleste comentaría apretando los puños algo enfadada. "No permitiré que siga haciéndole daño a las personas que amo." Hadou afirmaría mientras sentía como la mano del chico se mecía sobre su hombro.

"No caigas en su juego, se que se merece lo peor, pero debes tratar de mantener la calma." Izuku aconsejaba mientras la chica sacaba la mano del niño de su hombro. "No me pidas que trate de mantener la calma cuando casi mata a Mirio, mató al detective Naomasa y ahora por su culpa Ryukyu-Chan está deprimida." Nejire respondería con una mirada llena de odio y reencor.

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