Capitulo 40

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"¡Hola Midoriya-Kun!" La chica saludaria con una sonrisa al chico seguido de un beso en la mejilla. "¿Uhm? ¿Qué ocurre?" La chica preguntaría al ver que el niño tenía un evidente sonrojo y trataba de desviar la mirada. "N-Nada." Mentía, era jodidamente malo mintiendo, pero no quería parecer un pervertido al decirle que estaba mirando su figura que resaltaba precisamente por que su ropa estaba mojada y apegada a ella.

"Jiji." Nejire reiría al ver por qué el peliverde estaba así. "Me pilló la lluvia y bueno no traje mi impermeable entonces quede toda empapada." La niña explicaría con un puchero un tanto enternecedor. "A-Así veo." Izuku respondería exponiéndose solo sin darse cuenta. "¿Que viste?" Hadou haría una pregunta capciosa con tal de obtener algún tipo de reacción por parte del niño.

"N-Nada." Izuku respondería nervioso mientras la chica solo reía. "Claro y mi papá es Brad Pitt, jajaja." Seguramente lo iba a molestar por el resto de su vida con eso, por parte del peliverde no había dudas de que eso sería así. "Será mejor que entremos, estoy muy ansiosa por verlo." La peliceleste comentaría borrando lentamente esa sonrisa de su rostro.

"S-Si." El pecoso al igual que ella, estaba ansioso por ver al rubio, habían estado esperando toda la semana para eso y ahora que estaban tan cerca podían palpitar la emoción. "T-Ten esto." Izuku diría pasándole su casaca. "Aww gracias Midoriya-kun." La niña agradecía enternecida por el acto tan caballeroso del peliverde.

"Sala 11 piso 14..." Izuku diría leyendo el mensaje del detective Naomasa mientras subía al ascensor junto con la chica, marcando el piso al que querían ir. "¿A ti te marea subirte a un ascensor?" Nejire preguntaría colocando su dedo índice sobre sus labios. "C-Creo que no." El peliverde contestaría nervioso.

"Mirio siempre se mareaba cuando subía a un ascensor." Nejire comentaría con una risita incómoda, para su suerte justo tenían que bajarse. "Llegamos." El chico aseguraría caminando a un costado de la peliceleste buscando la sala. "Sala 11..." Izuku diría mientras tragaba saliva y la peliceleste hacia lo propio soltando un suspiro.

"Aquí vamos." Nejire diría abriendo la puerta entrando a la sala junto al chico, no sabían que decir y el silencio inundaba hasta el último rincón de esa habitación. Quizás el rostro de Hadou daba alguna señal, todo indicaba que comenzaría a llorar mientras el peliverde tenía más bien una expresión desoladora. "Mirio..." Ambos dirían al unísono acercándose al rubio.

"Te extrañamos." La peliceleste declararía tomando la mano de Mirio. "Ya no se a quien molestar aparte de Midoriya-Kun, extraño tu positividad y nuestras constantes peleas por ver a quien prefiere Midoriya-Kun, sin ti todo es más solitario." Nejire parecía quebrarse con cada palabra que decía, sinceramente no sabía cómo expresar todo lo que sentía, quizás era frustración, rabia o incluso pena.

"Tu eres la última rueda del triciclo, en otras palabras sin ti es imposible avanzar de la misma manera." Hadou confesaba rompiéndose finalmente, ver al chico ahí postrado sobre una cama de hospital conectado a máquinas era tan difícil de asimilar. "Nejire-Chan..." Izuku Murmuraria en voz baja dándole un abrazo a la niña que lloraba desconsoladamente en su pecho.

"Maldita sea, no tienes ni la menor idea de lo que haré cuando te encuentre..." El peliverde diría mentalmente fortaleciendo el agarre que tenía sobre la chica. "L-Lo siento Midoriya-kun, no puedo soportar verlo así." Nejire se disculpaba con el niño tratando de desviar la vista del rubio distrayendose con el sonido de las gotas de lluvia chocando contra el cristal de la ventana.

"Hola bro, solo quería recordarte que aún tenemos una promesa por cumplir, así que tienes que despertar ¿Me escuchaste?" Izuku hablaría con el rubio, aunque parecía más bien una conversación unilateral ya que no obtenía respuesta por parte de Mirio. "Todo estará bien, yo me encargaré de que así sea." El peliverde comentaría mientras lágrimas comenzaban a salir de sus ojos.

"Maldita sea, a quien engaño." Izuku se recriminaba mientras lanzaba una advertencia. "¡No descansaré hasta encontrar al culpable de todo esto! ¡Te lo prometo!" El peliverde exclamaría mientras apretaba sus dientes con fuerza al igual que sus puños. La impotencia se veía en sus ojos y el velo de misterio que rondaba por encontrar al culpable carcomia su cabeza...

"Agh..." El pecoso giraba la cabeza mientras negaba constantemente. Le desotrazaba el corazón ver a su mejor amigo en ese estado. "Midoriya-Kun..." La peliceleste diría acercándose al niño para envolverlo en un afectuoso abrazo. "Esto no se quedará así, vamos a encontrar al culpable y le haremos pagar por lo que hizo." Nejire parecía congeniar con el chico que parecía estar inmerso en sus pensamientos.

"Lo siento pero tienen que salir." La enfermera ordenaria debido a que tenían que hacerle los cuidados e alimentar al rubio. "En seguida." Nejire respondería tomando de la mano al peliverde y arrastrándolo con ella hasta la salida de la clínica. "Es realmente duro lidiar con esto." Izuku comentaría un tanto reflexivo.

"Lo es, ¿Pero sabes algo?" La chica le preguntaría mirándolo fijamente a los ojos. "Seguramente a Mirio no le gustaría que estuviéramos así, por eso." Hadou haría una pausa regalándole una gran sonrisa al niño. "Siempre te voy a regalar mi mejor sonrisa." Y como lo había dicho unos meses atrás, su sonrisa era demasiado contagiosa.

"T-Tu sonrisa es p-perfecta." Izuku afirmaría un tanto nervioso pero devolviéndole la sonrisa a la peliceleste. "Vamos, hay que pensar positivo." Nejire diría llevando sus manos detrás de su cintura. "Mirio siempre decía eso." El pecoso respondería con una gota de sudor recorriendo su mejilla. "Lo sé." Ambos reirían mientras caminaban bajo la lluvia hasta separar caminos, mientras uno tenía que ir a la agencia de Sir Nighteye, la otra tenía que al otro lado de la ciudad a la agencia de la heroína Ryukyu...

Por eso vineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora