Capítulo 97

260 23 11
                                    

Y tal como Nejire había anunciado, el fin de semana habría llegado. A la vuelta de la esquina se encontraba la temporada de verano, por lo cuál el parque acuático abria sus puertas al público. Es por eso que gracias a una petición extraordinaria de Mirio a Aizawa, la pequeña Eri tenía permiso para acompañarlos en su pequeña aventura.

El grupo de amigos iba completamente preparado para la ocasión, Nejire con su sombrero de verano al igual que la pequeña Eri. Mirio por su parte traía consigo una tabla de Surf y unas gafas de sol mientras que Izuku era algo más conservador. Solo iba con shorts, sandalias y un kilo de protector solar, muy seguramente gracias a su madre que de pequeño lo bañaba en bloqueador solar.

"¡Cuatro entradas por favor!" Mirio pediría, auspiciandose con los boletos en esta ocasión, ya que debía hacer valer su palabra. "¡Muchas gracias!" El rubio diría, recibiendo los boletos, entregándole uno a cada uno. "¡Wooow!" La pequeña Eri quedaría embobada viendo el enorme letrero que decía 'Bienvenidos al parque acuático' junto a un dibujo un tanto peculiar.

"¡Oh por dios Midoriya-kun! ¡Venden helados! ¡Y bebidas! ¡Y hay un restaurante! ¡¡Y OH POR DIOS!! ¿¡ESA ES UNA MAQUINA EXPENDEDORA DE GOMITAS!?" La peliceleste preguntaría con estrellitas en sus ojos mientras tomaba de la mano al chico, arrastrándolo con ella hasta la máquina. "¡Midoriya-kun! ¡Yo quiero! ¡Yo quiero!" La niña comentaría, poniéndole ojitos de perrito regañado al peliverde que caía bajo los trucos baratos de su novia. 

"¿A-Asi funciona está cosa?" Izuku preguntaría, introduciendo una moneda a la máquina que ahora le señalaba que eligiera una de las gomitas. "E-Eh... N-Nejire-chan, ¿C-cua...?" El pecoso no alcanzaría a terminar de hablar, siendo interrumpido por la chica. "¡Esa! ¡Esa! ¡Esa!" La peliceleste diría repetidamente, señalando con la punta de su dedo unas gomitas sabor frambuesa.

"E-Esta bien." El niño procedería a marcar el número de la gomita, haciendo que está cayera hasta la zona de recolección, provocando que la niña con reflejos felinos se agachara rápidamente para recogerla. "¡Te amo Midoriya-kun! ¡Eres el mejor novio del mundo!" Nejire exclamaría, frotando su mejilla con la del chico mientras le daba un cariñoso abrazo.

"¡Añwm!" La niña rápidamente inflaria su mejilla con una buena cantidad de gomitas mientras masticaba desesperadamente. "D-Deberias comer más lento Nejire-chan, te podrías atragantar." Izuku sugeriría, aunque está última haría caso omiso a la palabras del chico. "¡Señorita Nejire! ¡Mire!" Eri llamaría la atención de la peliceleste, jalando de su vestido de tela de lino.

"¡Mire! ¡Es el señor manzana! ¡Yo quiero una manzana!" La peliblanca apuntaría con su dedo índice a un tipo disfrazado de manzana que al parecer estaba vendiendo manzanas caramelizadas. "¿¡Awmm que hmmm estamos esperando!? ¡Manos a la obra!" La peliceleste declararía mientras terminaba de comerse sus gomitas.

"¿C-Comer mucho dulce no te puede hacer mal Nejire-chan?" Izuku preguntaría con una gota de sudor cayendo por su mejilla. "¡Nop! ¡Nunca!" La chica respondería con una sonrisita traviesa, ignorando por completo las recomendaciones de su novio que dejaba escapar un suspiro ya resignado. "¡Hey bro! ¿Deberíamos ubicarnos por acá?" Mirio consultaría.

"Por mi está bien, mientras Nejire-chan y Eri no le causen problemas al señor manzana." El niño era consciente de lo problemática que podía llegar a ser esa combinación si de dulces se trataban. "¡Perfecto! ¡Sabía que llegar temprano serviría para algo!" El rubio diría con una enorme sonrisa mientras terminaba de poner la sombrilla sobre la pequeña playa artificial que había dentro del parque acuático.

"¿Está cosa es enorme, no?" El pecoso preguntaría un tanto sorprendido por la extensión del sitio que abarcaba toda una cuadra. "¡Mejor para nosotros! ¡Así tendremos todo el día para disfrutar de todas las atracciones!" Mirio comentaría, pasando su brazo por detrás del cuello del chico. "Solo mira todo esto bro, al fin las vacaciones que tanto nos merecemos. ¡Ahora a disfrutar!" El rubio exclamaría, comenzando a correr deliberadamente hacia la piscina mientras se sacaba su camiseta y gafas.

Por eso vineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora