Capítulo 85

439 41 4
                                    

"Tsuyu-Chan, ¿crees que puedas encargarte de Himiko Toga tú sola?" Hadou le preguntaría a su compañera si es que se sentía capaz de hacer tal proeza por su cuenta. "No lo sé." La chica rana siempre era sincera y está no iba a hacer la excepción. Ella realmente no sabía si era capaz de derrotarla sin ayuda.

"Entiendo, cualquier cosa que necesites estaré aquí para apoyarte. Yo estaré algo ocupada con Ochako, pero de todas formas cuenta conmigo." Nejire comentaría algo sería. La Peliceleste realmente era alguien excéntrica por lo de menos, pero era innegable que era alguien sumamente fuerte y capacitada; podía lidiar con todo esto ella sola.

"Vámonos a un lugar un poco más privado." La Peliceleste comentaría mientras repentinamente le lanzaba una gran onda de energía a la castaña que salía volando hacia el bosque. Nejire emprendería vuelo hacia allá, quedando frente a frente con Ochako quien tenia su espalda contra el tronco de un árbol y a simple vista tenía unos cuantos rasguños por la potencia del ataque.

"Yo no soy Midoriya-Kun, yo jamás podría pasar por alto todo lo que has hecho." Nejire diría mientras se ponía de cuclillas para quedar a la misma altura que la niña. "Tengo tantas preguntas, hay varias cosas que del pecho me quiero sacar." Se podía dilucidar cierta pizca de melancolía en las palabras de la chica; desde el fondo de su corazón aún le dolía la traición.

"Sabes, aún recuerdo cuando íbamos de patrullaje juntas o la vez que salvamos a Eri." Nejire haría un breve receso para sentarse a un costado de Ochako, quien la veía totalmente sorprendida. "¿Por qué nos hiciste esto? Siempre me lo he preguntado, ¿Por qué me odias?" La Peliceleste preguntaría sin dejar de mirar directamente a los ojos a la castaña.

"¿Por qué te odio?" Ochako se preguntaría mientras bajaba la mirada y soltaba un suspiro. "Supongo que no es tu culpa, si no mia. Quiero decir, tu eres tan linda y perfecta, todos quieren estar contigo. Contagias al resto con tu enorme sonrisa y siempre pareces estar feliz. Teniendo en cuenta todo eso, ¿Por qué lo elegiste a el pudiendo estar con cualquier otro chico?" Ahora era ella quien lanzaba la pregunta. No sólo Hadou era quien tenía muchas dudas por resolver, si no que Uraraka también.

"¿Por qué lo elegí a el? Creo que por la misma razón que tú te enamoraste de el." La niña confesaría a la vez que inclinaba su cabeza hacia delante, dejándola caer contra sus brazos que envolvian sus rodillas. "Tu no eres la única que vio todas esas cualidades tan magníficas en el. Supongo que lo normal es enamorarse de alguien quién siempre está para ti, te demuestra cariño y además es lindo, pero si a eso le sumas su personalidad y forma de ser tan peculiar y única entonces es imposible no enamorarse de el." Nejire explicaría, dejando entrever una pequeña sonrisa al describir a Izuku.

"Supongo que tienes razón..." Uraraka diría algo cabizbaja. Ella sabía que había perdido la batalla desde hace mucho, pero simplemente se negaba a aceptarlo. "Entiendo como te sientes." La Peliceleste comentaría, sorprendiendo a la castaña que volteaba a mirarla. "Después de todo debe ser frustrante que alguien venga y te arrebate al chico que te gusta. Nunca fue mi intención hacerte daño a ti, ni siquiera sabía que él te gustaba, aunque de haberlo sabido tampoco hubiera reprimido mis sentimientos, porque él también me gustaba. ¿Que jodido, no? Enamorarse del mismo chico." Hadou recitaría con algo de ironía en sus palabras.

"Sea como sea el caso, nada justifica todo lo que hiciste. Jugaste con nosotros, nos mentiste en la cara, casi asesinas a mi mejor amigo, asesinaste al detective Naomasa, que de paso era el novio de Ryukyu-Chan y luego nos traicionas yendote con la liga de villanos, huyendo de tus responsabilidades y actos corrosivos. Yo jamás podría obviar todo eso, ¿Pero sabes que es lo curioso?" Nejire le preguntaría a la castaña.

"¿Qué?" La chica respondería sin quitar su mirada de la peliceleste. "Que Izuku si pudo hacerlo." Ochako pudo sentir como un escalofrío recorría todo su cuerpo y pequeñas gotas comenzaban a salir de sus ojos. "¿Por qué lo hizo? A pesar de todo lo que hice, a pesar de que su madre murió por mi culpa, ¿El aún así obvio todo eso?" La castaña preguntaría entrando en desesperación.

"Ni siquiera yo lo sé, realmente me gustaría saberlo. Supuestamente no tiene intenciones de odiar a nadie, se deshizo de todo rastro de odio dentro de su corazón; eso te incluye a ti también." Nejire explicaría mientras hacía una pequeña mueca en señal de descontento. "Voy a ser totalmente sincera contigo Ochako. Si bien el jamás sería capaz de tomar venganza contigo hoy en día o odiarte, yo sí." No todos eran iguales y aquí era un claro ejemplo.

"¿Recuerdas cuando te dije que entendía como te sientes? Pues mentí. Jamás podría sentir empatía por alguien como tú, Ochako Uraraka. Quizás lo hubiera hecho de no ser por que le hiciste daño a gente que me importa. Tu no tienes perdón ni olvido." Cuando parecía que había terminado, solo se había tomado un pequeño descanso antes de continuar su arremetida contra ella.

"Te odio, Ochako, te detesto con todo mi ser. Nunca podrás remediar todo lo que has hecho. Solo eres una psicópata que fue capaz de dejar todo de lado por amor, incluso a tu propia familia que muy seguramente te amaba con su vida. Decepcionaste a todos, ahora debes pagar por tu impenitencia." La Peliceleste comentaría, cerrando la conversación de una vez por todas.

"Nunca más lastimaras a la gente que amo." Nejire afirmaría mientras se ponía de pie y apuntaba con sus dos manos a la castaña que seguía inmóvil en el mismo lugar. "Esto es por el detective Naomasa." La Peliceleste diría, terminando de cargar su ataque y lanzándolo a quema ropa, arrasando con todo lo que había en su camino.

Había impactado de lleno en Uraraka quien ahora se encontraba cubierta de heridas y lodo. "Esto otro es por poner triste a Ryukyu-Chan y Midoriya-kun." Hadou comentaría para volver a lanzarle otra de sus ondas a la chica, solo que esta vez iba con el 50% de potencia. Estaba siendo una auténtica paliza, sobretodo por que una de las partes ni siquiera hacia el intento por defenderse.

"Gagh." El traje de la castaña estaba lleno de cortes y sangre escurría por su cabeza, definitivamente iban a acabar con ella si no oponía resistencia. "Aún no termino, no creas que me olvidé de lo de Mirio." La Peliceleste advertía antes de lanzarle otra de sus ondas ahora al 75% de potencia. Lo peor de todo es que ni siquiera tenía tiempo para poder reaccionar, ya que apenas levantaba la mirada la tenía encima apuntándole.

Su cuerpo imploraba piedad, aún no sabía cómo seguía consciente, pero no había duda de que si seguía con ese ritmo abrumador dentro de poco quedaría fuera de combate. "Por último..." La chica haría una pausa mientras cargaba su máxima potencia. "Jamás te perdonaré lo que hiciste con la mamá de Midoriya-Kun, yo y ella nos llevábamos muy bien, ¿Sabes?" Esto último lo decía con una vena marcada en su frente.

Había terminado de cargar su ataque y ahora estaba dispuesta a lanzarlo. "Aquí acabara todo." La Peliceleste comentaría mientras le lanzaba su onda de energía al 100% creando un destello de luz que iluminaria todo el perímetro, lo siguiente que se pudo apreciar fue una gran columna de humo debido a la destrucción que había causado. "Ah... Ah... Ah..." Nejire respiraba algo agitada. Ella había utilizado mucha energía vital para concretar todos estos ataques, lo que inevitablemente le causó un desgaste considerable.

Unos 100 metros más adelante se encontraba Ochako, completamente inconsciente y cubierta de sangre. "Ahora solo falta Himiko toga, debo ayudar a Tsuyu-Chan..." La Peliceleste comentaría mientras con su energía vital cargaba a la castaña y la llevaba consigo...

___________________________________________

Siguiente capítulo: "Nejire y Tsuyu vs Toga"

Por eso vineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora