Había simpleza pero belleza en todo su esplendor.
Hace años, Victoriano le había construido un pequeño almacén. Específicamente, para que ella hiciera sus famosos quesos, un pasatiempo de su esposa.
Victoriano estaba en su despacho cuando vió a su morenita pasar.
De inmediato, se levantó yendo tras ella.
—¡Inés! ¡Espera! ¡Necesito hablar contigo! — ella siguió su camino sin hacerle caso.
Caminó tan rápido como pudo e intentó cerrar la puerta pero fue interceptado por un pie de Victoriano.
—¡Vete! No quiero hablar contigo, Victoriano... déjame trabajar en paz.
—¡Vamos a hablar! No soporto estar así contigo, mi amor.
Ella siguió ignorándole, continuó como si el no estuviera.
Victoriano entró y cerró la puerta con llavin.
Inés al escuchar el sonido se dió la vuelta frunciendo el ceño. —¿Porqué cierras la puerta? Te dije que te fueras, no quiero hablarte.
—No pude dormir en toda la noche pensando en ti, morenita... — trataba de verle a los ojos pero Inés desviaba la mirada— lo que dije ayer... perdóname, por favor, mi amor... perdóname, cometí un grave error.
—Está bien, ya puedes irte...
—¡Inés, por favor!
—¿Ahora qué, Victoriano? ¡Ya escuché tus disculpas entonces puedes irte!
—Inés...
Ella preparaba la mesa alterada, ni sabía lo que estaba haciendo. —Primero me lastimas con esas palabras tan feas... nunca me habías tratado de tal forma... — se ponía su delantal — ja, pues claro, uno nunca deja de conocer a la persona con la que te casaste...
—Inés, por favor, escúchame... yo solo...
—Ah y, ¿sabes qué? — lo miró de pronto a punto de llorar — ¡si tanto me ves como una mujer ya vieja y que no puede ya ni siquiera competir en una carrera pues búscate otra mujer que te cumpla tus estándares! ¡Eres un idiota!
Victoriano se fue contra ella para intentar abrazarla pero ella se negaba.
—¡Vete! ¡Déjame! ¡Ya sé que no te importo!
Victoriano ejercía más presión sobre ella intentando calmarla.
—¡Inés, no vuelvas a decir algo como eso, mi amor! ¡No hay otra mujer para mí que no seas tú! ¡Perdí los estribos y en mi frustración por saber que volvías a una carrera después de tantos años me dió miedo de pensar que podías salir herida si te caes o algo pasa, mujer! ¡Yo solo quiero protegerte!
—¡Pero esa no era la forma, Victoriano!
Inés se iba calmando y él logró darle un beso en la frente.
—Lo sé, lo sé, mi amor... — tomó el rostro de su mujer entre sus manos mirándole a los ojos — Inés, te prometo que no volveré a faltarte de esa forma ni hacerte sentir como lo hice... te doy mi palabra de hombre,Inés — le besó la comisura de su labio derecho — no volveré a cometer la penuria de verte llorar por mi culpa nunca más, mi amor.
—¿Tu palabra de hombre? — sollozando.
Victoriano asintió. —Y te lo demostraré de ahora en adelante, te apoyaré en lo que quieras hacer y ser, mi amor... perdóname, mi vida... vas a ganar esta carrera porque eres la mejor... nadie nunca podrá superar en grandeza a mi mujer... eres Inés Santos... una mujer que trabajó al lado de su marido día y noche para tener lo que tenemos ahora... no soy un digno merecedor de tenerte como mi esposa y madre de mis hijos, soy un hombre dichoso y bendecido por tenerte, Inés... ¿Puedes perdonar a este ranchero insensato cabeza hueca? — le besó los labios.
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La Mujer De Victoriano Santos
RomanceElla nació para mí, todo lo que tengo y lo que soy se lo debo a ella, es la mujer de mi vida. Nadie se atreva a meterse con ella porque me conocerán. ~~~~~ 🔺Nueva Historia🔺 Una historia donde podrás odiarla o amarla. Autoría: SofiN728