Reinas Otomanas

19| Mehpare es la más inocente.

─Realmente creo que a Harika le gusta robarme mis noches.──Río Emira.──Como la odio.

──Hagamos eso.── Dijo Azra.──Ella nunca debió amenazarnos.

──¿Pero cuál de sus hijas? Ismihan y Ummugulsum son bastantes inteligentes, se les nota desde lejos.

──Mehpare, la que anda con la hija de Nurgul y Gunay.──Sonrió Azra.──Ella es la más inocente de las tres y por lo que tengo entendido, es la más apegada a su madre.

──Un golpe fuerte que la deshabilitara, me es justo.──Sonrió Emira.──¿Pero como piensas hacer eso?

──Tendamosle una trampa a ella y a sus hermanos.──Explico Azra.──Si logramos asustar a Gunay y a Nurgul también ganaremo, quiero saber cuanto dura la amistad de esas tres.

──¿Sabes? Siempre he querido verlas como enemigas, ¿Que mejor que aprovechar esta situación?

──Bien, entonces llevemos acabo nuestro plan.

Azra se retiró de los aposentos de Emira y se dirigió a los suyos, hace algún tiempo que no veía a sus hijas, o bueno, no veia a cierta hija, pues hoy había visto a sus demás hijos menos a Hatice, la cuál estaba desaparecida.

Cuando entro a sus aposentos encontro a la desaparecida llorando, el corazón duro de Azra se derritio cuando vio a su pequeña llorar.

──Hatice, querida mía, ¿Que ocurre? ¿Por que lloras?──Pregunto Azra acariciando la melena roja de su hija.

──¿Por que no me quiere?──Sollozo.──¿Que tiene ella que no tenga yo?

──¿Hablas de Kralice? Ella no esta a tu nivel, tu eres superior, posees una gran belleza, eres astuta e inteligente, ella no es nadie a tu lado.

──¿Entonces por que Burak no me mira como la mira a ella?

──Por que es un bruto mi vida, seca esas lágrimas.──Azra limpio las lagrimas del rostro de Hatice.──Tu vales mucho más que cualquier sultana en este palacio, eres una Sultana de sangre, descendiente de la noble dinastía de Ali Osman, en algun momento te casaras con alguien que sepa cuanto vales.

Azra dejo a su hija sola, pues tenía que ver como seria la mejor manera de hacer caer a la preciosa hija de Harika.

Lo que Azra no sabia, es que demasiada inteligencia en la sangre, podia afectar el cerebro de uno de sus descendientes.

Nadie se había molestado en darse cuenta de las claras señales de ayuda que pedía Hatice, pues muy aparte de sus obsesión enfermiza por Burak, había comenzado a mostrar sintomas de locura leve.

Y si su madre pensaba en deshacerse de Mehpare, ¿Por que no ella se desharia de Kralice? Si Kralice muere, ella por fin tendria toda la atención de Burak.

Una sonrisa se colo en los labios de Hatice.

──¿Y si vamos a caminar por los prados?──Pregunto Mehpare a sus hermanos, pues una kalfa le había dicho que los jardines estaban en óptimas condiciones.

Para nadie era secreto de cuanto le gastaban las flores y el campo a Mehpare, y la Kalfa enviada por Emira y Azra lo sabia a la perfección.

El plan era simple, cuando Mehpare y sus hermanos estuviesen allí, los verdugos los secuestrarian.

──Seria una excelente idea.──Onur miro a su hermana.──Quiero estirar las patas.

──Yo también voy, el medico me recomendo tomar aire fresco.──Hablo Ahmed.

──Si tu vas, yo voy, no puedo dejarte solo.──Hablo Sahnhaz.

──¿Puedo ir yo tambien?──Pregunto Akeem.

──¡Claro!──Exclamó Mehpare con su habitual sonrisa.──Vayamos los cinco, no creo que nos pase nada, solo iremos a los jardines.

Y con esto los jovenes salieron de Topkapi, el recorrido era largo, pues el palacio tenia un total de siete jardines y según lo que le había informado la mujer, habían abierto uno nuevo, uno qur estaba alejado.

Azra los observo por una ventana, complacida de que fuesen tan estúpidos como para caer redondito en su plan.

Los niños entre bromas y bromas comenzaron a dirigirse al punto donde los esperaba su perdición, en medio de sus juegos decidieron hacer una carrera y comenzar a correr hasta la colina.

Al llegar a la colina...

Ninguno de ellos se imaginaba lo que acababa de ocurrir, ¿Como pasaron de jugar a pelear con hombres para que los soltasen? Definitivamente, estaban perdiendo, estaban asustados y querían que alguien los ayudase.

Al poco tiempo los verdugos consiguieron dormirlos y comenzaron a llevarlos a una casa lejos de Topkapi y en medio de la nada.

Morirían incendiados.