Año 2023, cuatro chicas amantes del imperio otomano, tuvieron las dicha o desgracia de viajar a dicho imperio.
Aunque al principio era una idea emocionante, la realidad es que sería un infierno en vida.
Un trono, cuatro madres que quieren proteger a...
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──¿Vivan los embarazos adolescentes?──Pregunto Gunay mirando a su amiga echada en la cama de la doctora.
──Felicidades Hatun, tiene tres meses de embarazo.──Felicito la mujer.──Que Allah la bendiga.
Harika asintió y soltó un suspiro, realmente le sorprendía la noticia, aunque igual le alegraba saber que pronto vería a un nuevo ser en este palacio.
──Me toca.──Gulden se tiro encima de la cama y dejo que la mujer hiciera lo que tuviera que hacer para saber que estaba embarazada.
¿Cómo habían llegado a esta situación? Es fácil, Harika y Gulden se habían empezado a sentir un poco mal últimamente, por lo que con ayuda de Gunay lograron ir a la sala de la doctora para descartar dudas.
Tres meses habían pasado exactamente desde que dejaron sus vidas en el 2023, en esos tres meses habían pasado varias cosas, la primer, la amistad que existía entre Gunay y Azra, ya ni quedaba rastro, ambas parecían ahora vivir en una especie de guerra.
Emira y Harika no se soportaban la una a la otra, la misma Emira casi siempre intentaba hacerle algo a Harika, y esta iba en busca del Sultán, de este modo ambas agrandaban más su enemistad, ya que Yavuz siempre se ponía del lado de Harika, olvidando así el amor que alguna vez sintió por Emira.
Gulden normal, no se metía en problemas con nadie, usaba sus ratos libres para leer o aprender a tocar instrumentos, aunque a veces se ponía a actuar en medio de la habitación.
Realmente de las favoritas del Sultán, Gulden era la más tranquila, ella prefería observar como ardía Topkapi desde lejitos.
Aunque de igual modo Mükerrem se había empezado a acercar a Gulden, la invitaba de rato en rato a pasar la tarde con ella o a almorzar con ella, pues consideraba que era la más tranquila de todas y eso era lo mejor.
──Usted también esta en cinta señorita, felicidades.
Gulden sonrió y miro a sus dos amigas, Harika asintió feliz con la cabeza y Gunay aplaudió, realmente le alegraba saber que Harika y Gulden serian Sultanas.
──Günay.──Volvió a llamar Harika.
──¿Ah?
──Te toca.
Günay asintió y se recosto sobre la cama, realmente no esperaba nada, por como fue esa noche, era casi imposible que estuviese embarazada.
La piel se le erizo de tan solo pensar en esa noche, ni bañandose cuatro veces al dia se le quitaba el asco que sentía.
──Felicidades.
La morena se levanto de la cama, realmente no había nada de felicidad al estar embarazada, no era algo que ella hubiese querido, no amaba al padre de esa criatura y su mayor miedo es que este fuese un Sehzade.
Eso solo ocasionaría que Azra y Emira quisieran borrarla de la faz de la tierra, un principe solo traeria problemas.
Aprovechando que sus amigas estaban distraidas, abandono la habitación y comenzo a caminar por los pasillos de Topkapi, pues realmente no tenía nada que hacer ahora, ya estaba hecho, tenía una vida en su vientre.
No iba a abortarla, ya que, por su misma educación cristiana era incapaz de hacerlo.
Camino hasta llegar al jardín del palacio, quería encontrar consuelo en las flores.
Avanzo un poco más hasta llegar a un especie de bosque, supo inmediatamente que este ya no era territorio del palacio.
¿Escapar? No, claro que no, no tenía a donde ir y mucho menos sabia como volver a su tiempo.
Daría una vuelta, y luego volvería, solo tenía que despejar su mente, nada más.
──¿Señorita?──La voz de un hombre la saco de sus pensamientos.
──¿Ah?──Günay volteo y miro al joven de ojos celestes grisaceos.──¿Si?
──Deberia volver a su hogar.──Hablo de nuevo.──Pues ya esta oscureciendo, y podría pasarle algo.
Günay miro al cielo y se dio cuenta de que el hombre tenía razón, la vuelta se había convertido en varias vueltas, trayendo consigo la noche.
No quería imaginar cuán preocupadas estarían Harika y Gülden al no verla en el palacio.
Cerró los ojos y luego le dio una sonrisa al hombre.
──Te lo agradezco.──Gunay sonrio.──No me hubiera dado cuenta de que esta anocheciendo.
Él hombre habló con la joven un rato más, le pregunto donde vivía para poder acompañarla.
Günay indicó al palacio Topkapi, pudo ver cierta desilusión en la mirada del sujeto, pero eso no le importo, tenía otro problema, uno mucho mas grande.
Camino al lado del hombre hasta llegar al jardín de Topkapi.
Las voces de Harika y Gülden se escuchaban por el jardín.
──Me parece que tengo que retirarme, ha sido un placer señorita.──Dijo el sujeto.
──¿Puedo saber tu nombre?──Pregunto la morena.
──Berat, mi nombre es Berat.──Una sonrisa se coló en los labios de Berat.──¿Puedo saber el suyo?
──Gunay...
──"Gunay." , lindo nombre, me asegurare de no olvidarlo, hasta pronto.
Berat se dio la vuelta y camino hasta desaparecer por el jardín, dejando a Gunay con una cierta emoción.
──¡Aca estas!──Los brazos de Gulden rodearon la espalda de Gunay.
──¡Hija de la Guayaba!──Grito Harika uniendose al abrazo.──¿¡Sabes cuan preocupadas estabamos?!
──Lo siento.──Sonrió Gunay levemente.
──¡Ni se te ocurra volver a irte sin avisar!──Regaño Gulden al tiempo que entraban a Topkapi.──A Harika casi le da algo al no verte y a mi me preocupaste un montón.
──Lo siento.──Se volvio a Disculpar la monera.
──Ya no te disculpes, más bien.──Harika sonrio malvadamente.──Hay una fiesta en el harén por nuestros embarazos, vamos, tenemos que ver la cara de esas víboras.
──Quisiera tener un celular para grabar esto.──Rio Gulden entrando al haren junto a sus amigas.
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Voy a empezar a actualizar esta historia más seguido XD.
