05|♡Céline en los aposentos de Yavuz.♡

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──Sultana

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──Sultana.──Llamo con miedo la criada a Emira.──No se haga daño...

Emira simplemente le dio una mirada y salió hecha una fiera de sus aposentos, ¿Quién se creía Harika para irla a acusar con su Sultán?, Si Harika iba a acusarla con Yavuz, ella la acusaría con la Valide.

Hizo la reverencia y miro a la mujer con su típico gesto de mosquita muerta, aquello preocupo a la Valide y le pidió que se sentas a su lado.

──Emira, ¿Qué ocurrió?

──Harika, la nueva favorita del Sultán me falto el respeto y delante de las criadas, no me da mi lugar en el harén.──Sollozo Emira.

──Sabía que esa mujer solo traería problemas, pero estate tranquila Emira, no dejare que nadie en este harén te vuelva a faltar el respeto.──Aseguro Mükerrem antes de salir de la habitación y comenzar a caminar por los pasillos.

No quería conocer a Harika, no le importaba en lo más mínimo, ella solo quería escoger a una muchacha, la mejor forma de castigar a esa insolente seria enviando a otra mujer a los aposentos de Yavuz, sabía que le dolería en el orgullo a Harika.

──¡Atención! ¡La madre sultana esta aquí!──Las criadas hicieron la reverencia al ver a la Valide pasar por los pasillos.

Miro a las mujeres con superioridad, y las miraba a cada una con detenimiento, pudo observar una cabellera marrón oscura que le llamo la atención, se detuvo justo delante de la dueña de ese precioso cabello.

──¿Quién eres tu?──Mükerrem le tomo del mentón a Céline.

──Soy Céline, mi Valide.──Respondió entre una mezcla de miedo y seguridad.

──Bien Céline, iras a los aposentos de mi hijo esta noche, quiero que te arregles.

Mükerrem se dio la vuelta y camino hacia sus aposentos, dejando a Céline anonada por la situación.

Las demás mujeres del harén comenzaron a maldecirla, ¿Ella que tenía de especial?, Se preguntaban entre sí.

Algunas comenzaban a murmurar por lo bajo que ojala no quedase embarazada, definitivamente Céline escuchaba los susurros.

──Vamos a arreglarte.──Susurró María a la dominicana.──Salgamos de aquí antes de que alguna se le ocurra quemarte la cara.

Ambas salieron del harén aún bajo de las demas mujeres, y habia una que miraba con total odio la escena, Defne, ella se preguntaba que le habían visto a Céline, muy bonita y no era.

Ambas salieron del harén aún bajo de las demas mujeres, y habia una que miraba con total odio la escena, Defne, ella se preguntaba que le habían visto a Céline, muy bonita y no era

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──¿Así estoy bien?──Preguntó Céline mirando el vestido rosa que tenía puesto

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──¿Así estoy bien?──Preguntó Céline mirando el vestido rosa que tenía puesto.

──A mi parecer si.──Aseguró María.

──¡Chicas!──La voz de Harika asustó a Céline y María.──No se imaginan en la vaina que me meti....──Harika guardo silencio.──Ponte un collar o algo, destaca ese escote.

──¿No estas molesta?──Pregunto Céline con sopresa.

──No.──Respondió Harika.──Por muy placentera que fuera la noche, no me he enamorado, para eso se necesita tiempo.

Harika tomo una cadena de oro y la acomodó en el cuello de Céline.

──Ahora si, ya estas lista.

──¿Que harán ustedes?──Preguntó la dominicana.

──Yo leeré algún libro.──Dijo Harika.──¿María?

──¿Escribir?

Céline asintió y tras despedirse de las otras dos, salió de la habitación acompañada por el Agha principal, este le daba las indicaciones que debía seguir, también le decía que cosa y que no hacer en presencia del Sultán.

Céline estaba muy nerviosa, y con cada paso aumentaban sus nervios, así fue hasta que llego a los aposentos de Yavuz.

El Agha de la puerta le dijo que ya podía pasar, entro tras soltar un suspiro nervioso.

Al verla, Yavuz la miro con sorpresa, realmente él esperaba a Harika esta noche, pero al ver a la dominicana, cualquier pensamiento relacionado a la otra mujer desapareció.

La noche incio con un beso demandante que fue el inicio de una nueva favorita, una que quizás fuese muy importante para el imperio.

A la mañana siguiente, Céline volvía al harén, bueno, ahora se llamaba Gülden, nombrada por el Sultán.

Unos Aghas la seguían con unos cofres hasta la habitación de las favoritas, la misma que era la de Harika Ahora sería suya.

Las dos peruanas miraron con curiosidad los cofres, Harika se acerco lentamente a Gülden, la cuál encogio los hombros.

──Desde ahora, ambas compartiran habitación.──La Daye de la Valide habló.──No quiero ni quejas, ni peleas, si me entero de alguna, no dudare en castigarlas.

Harika y Gülden asintieron, la mujer mayor salió de la habitación junto a los aghas, dejando a las otras tres paraditas.

──¿Supongo que ahora dormiremos juntas?──Pregunto Gülden con nerviosismo.

──Eso creo.──Respondio Harika con una sonrisa.

Reinas OtomanasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora