31| Atención, Sultán Osmán Khan

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──Mi hijo al ser el mayor ascenderá al trono

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──Mi hijo al ser el mayor ascenderá al trono.──Hablo Emira.

──Tu hijo ni siquiera esta calificado para eso.──Hablo Harika.──Es igualito a su padre, el pueblo lo odia.

──¡A mi hijo nadie lo odia!──Grito Emira.

Y antes de que alguna más pudiese dar su opinión del asunto, Azra se levanto sorprendiendo a las demás, la mujercita comenzó a caminar en circulos por la habitación, mientras las demás mujeres la miraban como si estuviese loca, cosa que era imposible, pues su inteligencia era evidente, Gunay la observo fijamente, dándose cuenta de una sonrisa en su rostro.

──¡Eres una mal...!──Grito la morena mientras era interrumpida por la risa de la traicionera mujercita.

──Ninguno de sus hijos se sentara en el trono de la dinastía otomana.──Azra sonreía.──Por que mi hijo ahora es el nuevo Sultán, y el que se encarga de velar por la dinastía, acompáñenme.

Las demás mujeres al escuchar eso guardaron silencio y palidecieron, Harika, Nurgul y Gunay ya sabían que esto no tenia futuro y como si caminaran automáticamente siguieron a Azra hasta la torre de Justicia.

Lo que miraron, Allah, vieron como Osman salía de Topkapi con la vestimenta característica del nuevo Sultán Otomano, se sentó en el trono que alguna vez habían ocupado Yavuz y Suleiman y levanto su mano, en señal de que todos podían dejar la reverencia.

Con ese suceso se dio inicio a la ceremonia de ascensión al trono, siendo el, el nuevo representante de la casa Osmanlí, Osman juro que su reinado seria diferente que él de su padre y que elevaría al imperio en una época gloriosa.

Los gritos de la gente pidiéndole a Allah por la larga vida del Sultán no tardaron en hacerse escuchar.

──¿¡Como se supone que hiciste eso?!──Pregunto Nurgul enfurecida mirando a Azra.──Teníamos un trato todas, una vez que muriese Yavuz, nosotras nos sentaríamos a evaluar quien seria el nuevo Sultán.

──No recuerdo ese trato.──Sonrió mientras mentía.──Lo cierto es que mi hijo ahora es él Sultán, y yo soy su Valide.

──¡Rata traicionera!──Grito Gunay, ganando una risa por parte de Azra.

──Ahora, mi primera orden es clara.──Azra miro con superioridad a las últimas cuatro mujeres.──¡Aghas! ¡Lleva a las Sultanas al palacio de lagrimas! Ahí es donde todas ustedes se pasaran sus vidas llorando, por culpa de todas sus desgracias.

Los hombres rápidamente tomaron a las cuatro mujeres por los brazos y comenzaron a jalonearlas, claramente las Sultanas pelearon para que no se las llevaran, pero fue imposible, ellas terminaron en el palacio de lagrimas y sus hijas tuvieron que regresar a sus palacio correspondientes.

Todas las mujeres se reían de ellas al verlas entrar, olvidándose que alguna vez ellas también estuvieron en su lugar, pero eso no importo.

Y como si la ahora Valide Sultán quisiera ver el mundo arder, las encerró a las cuatro en una sola habitación, con la excusa de que al ser exs mujeres del sultán, ya habían perdido cualquier privilegio de tener una habitación propia.

Azra deseaba con toda su alma que ellas se matasen entre si, pero lo que ella no sabia, es que por un mismo deseo de venganza en conjunto podrían hacer grandes cosas.

──¿Qué ocurrirá con nuestros hijos?──Pregunto una Emira hecha polvo mientras sollozaba.

──¡La voy a matar!──Grito Aasiyah.

──Mirhca nos conseguirá la información sobre lo que paso con nuestros hijos.──Hablo Gunay.──Sin embargo, deben estar preparadas para lo peor, esperando lo mejor.

Y al pasar de unas horas Mirhca llego al palacio de las lagrimas, con la información que le habia pedido Gunay, en ese preciso momento se dio a entender que los príncipes estaban encerrados en unas Kafes, sin ningún derecho a nada, para que no pudiesen tomar el trono.

Y al pasar de unas horas Mirhca llego al palacio de las lagrimas, con la información que le habia pedido Gunay, en ese preciso momento se dio a entender que los príncipes estaban encerrados en unas Kafes, sin ningún derecho a nada, para que no pud...

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──Mehmed

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──Mehmed.──Llamo Azra al ver a su hijo tan preocupado.──¿Qué ocurre?

──¿Qué ocurre? ¡Lo has arruinado todo!──Grito entre lagrimas su hijo.

──No te entiendo mi león.

──Has firmado mi sentencia de muerte junto a la de mis hermanos colocando a Osman en el trono.

──Ya hemos tenido esta conversación.──Azra rodo los ojos.──Y te dije que nunca desconfiaras de tu hermano Osman, el seria incapaz de siquiera pensar en asesinarte, el te ama, es evidente.

──¿No viste el brillo en sus ojos cuando ascendió al trono? Es evidente que va a hacer cualquier cosa solo para quedarse allí.

──Osman no hará eso, ya lo dije.──Dijo Azra cansada de que su hijo estuviera de paranoico.

──Por una vez en mi vida espero que tengas razón. 



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