42| ¡SI GUERRA QUIERE ESA MALPARIDA, GUERRA TENDRA!

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Nahid y Luis paseaban por el jardín, preguntandose seriamente cuantos hijos querian tener, pues a Nahid no le gustaban los números impares pero a Luis si

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Nahid y Luis paseaban por el jardín, preguntandose seriamente cuantos hijos querian tener, pues a Nahid no le gustaban los números impares pero a Luis si.

──Tengamos siete.──Dijo el emperador francés.

──Seis.──Dijo la emperatriz.

──Siete estarian bien, no necesitaremos más y...

──Seis dije.──Interrumpió Nahid.──No voy a dar mi brazo a torce

Luis pensaba en refutarla pero uno sirviente llego corriendo hasta ellos y le entrego una carta a Nahid, sorprendida por que no esperaba una respuesta de su madre tan rápido.

Cuando leyó el remitente, un escalofrío recorrió su cuerpo, dandose cuenta de que algo malo iba a ocurrir.

Bajo la mirada inquieta de Luis comenzo a leer, su piel perdia color cada que leia otro párrafo.

──Tenemos que ir al Imperio Otomano, pero ya.

Y con esto la emperatriz de francia subió a un barco que la llevaria hasta el territorio otomano, le hubiese gustado venir con Luis, pero no podían dejar el imperio tirado, por lo que solo llego ella.

Una vez tierra firme camino hasta el mausoleo de su madre, al ver su tumba ahi se sintió a desfallecer.

Camino hasta allí, y cuando estuvo al lado de la tumba cayo al suelo, sus lagrimas comenzaron a caer y a su vez sollozaba, sentia su corazon ahogarse.

──Mamá.──Llamo en llanto mientras lloraba sobre la tumba.──Mami, mamita, ¿Por que me has dejado sola? Mami, me vas a hacer mucha falta.──Lloraba amargamente la mujer.──Espero que puedas descansar en paz Mamita, si no fuiste feliz en esta vida, lo seras en la otra, saluda a mi papá y hermanos mamita, se que nos volveremos a ver, ¿Esperame si?

La emperatriz lloraba desconsolada como cuando era niña, solo que esta vez, su madre no podría cargarla y decirle que todo estaría bien y que no se preocupara.

Su mente rápidamente se dio cuenta de quien había sido la culpable de la muerte de su madre, lo que esa malparida de Azra no sabia, era que un corazon herido era capaz de acabar con el mundo.

Dentro del corazón de Nahid nació una llama, una llama que solo se apagaria cuando viese a Azra pedir por su vida.

La Emperatriz ahora mismo no existia.

Solo existia una cachorra que queria vengar a su madre, sin importarle a quien le arrebataria la vida por el camino.

Solo existia una cachorra que queria vengar a su madre, sin importarle a quien le arrebataria la vida por el camino

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──Nahid

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──Nahid.──Nurgul extendió sus brazos, indicando que podía acercarse.

Nahid corrió hacia los brazos de Nurgul y se quedo alli unos minutos, Nurgul le acariciaba los cabellos y le daba palabras de aliento.

Harika y Emira se sorprendieron al verla, pero al verla se unieron en el abrazo.

Estuvieron unos diez minutos o algo asi de ese modo, luego las cuatro mujeres se separaron.

Antes de que alguna pudiese hablar, ingresaron otras dos mujeres a la habitación, Mehpare y Sahnahz ingresaron a la habitación.

Las tres hermanas se fundieron en un abrazo.

──¿Cual es el plan?──Pregunto Mehpare mientras acariciaba a Nahid.

──No tenemos uno.──Confesó Emira.

──Lo principal es proteger a nuestro Sultán, no quiero que nada le pase.──Susurro Nurgul.

──Todavia tenemos a los jenizaros de nuestro lado, claro que podremos protegerlo, tenemos a Francia y al imperio safavida de nuestro lado, evidentemente podemos protegernos.──Sentenció Harika.

──Deberiamos partir con descubrir quienes son los traidores.──Dijo Nahid.──Una vez los tengamos, podremos proceder a tener un mejor plan.

──Alguien esta financiando a Azra eso esta claro.──Hablo nuevamente Harika.──Y se quien es.

──¿Quien es?──Pregunto Mehpare.

──El rey Gabriel, esposo de la reina Mehtap, ella es aliada nuestra y nos dio la información.

──Acabemos con él.──Dijo Sahnahz.──Pero primero debemos saber que le ofrecio esa mujer.

──Le ofreció parte de nuestro imperio y todo el imperio safavida.──Dijo Harika.──Esto según la carta.

Las sultanas rápidamente comenzaron a armar un plan, sabian lo que iban a hacer y las mayores se retiraron, dejando a las tres menores.

──Pobrecita.──Dijo Sahnahz cuando estuvieron solas.──Es tan ilusa que me da pena.

──Es ilusa al soñar que va a tener al trono de nuevo.──Dijo Nahid.──Pero tenemos que tener en cuenta de que mis tias confían en todo aquel que le sea leal.

──Eso es cierto.──Intervino Mehpare.──A estas alturas Azra ya debe tener a alguien informandole todo lo que sucede en el palacio.

──Eso es evidente.──Sahnahz miro a sus hermanas.──Tenemos que descubrir quien o quienes son, ahora que no esta Mirhca sera algo complicado pero podremos lograrlo.

──Azra todavia es madre.──Hablo Nahid.──Atike le debe importar en el fondo de su corazón, podriamos usarla como carnada.

──¿Vas a matarla?──Pregunto Mehpare.

──No, vamos a quitarle todo lo que tiene.──Nahid se levanto y camino hasta la puerta.──Tengo una idea, ire a contársela a las tías, regresó pronto.

Azra podria tener a mil personas y algunos jenizaros, eso era un punto a su favor, pero no contaba con que las mini viboritas de Topkapi eran más astutas e inteligentes, claro estaba que ellas harían cosas para truncarles los planes.

Reinas OtomanasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora