Año 2023, cuatro chicas amantes del imperio otomano, tuvieron las dicha o desgracia de viajar a dicho imperio.
Aunque al principio era una idea emocionante, la realidad es que sería un infierno en vida.
Un trono, cuatro madres que quieren proteger a...
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──¡Sahnahz!──Grito Esmeray al ver a su hermana menor entrar a los aposentos.
La cara de trauma de la sultana era evidente, como si toda su inocencia hubiese dejado dd existir, solo había una joven pálida mirando todo con cuidado.
──Mi pequeña hermana.──Esmeray abrazo a Sahnhaz cariñosamente.──Mi pequeña y adorada hermana, estaba tan preocupada.──Esmeray colocó su cabeza sobre la cabeza de Sahnhaz.
──Kralice...──Tartamudeo Sahnhaz con lagrimas en los ojos.──E-Ella.
──¿Sahnhaz?──Pregunto Esmeray sintiendo su pecho mojado.──Sahnhaz, linda, ¿Que ocurrio?
──Mi hermana...──Sahnhaz sollozo.──Bueno...Todo paso muy rápido...y ella...
──¿Que paso con Kralice?──Pregunto Esmeray preocupada.
──¡Kralice murio!──Grito Sahnahz aún con su nudo en la garganta.
Lo siguiente que hubo fue un silencio sepulcral en la habitación, el único ruido que había eran los sollozos de Sahnahz, y durante ese tiempo, Esmeray solo se dedico a sobarle la espalda a su hermana.
Aún sin creer que su otra hermana pudiese estar muerta.
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La mano de Ismihan se estranpo contra la mejilla de Mehpare, mientras que Ummugulsum miraba con odio a su hermana.
──¿¡Por que eres tan bruta?!──Grito con cólera Ismihan.──¿¡Tenías que arriesgar la vida de nuestros hermanos asi?!
──Si quieres morirte, hazlo tu sola.──Ummugulsum cerro el libro.──Recién recuperamos a Onur y tu vas y casi lo matas, ¿Es que acaso piensas en el problema que nos pudo haber traido eso y el dolor de nuestra madre?
Mehpare ni siquiera dijo nada, se dedico a mirar al suelo con la mano en su mejilla, todavía no sabia como decirles a sus hermanas lo ocurrido con Kralice.
──¿¡Donde esta?!──La voz de Hussein se hizo presente en la habitación, asustando a las tres sultanas.──¡Maldita cobarde!──Grito mientras sostenia a Mehpare de sus brazos.
──¿Que paso ahora?──Pregunto Ismihan.
──¿¡Que que paso?!──Hussein volvió a mirar a sus hermanas.──¡Que mi Kralice esta muerta por culpa de esta rata asquerosa!
Ummugulsum dejo caer el libro que tenía entre sus manos, su rostro palideció y parpadeo un par de veces.
Ismihan por su parte, tuvo que ser agarrada por una kalfa, cualquier color que hubiese existido ya no estaba.
Mehpare se maldijo por dentro por no saber que hacer.
Sabía perfectamente de que Kralice era la favorita entre todos sus hermanos, la más amada entre todos.
La adorada de su madre.
La Sultana Gunay...¿La odiaria a partir de ahora?
Otro golpe cayo en su mejilla, asuntandola, pero de igual modo se dio cuenta de quién era ese golpe.
──¡Maldita!──Grito Ummugulsum.──¡Maldita, mil veces maldita!
Ummugulsum levanto a Ismihan con ayuda de Hussein, y tras una última mirada de odio hacia Mehpare, salieron de la habitación, dejandola sola.
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──¿Que?──La voz de Gunay sono en un hilo de voz, apenas audible.
La mirada de Berat lo decia todo, él estaba igual de impactado que Gunay, esta noticia ni en sus peores pesadillas se las hubiese imaginado.
──Kralice murió.──Dijo friamente Yavuz.
Harika se llevo la mano a la boca y Nurgul miro al suelo con confesión y miedo.
Gunay perdió toda la fuerza de su cuerpo, teniendo que ser agarrada por Berat y Nurgul para evitar algún accidente.
Harika iba a acercarse, pero algo le dijo que era mejor que no lo hiciera.
El rostro de Gunay fue perdiendo el color poco a poco, sus ojos miraban a todos lados para buscar que hacer o algo que le dijiese que fue una broma de Yavuz.
Eso tenía que ser, una broma de Yavuz.
Recuperó la fuerza suficiente para levantarse y caminar unos pasos.
──¡Maldito!──Grito Gunay con toda la intención de irse encima de Yavuz.
Y si no fuese por Berat y Nurgul, muy probablemente lo hubiese matado allí mismo.
──¡Aghas!──Llamo Yavuz.──¡Saquen a esta loca!
Berat tomó a su esposa por los brazos y la saco de allí, mientras que la morena gritaba un montón de amenazas en todos los idiomas que sabía.
Una vez fuera de los aposentos del Sultán, Berat la soltó y toda la fuerza que había acumulado Gunay, volvió a desaparecer, cayendo por segunda al suelo helado de Topkapi.
──Kralice...──Susurró.──Kralice...¡Kralice!──Grito mientras las lágrimas brotaban de sus ojos.
Sin duda alguna, alguien observaba feliz desde su balcón.
