34| ¡Maldita seas!

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El carruaje se detuvo frente a las puertas de Topkapi, allí bajaron las cuatro mujeres, ingresaron y exigieron ver a Azra de inmediato

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El carruaje se detuvo frente a las puertas de Topkapi, allí bajaron las cuatro mujeres, ingresaron y exigieron ver a Azra de inmediato.

Minutos después de que ellas llegasen, otro carruaje se detuvo en las puertas del palacio, de ese carruaje aparecieron Nahid, Burak, Berat, Mehpare y Sahnahz, los cinco dispuestos a acabar con la Valide.

La mujer se mantuvo tranquila, pese a las diferentes expresiones que tenía delante suyo, mantuvo la calma, cualquier cosa, no era su culpa.

──¡Maldita!──Grito Aasiyah intentando abalanzarse encima de la valide, cosa que fue impedida por los guardias.

──Si no quieres que te mande a conocer a Allah, quédate quieta y todas ustedes.──Dijo la Valide.──No pueden hacerme nada, tengo un ejercito de guardias que acabaran con ustedes con tan solo un grito mío.

Emira agarró el floreo y se lo aventó a Azra, la cuál lo esquivo y miro a la mujer como si se hubiese vuelto loca, pero de igual forma no dijo nada, simplemente sonrió.

──Regresen a su palacio a llorar.──Dijo tranquilamente.──Todas ustedes no pueden decir nada, ¿Por que? Por que así funciona nuestro imperio, y si nuestro Sultán lo decidió de ese modo, tenemos que respetarlo.

──¿Lo decidió el Sultán o lo decidiste tu?──Pregunto Mehpare con evidente enojo.

Azra volteó a verla con sorpresa, ¿Dónde estaba la niña que era incapaz de refutar algo o simplemente responder? Era simple, esa inocente niña murió cuando la casaron.

──Regresen a su palacio ustedes.──Azra suspiro, realmente no quería hacerles daño a esas niñas.──Váyanse y no vuelvan.

──¿Y que si no me voy?──Pregunto Nahid desafiante.

──Ejecutare a sus demás hermanos.

Harika, Nurgul, Emira y Gunay palidecieron, no, eso no, tragándose su orgullo, los nueve comenzaron a irse de Topkapi, queriendo planear alguna solución contra este problema y estas injusticia.

Ocho de los nueve se habían ido, quedando solo una aun en los aposentos de la Valide, esa una era Gunay.

──¿Se te perdió algo?──Pregunto Cansada Azra.

──Solo recordarte que el que a hierro mata, a hierro muere.──Gunay sonrió.──Con lo que hiciste solo firmaste tu sentencia de muerte, tu sultanato se ira a la ruina y toda tu gloria desaparecerá.

──No soy tu, querida, mi sultanato no se ira a la ruina.──Aseguro la mujer.──Yo jamás permitiría eso, pasare a la historia otomana como la Valide más influyente, tendré mucho más poder que Kosem y Turhan juntas.

──Y tendrás la misma muerte horrible que Kosem, serás traicionada y morirás sola.

──No ocurrirá eso.

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