Capítulo 12

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Los rayos mañaneros del sol entraban por la ventana en la habitación. Los cálidos rayos del sol despertaron poco a poco a Edmund.

Edmund se incorporó en la cama tallándose los ojos. Edmund miró a su alrededor y se dio cuenta que estaba en la habitación de Caspian. Los recuerdos del día anterior regresaron como una película a su mente y se sonrojó.

Sentía ligeros calambres por su cuerpo y un poco de dolor en su trasero y cuello. Tocó delicadamente su cuello y sintió un inmenso ardor que lo hizo soltar un gemido de dolor.

Se levantó con cuidado de la cama y caminó hacia el baño de la habitación. Se miró en el espejo y vio una mordida en su cuello. La mordida estaba al rojo vivo, con colores morados y rosados alrededor. Edmund sintió un cálido sentimiento en su pecho, al fin se sentía completo y sentía a su lobo feliz.

Se lavó la cara y los dientes y regresó a la cama, su cuerpo le pesaba y aun sentía los ligeros calambres en su cuerpo; además sus piernas no le respondían adecuadamente debido a un pequeño temblor en estas.

Se acurrucó en la cama y cerró los ojos inhalando el olor de su alfa y el suyo mezclado en las sábanas.

Repentinamente sintió un pequeño sentimiento de tristeza inundar su pecho y sollozó bajito. Caspian no se encontraba en la habitación. Se sintió solo y una pequeña lagrima salió de su rostro al no tener a su lado a su alfa.

5 minutos después, la puerta de la habitación de abrió y Caspian entró con una bandeja enorme. Edmund se sentó en la cama sonriendo y su corazón brincó de alegría al ver a su alfa.

- Buenos días bebe – Caspian dejó la bandeja en la cama y se sentó a lado de Edmund.

- Hola – Edmund sonrió tímido.

- ¿Como dormiste? – Caspian le regaló un beso en la mejilla, Edmund cerró los ojos ante el toque.

- Bien ¿y tú?

- De maravilla – Caspian le sonrió coqueto, Edmund solo se avergonzó y bajo su mirada.

Caspian soltó una risita y acercó la bandeja a ellos. Huevos revueltos, Hotcakes, tocino, fruta picada, yogurt, pan tostado, mantequilla, mermelada, leche, jugo de naranja, agua y por último... una pequeña rosa a un costado de la bandeja.

Edmund abrió los ojos impresionado, era demasiada comida.

- Caspian... ¿y todo eso? – Edmund miraba la bandeja de comida.

- Necesitas comer amor – Edmund le tomó de la mano – estas débil, necesitas estar con energía – Edmund lo miraba con amor.

- Pero también comerás tu – Edmund tomaba un poco de fruta y se lo metía en la boca a Caspian.

Comieron compartiendo risitas, besos y caricias. Era un momento único para ellos, sentían como sus corazones latían en sincronía y sus lobos estaban felices.

Caspian se levantó de la cama y fue al baño. Edmund lo miro confundido mientras masticaba un bocado de hotcakes.

Caspian regreso con una cajita, se sentó en la cama y le tendió la cajita a Edmund.

Edmund abrió los ojos y miro a Caspian. El asintió.

- Debes tomártelos bebe – Caspian decía con delicadeza mientras le acariciaba el cabello de Edmund con amor.

Edmund asintió y tomo una pequeña pastilla rosada y se la tomo con un poco de jugo de naranja, todo bajo la atenta mirada de Caspian.

Ambos se sonrieron y se besaron tiernamente. Siguieron desayunando y nuevamente los besos y caricias regresaron.

Después de comer. Caspian tomó la bandeja y salió de la recamara. Edmund lo siguió en silencio y al llegar a la cocina abrazo a Caspian y enterró su rostro en la ancha espalda del alfa.

Caspian sonrió y se voltio para ver a su omega. Edmund volvió a enterrar su rostro, pero esta vez en el pecho de Caspian y soltó un pequeño ronroneo.

Caspian lo abrazó y besó su cabello. Se quedaron así unos minutos, disfrutando del uno del otro. Se miraron unos segundos. Sus miradas demostraban un amor tan puro y sincero que ellos jamás pensaron sentirlo, miraban cada detalle, cada imperfección en sus rostros y su enamoramiento aumentaba cada vez más.

- Limpiaré la cocina, regresa a la cama – beso la frente de Edmund – iré en unos minutos.

Edmund asintió y camino hacia la puerta, pero se detuvo a un paso de salir.

- Caspian...

- Mande – Caspian se volteaba poniéndose los guantes para lavar los platos.

- ¿Dijiste que tu mama no estaba?

- No, no está, salió 1 semana de viaje por su trabajo – le sonrió sincero.

Edmund le devolvió la sonrisa, le aventó un beso y salió corriendo de la cocina.

Caspian solo negó sonriendo y de dispuso a limpiar la cocina.

Edmund entro a la habitación y buscó su celular, pero no lo encontró en su ropa.

Edmund se recostó en la cama y volvió a cerrar los ojos. Siendo envuelto por sus aromas combinados en las sábanas.

Cuando Caspian terminó de limpiar la cocina, buscó sus celulares, los cuales estaban en sus respectivas mochilas.

Caspian entró a la habitación y vio a Edmund acurrucado en la cama y suspiraba entre sueños. Caspian podía sentir lo feliz que estaba Edmund. Se sentó en la cama y miró a Edmund. Su rostro relajado y una muy pequeña sonrisa hicieron que Caspian sonriera enamorado, vio la marca en el cuello de Edmund. Lentamente y sin despertar a Edmund beso la mordida, Edmund soltó un suspiro entre sueños.

Dejó los celulares en la mesa de noche y se acostó a lado de Edmund. Inmediatamente al sentir la presencia, Edmund se aferró al cuerpo de Caspian. El alfa sonrió y abrazó con ternura el pequeño cuerpo de Edmund y lo atrajo más hacia él.

Lentamente Caspian se fue quedando dormido también. 

MY PREDESTINED ✿ CASMUNDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora