Capítulo 19

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Habían pasado 2 semanas desde Edmund había desaparecido sin dejar rastro. El instituto completo estaba muy sorprendido por lo que había pasado. El director lo había anunciado en una reunión que tuvo con los estudiantes, los cuales estaban preocupados por el omega.

La presencia de Edmund en el instituto había afectado en cierto punto a todos, pues la mayoría de los estudiantes y hasta los profesores extrañaba las pequeñas peleas que el omega se metía de vez en cuando, o las travesuras que hacía o simplemente, verlo entrar a las aulas con una sonrisa o verlo por los pasillos bromeando junto a sus hermanos.

Todo mundo le daba palabras de apoyo a los Pevensie, quienes agradecían con una triste sonrisa.

El director no había parado de dar órdenes a las autoridades para que siguieran buscando a Edmund por todo lugar. Y aunque la investigación era muy lenta, pues casi no había pistas sobre el omega; la única que tenían era que los perros policías habían encontrado un pequeño rastro de Edmund el lugar que había sido visto por última vez. Siguiendo el rastro, encontraron una pequeña casa abandonada; en la cual, encontraron marcas en el piso de llantas y que el olor del omega desaparecía en ese punto. Y los policías estaban revisando todas las cámaras de la ciudad por si veían a un auto sospechoso. Pero hasta el momento no habían encontrado nada por la cantidad de cámaras que había en la ciudad y muchas horas de grabación.

Por otro lado, Caspian había empeorado aún más. Estaba sumido en una terrible depresión. Y todos estaban muy preocupados por él.

Caspian se había unido a la búsqueda de Edmund junto con Peter y todos los días se iba con los oficiales a buscar una señal de su omega. Pero al regresar a casa, su depresión aumentaba. Había dejado de comer bien y había perdido un poco de peso, unas pronunciadas ojeras habían aparecido debajo de sus ojos y su cabello se hallaba descuidado; junto con su barba que había crecido un poco más.

Peter y sus hermanas, junto con ambas madres estaban preocupados por el alfa. Temían que Caspian no soportara todo lo que había pasado. Era bien sabido que, cuando la unión alfa-omega era rota; uno de los dos, o ambos, caían en una depresión tan grande que muchos no sobrevivían.

Todos los días, los Pevensie iban a casa de Caspian a pasarse el día con él, cuidándolo y dándole todo el apoyo del mundo. Y Peter la mayoría de las veces se quedaba a dormir. Caspian eso lo agradecía, porque lo último quería en esos momentos, era quedarse solo.



Al mismo tiempo, el pequeño cuerpo de Edmund era tomado con violencia por el alfa casi todos los días. Edmund dejo se sentir dolor y solo se quedaba absorto en su pensamientos, con la mirada fija en un punto esperando a que el alfa terminara.

La mayor parte del día se encontraba solo y por las noches, el alfa iba a hacer toda clase de cosas con él. Tampoco había salido de la habitación y lo único que hacia era ver el cielo a través de la pequeña ventana rectangular.

Uno de esos días, Edmund se animó a hablar.

- ¿Por qué me estás haciendo esto? – pregunto el omega, mirando como el alfa se abrochaba su pantalón.

El alfa lo miro y se sentó en el borde de la cama.

- Porque eres mío – respondió sin importancia, acariciando descaradamente la pálida pierna del omega.

Esa respuesta fue la más tonta y sin sentido que Edmund había escuchado en su vida.

- Eso no es motivo suficiente para que me estes haciendo esto – lo miro con reproche y asco – no te das cuenta que solo me estas lastimando y privando de mi libertad solo porque un día me viste y decidiste tenerme contra mi voluntad, ¿Qué pensara tu familia si supiera todo lo que estás haciendo?

MY PREDESTINED ✿ CASMUNDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora