Capítulo 27

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Habían pasado 2 semanas y todo había vuelto a la normalidad.

Edmund había regresado al instituto. Todos lo recibieron con abrazos y gritos de emoción. También había recibido muchos regalos como flores, chocolates y muchas cartas de bienvenida. Todos en el instituto estaban felices de que Edmund por fin estaba otra vez con ellos.

Todos los profesores como regalo de bienvenida, le perdonaron todas las tareas, trabajos y proyectos que había habido durante todo ese tiempo. Ellos sabían por la situación que Edmund pasó y no querían que se viera estresado con trabajos pendientes, así que unánimemente, decidieron hacerle ese regalo; solo con la condición que a partir de ahora tenía que entregar todos sus trabajos en tiempo y forma.

Además, el director dio la orden de que Edmund recibiera clases particulares después del horario de clases, para que se pusiera al corriente con los temas.

Los Pevensie y Caspian siempre esperaban durante 2 horas después de la hora de salida, mientras Edmund se encontraba en sus clases particulares.

Ese día, Peter y Caspian fueron a comprar hamburguesas, mientras Edmund salía. Susan y Lucy se quedaron en el instituto realizando sus tareas correspondientes.

Edmund por fin había salido luego de 40 minutos. Caspian y Peter habían llegado también con las hamburguesas y comieron juntos en la cafetería, la encargada de ella les había dado permiso; solo con la amenaza que quería que dejaran limpia la mesa.

Todos comían sus hamburguesas tranquilamente.

- ¡Oye! – gritó Lucy - ¡Esa es mi papita, comete las tuyas! – Edmund había tomado una de las papas fritas de Lucy.

- Tienes que ser compartida – decía Edmund mientras se comía la papa frita robada.

Edmund y Lucy se empezaron a pelear por las papas fritas, mientras los alfas miraban divertidos la escena de los menores; hasta que Susan tuvo que intervenir porque Edmund y Lucy se empezaron a aventar papas uno al otro y ella no quería ponerse a limpiar toda la cafetería.

Siguieron comiendo hasta que Susan corto el silencio.

- Lucy, ¿Cómo vas con Aslan? – preguntó la alfa con una sonrisa, mirando a Lucy.

- Él... ¡Bien! ¡Nos llevamos bien! – contestó rápido Lucy, poniéndose roja como un tomate y bajando la mirada.

Todos en la mesa miraron divertidos como Lucy se sonrojaba.

- Le interesas Lucy – intervino Peter – pero quiere hacer la cosas correctamente, Aslan sabe que estas muy pequeña, así que se va a esperar hasta que seas un poco mayor, me lo dijo de alfa a alfa.

Lucy no podía estar más sonrojada, ella sabía que Aslan y ella tenían sentimientos en uno por el otro. Pero que sus hermanos lo sepan, le daba mucha vergüenza. Sus hermanos veían con diversión como Lucy se sonrojaba y se tapaba la cara con sus manos.

Terminaron de comer, limpiaron la mesa y salieron del instituto. Caspian pidió que a él y a Edmund los dejaran en su casa, ya que su mama quería pasar un rato con Edmund, los demás aceptaron.

Una vez que Caspian y Edmund entraron a la casa, los sorprendió ver a la mama de Caspian con maletas y muy apurada.

- Mama, ¿Qué ocurre? – pregunto Caspian viendo a su mama correr de un lado a otro.

- Hola hijo, tengo que salir de viaje de urgencia – decía mientras metía cosas a una bolsa – mi jefe me hablo y me espera en el aeropuerto dentro de 30 minutos para salir a otra ciudad para una junta super importante – en eso sonó el claxon de un taxi – ya llego mi taxi, nos vemos hijo, cuida bien la casa – le daba un beso en la mejilla – nos vemos Edmund, me dio gusto verte y perdóname quería pasar la tarde contigo, pero no podre y me alegra verte mucho mejor – también se despedía del omega con un tierno beso en la mejilla– nos vemos, los quiero – y finalmente salió de la casa.

MY PREDESTINED ✿ CASMUNDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora