Capitulo 11

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No todo, era matanza, drogas, venganza, alianzas ....

También había cosas del corazón como de aquella mujer que conocí en ese instituto, fue una de las mujeres más lindas que yo allá podido conocer.

Bueno ... solo recuerdo que, ese día estábamos reunidos en la mesa, les comente que me había metido a estudiar y además de eso que nuestro negocio de drogas se está abriendo a nuevos horizontes.

Les dije que me iba un tiempo para México, en unos meses ya que vamos a trabajar en un nuevo proyecto.

Todos muy emocionados, y mi hermana con sus ocurrencias como cosa rara.

¿Quien se va a quedar acá en lo del negocio?

Pues tu hermanita.

¿Y a mi no me vas a llevar?

Amooor mio, si nos vamos los dos ... quien queda en esto.Entendeme, igual no me voy a demorar mucho.

Bueno familia los dejo, que me voy para el instituto.

Me despedí, y me fui ..

Al llegar, allá.

Entre, y no sabia donde quedaba el salón, así que le pregunté al vigilante y me dijo que aquel pizzaron, estaban los nombres y los salones.

Así que me dirigí y vi en ese momento a aquella mujer.

Alta,pelo negro,blanca .... me acerco, la saludo y empiezo a buscar mi nombre y yo nada y nada que me encontraba.

Hasta que ella encontró el suyo, y al verme a mi en esas, se ofreció a ayudarme con la siguiente pregunta.

¿Quieres que te ayude?

Si, por favor ...

Me dices tu apellido?

Sanchez juan pablo

Mucho gusto mi nombre es Alejandra marin.

Un gusto, le dije.

En ese entonces empezó a ayudarme y entre la búsqueda empezamos a conversar hasta que me encontró y me dijo.

Mira, te toco en el mismo salón que el mio.

Ahhh! Super, vamos? Le respondí.

Sii, es en el cuarto piso.

Empezamos a subir, las escaleras y hablar de nosotros, y preguntas como que habíamos estudiado, nuestras edades y porque quisimos entrar a esto.

Ella, era abogada, y yo químico.

Al llegar al salón, los puestos eran de a dos.

Así que nos sentamos juntos,y desde ahí fue que empezó nuestra historia.

A la salida, decidí acompañarla a tomar el bus, igual el instituto y mi casa quedaban cerca, y como yo iba a pie.

De tanta charla decidimos vernos, todos los días aquí en este mismo punto y a la misma hora.

No me quiero alargar mucho en esta historia porque ya es algo que no tiene mucho sentido en mi vida.

Con el tiempo, nuestra amistad se fue forjando aun más y más ... ya que ella me llevaba regalos, yo también y así.

Hasta empecé a sentir cosas por ella, pero nunca,nunca me atreví a decírselo.

Lo nuestro se terminó, aquel 15 de mayo, el año si no lo recuerdo ahora.

Se termino todo porque ya era hora de irme para México.

Me despedí de ella, a sabiendas de que nunca más en la vida la iba a volver a ver.

Historia del cartel del surDonde viven las historias. Descúbrelo ahora