🎻O n c e🎻

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Hyukjae terminó la última nota, como siempre, impecable aún cuando su muñeca se sentía débil y un ligero dolor punzante le fastidiara.

El director Jung lo miró satisfecho asintiendo cuando terminó, Hyukjae lo miró serio como si solo esperara la noticia.

—Nunca decepcionas, Eunhyuk. —Le dijo levantándose mirando al otro violinista. —Eres bueno pero eso. —Señaló a Hyukjae. —Eso es a lo que llamó un regreso triunfante.

—¡Yo ocupé su lugar durante tres meses! —Exclamó Yoon Junhyun molesto.

—Y lo hiciste bien pero necesitamos a Eunhyuk como nuestro concertino. —El director Jung indico. —Eunhyuk, retomas tú puesto el próximo concierto.

Solo dió un asentimiento guardando su violín en su estuche con tranquilidad, no le importaba pues ya sabía que de nuevo tendría su lugar.

Tomó su estuche ignorando el discutir de Yoon Junhyun y el Director Jung, se retiró sin decir nada saliendo del lugar, aún no podía manejar y menos después de haberse forzado a tocar durante días así que simplemente tomó un taxi y fue a casa.

Saco su celular, dos mensajes de Heechul y una llamada perdida de su tía pero no de Donghae.

Una semana había estado esperando pero no había recibido respuesta alguna sintiéndose tonto, Lee Hyukjae jamás esperaba a nadie... Nadie que no fuera Donghae.

—Que estupidez. —Murmuro bloqueando su celular. Se sentía como un idiota esperando.

Era Lee Hyukjae, él no esperaba nada.

Llegó a su edificio, pagó dejándole el cambio al taxi y entro con su estuche en mano.

Su intención esa tarde era ir a casa, tocar hasta que le salieran callos en sus dedos y dormir.

—Disculpe, señor Eunhyuk.—El de seguridad se acercó a él con cierto temor, soltó un suspiro y lo miró. —Llegó un paquete al señor Donghae pero nos dijeron que se debe refrigerar y como he visto que ustedes son cercanos creí que podría guardarlo.

—Pues siga pensándolo. —Dio media vuelta molesto. —No somos cercanos.

—Oh lo siento...—El de seguridad le dió una reverencia para irse.

—Deme eso. —Hyukjse extendió la mano sin mirarlo, pronto sintió el peso de una bolsa.

—Muchas gracias, señor Eunhyuk.

—Como sea. —Las puertas del elevador se abrieron y subió apretando el número 6.

Solo entraría, dejaría esa cosa y se iría a su departamento.

Tecleo la contraseña del departamento de Donghae, la puerta le dió la autorización y entro. El lugar estaba callado pero por el ventanal dejaba ver el lugar casi impecable.

Miró una guitarra sobre el sillón y un par de hojas esparcidas por la mesa. No le tomó importancia y se dirigió a la cocina para dejar el paquete que asumía era de carne.

—No me jodas, todo se ve tan asquerosamente sano. —Murmuro asqueado al abrir el refrigerador y ver montones de verduras y frutas.

Dejo la bolsa sin cuidado y cerró el refrigerador.

Dispuesto a salir del lugar se detuvo un segundo, miró las hojas y la guitarra, su instinto de músico le decía que le echara una ojeada a aquello, regreso rápidamente y tomó la primera hoja, era la letra de una canción, habían rayones y notas.

Tomó otra hoja y eran partituras, las interpretó de inmediato e hizo una mueca, era una balada.

—Demasiado cursi. —Murmuro para sí mismo pero no pudo evitar sentarse y tomar la guitarra, como músico prodigio no iba dejar algunas notas que se escuchaban mal.

El violinista »EUNHAE« |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora