🎻T r e i n t a y c u a t r o 🎻

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Hyukjae tocaba con un nudo en su garganta y su corazón estrujado, tocó aquella melodía sin ver las partituras porque se la sabía de memoria, cerro sus ojos mientras tocaba. Su memoria recreaba el rostro de Donghae, su sonrisa y el brillo de sus ojos cuando lo escuchaba.

Podía incluso oler su perfume en aquel espacio y lo que diría en cuánto terminará de tocar Merry Go Round of Life.

Deseaba que estuviera ahí con él, tal vez pasar unos días en Japón haciendo turismo.

Pero eso no era posible.

Al terminar el concierto, su viejo director de orquesta lo felicito al bajar, le dió una leve sonrisa como agradecimiento después de todo él era quien lo había impulsado a irse a Viena.

En la fiesta de inauguración del lugar, dió un recorrido tomando fotos de las cosas que posiblemente le gustarían a Donghae aunque no sabía si se las mandaría.

—Me da un calcifer. —Le dijo a la mujer en inglés ya que no sabía hablar japonés, la chica entendió al instante y le enseño algunos tamaños, eligió el más grande.

No sabía ni porque estaba haciendo eso pero tenía la necesidad de comprarlo para Donghae.

—Soy patético. —Se dijo apretando con fuerza la bolsa y regreso a su hotel.

Había hablado de Heechul sobre la situación, el modelo le dijo que debía ver la opción de intentarlo nuevamente porque una realidad era que Hyukjae no lo podía superar y parecía que no quería.

Aún era un lío pero aún así le había comprado ese peluche al chico.

Miro por la ventana la gran ciudad de Tokyo, considero por un instante como sería vivir ahí.

Su celular sonó, era una llamada de Heechul y no quería contestar pero no es como si tuviera otra cosa que hacer así que lo llevo a su oído.

—Qué quieres, Heediot. —Le respondió sin dejar de ver por la ventana.

—Hyukjae, debes regresar... —La voz nerviosa de su amigo le extraño.

—¿Qué pasó? —Le preguntó, Heechul dijo algo que lo aturdió de inmediato. Sintió como su mundo se comenzaba a desmoronar, sus piernas flaquearon y se tuvo que sostener del vidrio.

Comenzó a sudar frío y sus ojos se llenaron de lágrimas...

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—¿En dónde está? —Llego preguntando sin importar el escándalo que estaba haciendo.

—Guarda la calma, Hyuk. —Heechul lo detuvo tomandolo de los hombros.

—¿Cómo diablos quieres que me calme? —Le dijo subiendo la voz pero Siwon lo tomó del brazo y lo sacó de la sala de espera sin mucho esfuerzo. —Sueltame, idiota.

—Cariño, por favor. —Siwon le dijo a su novio quién entendió el mensaje.

—Necesito que te calmes, ¿está bien? —Dijo con una voz dura. —Alterado no vas a ganar nada, te necesito tranquilo.

—Dime qué pasó. —Le pidió a su amigo quien suspiro y lo sentó en una banca.

—Tuvo una sobredosis... —Heechul lo mantuvo sentado. —Parece ser que fue accidental, Siwon lo encontró aún con vida pero no nos han dicho nada.

—Cómo... —Miro a Heechul para después mirar a Siwon. —Qué...

Hyukjae se sentía shockeado, su querido Donghae en el hospital por una sobredosis...

—Estará bien. —Heechul le dijo pero Hyukjae lo miro con lágrimas en sus ojos

—No, no, no, no otra vez. —Se lamento. —Mi sol no. —Heechul lo abrazo al instante. —No puede repetirse la historia, no con él.

El violinista »EUNHAE« |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora