🎻 U n o 🎻

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El sonido cesó de manera brusca.

A los segundos el estruendoso aplauso de las personas rompió el silencio, hubo vitoreos y pudo distinguir que todos en el auditorio se ponían de pie.

Otro éxito más para le Orquesta Nacional de Corea del Sur.

El director de la orquesta dió la orden para que se levantarán e hicieran la reverencia, coordinadamente lo hicieron pero él a diferencia de sus compañeros, lo hacia en automático como si fuera un robot. No se sentía agradecido, no se sentía feliz.

Solo era un concierto más de tantos que había hecho, dejo de contar después de su concierto número 100, después del concierto donde se dió cuenta que la música ya no le hacía sentir igual.

Si vida era tan monótona, lo que alguna vez lo hizo feliz, ahora era su pesadilla.

Con molestia cerró su estuche con su violín Stradivarius adentro y sin siquiera despedirse, salió del auditorio. Nadie se sorprendió, todos lo tachaban de arrogante por ser considerado el mejor de toda Asia y aparte provenir de un linaje importante en Corea.

Toda su familia ocupaba puestos importantes en la política, mercado, economía y milicia.

A excepción de él, quién se convirtió en la oveja musical de su familia.

Siempre trato de estar a la altura de los Lee, usando su talento y ganando un puesto en en la Orquesta Filarmónica de Viena pero que no sirvió de mucho porque nadie iba a estar orgulloso de él.

Bueno, solo una persona.

Su madre.

Hyukjae frotó su rostro ante los pensamientos intrusivos que estaba teniendo, soltó un suspiro haciendo que el taxista lo mirará por el retrovisor.

—¿Es difícil ser músico? —Le preguntó tratando de sacarle plática.

—No tiene idea. —Le respondió con un tono cansado mientras miraba por la ventanilla, bajo el vidrio y sintió el aire frío de la noche. —¿Le molesta? —Preguntó sacando un cigarrillo de su saco.

—Adelante. —El hombre le dió la autorización así que llevo aquel objeto a su boca y lo encendió dandole una calada profunda llenando sus pulmones de humo.

El resto del camino fue en silencio cosa que agradeció profundamente, no estaba de ánimos para sostener una conversación con nadie.

Llegó a su destino poco antes de terminar su cigarro, abrió la puerta y extendió un par de billetes al conductor.

—Quedese con el cambio. —Hyukjae le dijo bajando del auto y cerrando la puerta dirigiéndose a la entrada del lujoso edificio donde vivía. Apagó su cigarro y tiro la colilla en el bote de basura de la entrada.

Ese lugar era conocido por ser un lugar sumamente exclusivo, en su gran mayoría vivían celebridades y obviamente en su edificio no era la excepción aunque a él no le importaba, ni siquiera estaba interesado en el mundo de la farándula así que no sabía si su vecino de enfrente era alguien conocido para el resto del mundo o no.

Entro al elevador, y detrás de él, un chico de cabello castaño y poco más bajo él.

—Buenas noches. —Pronuncio esa persona apretando el botón en el piso seis. —¿Piso?

—Siete. —Murmuro Hyukjae, el chico apretó el número y las puertas se cerraron con ellos dentro.

Hyukjae no hizo caso a la presencia del otro y miro a un punto fijo sin otra intención más que esperar llegar a su departamento.

A veces sentía la mirada fugaz del otro comenzando a molestarle.

—¿Qué me miras? —Le dijo tajante volteando a verlo, el chico se sonrojo de inmediato y negó con la cabeza.

—Nada, nada. —Respondió volteandose apenado.

Hyukjae volteo hacia el tablero, piso seis.

Y después las puertas se abrieron.

El chico salió corriendo del elevador como si lo hubiera amenazado de muerte o algo similar, esbozo una pequeña sonrisa divertida cuando miro como chocaba con una maceta que adornaba el pasillo.

Las puertas se cerraron.

🎻

Entro a su departamento con gusto, amaba su espacio personal más que nada por eso su departamento era sagrado, no dejaba entrar a nadie así como no solía salir de él cuando tenía tiempo libre.

Aunque no es como que un músico de su categoría tuviera tiempo libre.

Le enojaba que tocaran sus cosas sin permiso, especialmente sus partituras y su violín que increíblemente era lo primero que siempre hacían así que evitaba tener invitados a toda costa.

No tenía TOC pero si le gustaba el orden, su propio orden.

Después de bañarse, entro a su habitación especial y dejo lo que había ocupado antes de cerrarla y volver a su habitación dispuesto a dormir.

Se metió entre las sábanas de seda color grises, estiró su mano en izquierda y apagó la luz de noche.

Cerró sus ojos, relajándose en el acto para poder dormir pero un golpe lo hizo fruncir el ceño.

Otro golpe más.

Abrió sus ojos molesto y se sentó en la cama prendiendo la luz. Otro golpe y entonces identifico que venía del piso.

Espero unos segundos más y cuando otro golpe se escuchó, se levantó molesto dispuesto a callar a esa persona.

Tal vez a otros no eran molestos pero para él si, tenía un oído agudo que le permitirá escuchar sonidos bajos y era beneficioso para la música pero que eran molestos en la noche, como ese golpeteo. Se puso un calzado y salió, llamo el elevador y entro para bajar un piso.

Contó los departamentos del piso de abajo y justo se puso delante de la puerta donde se supone la suya estaría arriba. Tocó la puerta con el puño, solo dos toquidos fuertes y espero un par de segundos cuando la puerta fue abierta.

—¿Qué nece...? —Las palabras se quedaron atoradas en la garganta al ver a la persona que había tocado.

—Deja de hacer ruido, trato de dormir. —Hyukjae hablo firme, como si aquello fuera una orden... Realmente lo era.

—Oh lo siento, pensé que no se escuchaba. —Donghae se sonrojo ante el guapo chico que tenía enfrente pero trató de mantener la postura. —Por cierto, soy Donghae.

—Bien Donghae, deja de hacer ruido. —Fue lo único que recibió a cambió y miro como Hyukjae daba media para dirigirse al elevador bajo la atenta mirada del castaño.

Entro al elevador dispuesto a regresar a su piso pero justo antes de cerrarse las puertas sus miradas se cruzaron por una fracción de segundos.

Algo dentro de Hyukjae se removió pero lo ignoro.

Sería la primera y última vez que interactuaba con él, se lo prometió a sí mismo.

Les doy la más grata bienvenida a esta nueva aventura

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Les doy la más grata bienvenida a esta nueva aventura.

La actualización serán los días viernes

Espero que sea de su agrado y la disfruten

-Yosho

El violinista »EUNHAE« |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora