TMZ [Minsung]

(𝟸)

"Hipnotizantes ojos que llevan a la tentación.
Tu mirada palpa en cada línea de sangre hacia mi
inocente corazón."

Sonidos de golpes repetitivos en la puerta al mismo tiempo una alarma ruidosa, fue inevitable para Jisung no despertar. Le estaban matando los oídos y a su pobre cuerpo.

Abrió sus ojos de a poco con su ceño fruncido, lastima que también comenzó a notar la jaqueca que se estaba presentando y el terrible dolor de cuerpo, probablemente por el frío de anoche.

Seguía escuchando los tormentosos sonidos, así que primero dio por apagar la alarma que quizás ha estado sonado durante muchas horas, después comenzó a fijarse el otro ruido que provenía de su puerta. No entendía nada.

— Oye idiota, ¿Te moriste o algo así? — Dijo la voz al otro lado de la puerta.

Jisung aún confundido se levantó del sofá y siente un golpe de mareo de repente, frunció el ceño y se sobó su frente.

—Mierda, mi cabeza... —Susurró Jisung para si mismo.

Después de sentir que se estabilizó un poco, se dirigió a la puerta en el que se había calmado los golpes en ella. La abrió de a poco y se asomó para fijarse que el origen de los golpes era de su amigo Jeongin.

— Hasta que por fin abres, pensé que te había pasado algo. —Entró como si nada, para ir a sacar una botella de agua de la nevera.

Jisung con su expresión molesta causado por la migraña y también confundido por la llegada de su amigo, lo miró.

— ¿Que haces aquí? — Preguntó Jisung para volver al sofá y sentarse.

— ¿Eh? Se supone que nos íbamos a encontrar para ir al bar, ¿Lo olvidaste? — Respondió Jeongin antes de beber de la botella de agua y mirarlo de reojo.

—¿Al bar? — Dijo desconcertado, tenía sus ojos cerrados tratando de que no le afecte la poca luz que entraba en la sala de estar e intentando recordar, hasta que lo hizo. —Es cierto, el bar.

—Carajo, pensé que yo era el que estaba arruinado, pero tú pareces que te hayas arrojado de un quinto piso. — Dijo Jeongin dirigiéndose a él, quedando frente a frente.

— ¿Gracias? — Contestó el rubio indignado, pero un recuerdo de anoche lo hizo distraerse. Recordó que se había quedado en la parada del bus y lo consumió el frío, pero ¿Había pasado algo más?

— ¿Sabes la hora que es? — Preguntó el pelirrojo con una ceja alzada, por otro lado Jisung solo estaba en su mundo. Sin recibir respuesta de este, Jeongin rodó los ojos en blanco.

— ¡Son las 6 de la tarde! — Dijo un poco alterado.

Jisung frunció su ceño por el atormento de sus oídos. — No grites por favor...

Nuevamente Jeongin rodó sus ojos en blanco algo frustrado y se sentó a lado del rubio. — ¿Qué pasó ayer? ¿Seguiste tomando después de que nos fuimos? — Preguntó ahora más tranquilo.

La verdad es que el rubio tenía recuerdos borrosos y confusos, después de que dejó a sus amigo en un taxi y se dirigió a la parada del bus. Recuerda haberse quedado dormido y algo lo despertó y...¡claro! El abrió los ojos de repente al parecer recordar lo que sentía que olvidaba.

«¡Me despertó un desconocido y después me llevo al taxi! ¿Que rayos?» Pensó Jisung, mirando de repente a Jeongin que hizo que el otro lo mirara de vuelta.

—Yo no estoy seguro, pero me quedé dormido en la parada del bus y un desconocido me ayudó, hasta me pagó el taxi. —Dijo Jisung de lo más casual, nada del otro mundo.