Olor A Durazno || Kaigaku×Zenitsu [Bl]

Extra 9

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Tanjiro abrió suavemente sus ojos, sentía su cuerpo adolorido, y lo primero que observo, fue un par de ojos color ambar y unos ojos verdosos.

—¡desperto, tanjiro!.—inosuke abrazó a tanjiro, quién soltó un grito del dolor.

—¡inosuke, déjalo, vas a matarlo!.—grito zenitsu.

Algunas personas conocidas se acercaron, corriendo a saludar, nezuko lagrimeo de felicidad, kyojuro había dado palmadas de felicitaciones.

—vaya, cabezota, pensamos que ibas a morir.—el peli negro se adentro en la habitación.

—¿kaigaku?...tú, tú...—tanjiro observo con sorpresa al contrario, este tenía el ceño en señal de dudas.—¿asi eres estando humano?.

—oye, eso ofende, pero si, logré volver a mi forma humana, morire como ustedes en algunos años más, no tengo ninguna marca de cazador.—kaigaku le restó importancia, sus hijos también se habían sorprendido ante unos ojos muy similares a los de su madre. Kaigaku tenía unos ojos invidiables.

—vaya, ¿y los demás, estan bien?.—consultó tanjiro, observando las pequeñas muecas de preocupación.

—obanai hizo lo que pudo, estuvo peleando contra tí, eso por que muzan intento controlarte y apoderarse de tí, quedo grave, es posible que...no sobreviva.—comentó kyojuro.

Tanjiro se confundio levemente, pero pequeñas imagenes se le venian a la mente, por lo que suspiro. Al menos, sabía que algunos iban a vivir un par de años.

—en fin, ire a visitar a mi padre.—comento kaigaku, marchándose a visitar al alfa mayor.

Zenitsu sonrió de alegría, genya había estado ocupado con senjuro, por lo que no estaba presente en la habitación, tanjiro sonrió de forma tranquila, había logrado cometer su meta. Ya habrían noches de paz.

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Gyomei estaba en una habitación, recostado en un enorme futon, junto a él, habían varios gatos, rodeando el futon o durmiendo en el dorso del alfa.

—hola, ya vine. Tanjiro a despertado.—comento kaigaku, en sus manos había una bandeja con un postre.—hiro y hotaka estan con zenitsu.

—lo note. Gracias por venir.—sonrio el contrario, sentándose a duras penas, mirando a su "cria" sentarse a su lado, dejando la merienda en su regazo.—gracias nuevamente.

—no es nada, lamento no haber sido de tanta ayuda en la batalla.

—descuida, ayudaste a los heridos, y eso es suficiente.—sonrio gyomei, comiendo el pequeño flan.

Kaigaku sonrio levemente, acariciando un pequeño felino de pelaje blanco, sintiendo el ronroneo. Ya podia estar tranquilo, sus hijos vivirían como personas normales en un futuro, y su descendencia iria creciendo en poco tiempo.

—sabes, ya se que la marca de cazador afecta a los 25 años, y tú ya tienes 27. Eso significa que...te iras en un tiempo más. ¿No?

Gyomei dejo el postre de lado, sentía el pequeño olor de preocupación en kaigaku, por lo que le acarició la cabeza, no había de que preocuparse.