nineteen | five minutes

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La mañana siguiente en definitiva fue un desastre, al igual que los días que le siguieron a la misma.

Sunoo fue transferido a otro dormitorio por tercera vez sin muchas explicaciones por parte de los altos mandos. Los rumores tampoco se quedaron atrás, haciendo la vida de ambos chicos un infierno en los amplios pasillos del instituto.

No lo habían aceptado tan fácil en un principio, pelearon un poco respecto a la decisiones tomadas por el director y otros mandos, pero se quedaron sin opciones y no les había quedado de otra que aceptar.

Al final, ellos eran los que habían cometido la infracción.

Cometieron una gran infracción, esto debería de ser motivo de expulsión, sin embargo, por respeto y aprecio a sus padres decidimos tomar otras medidas respecto a ustedes dos.

El director había dicho, una vez que ambos estuvieron en su oficina a primera hora del día, como fue comunicado en el momento que pusieron un pie adentro del instituto.

Y al escucharlo, Sunoo tembló un poco al lado de su ahora novio.

—¿A qué se refiere señor Yang?  —Heeseung había cuestionado.

Lee Heeseung y Kim Sunoo, fichados por haber roto la regla #6 que exhorta a quedarse únicamente en el centro educativo en horario de clases y en el toque de queda, prohibiendo por completo la salida de este sin permiso directo de algún docente o alto mando. —Yang leyó la carta que ahora sostenía entre sus casi arrugadas manos.

Los ojos de Heeseung se apretaron mientras que su mandíbula se contrajo al escucharlo, lo habían jodido. Observó a Sunoo darle una rápida mirada llena de nervios, lucía asustado y quizás no era tanto por lo que le pasara a él.

Mierda —murmuró Heeseung.

—Tranquilo joven Lee, no notificaremos esto a su padre y tampoco afectará a su promedio —habló una de las rectoras presentes—. Sabemos que fue una equivocación de ambos, sin embargo, el joven Kim será transferido a un nuevo dormitorio y respecto a su relación me temo que tendrán que evitar cualquier contacto directo entre los dos dentro y fuera del plantel.

—¿Qué está diciendo? No pueden hacer eso —habló Sunoo por primera vez en la conversación.

—Lo mismo que escuchó señorito y si podemos hacerlo, todo para evitar futuros altercados similares a este.

—Esto debe de ser una broma —escupió Heeseung—. No me jodan con eso, no alejarán a Sunoo de mi.

—Me temo que eso no lo decides tú, Heeseung. —demandó el director Yang—. Son órdenes directas que no puedes ignorar y mucho menos desobedecer, lo sabes muy bien.

—¿Lo sé muy bien? —preguntó con molestia—. Menuda porquería, se hace la vista gorda cuando todos salen en toque de queda incluyendo a su querido hijo, cuando fuman casi en sus narices y cuando follan en cada baño de este maldito instituto, pero ahora quiere hacerse el más recto, ¿No? Váyanse todos a la mierda.

Heeseung se paró de su asiento y encaró a todo el consejo dejando a más de uno sorprendido, alguien como Heeseung jamás habría hecho algo así, no el joven estrella Lee Heeseung.

El director se alzó enojado, chocando ambas palmas de sus manos en la mesa, haciendo que todos temieran lo peor.

Sunoo por otro lado, tomó la mano de Heeseung buscando tranquilizarlo, pero no servía de nada, no cuando su hyung se encontraba más que enojado y él no podía hacer otra cosa que no fuera temblar.

STARBOY ✰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora