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Debut (1)🏎️

Bahrein.

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Primero conocí a Charles. Lo que llamó mi atención respecto a él fueron sus preciosos ojos. Juro que jamás vi un par de ojos tan bonitos como los de él, brillando debajo de los reflectores mientras hacía un esfuerzo descomunal por tratar de no mirarme.

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Cuando me mudé aquí, honestamente enamorarme era lo último que imaginaba y esperaba hacer.

Quién diría que me terminaría enamorando no de uno, sino de dos...

Genuinamente quería aprovechar mi pasantía y enfocarme en mi carrera.

Aunque bueno, no fue la única carrera en la que me terminé enfocando.

Siempre había sido fan del deporte, y cuando mi escuela consiguió un convenio con la Fórmula 1 lo vi como una señal divina de Dios o del universo... o de Dios universal, porque, ¿cuáles son las probabilidades de que eso pase? Y mejor aún: ¿cuáles son las probabilidades para que me dieran la única plaza disponible para esto que es relacionado a mi carrera?

1. Y ese uno fue mío. El puesto es mío. Un año entero de viajar alrededor del mundo de la mano de un deporte que amo con todo mi corazón desde que era niña, con 20 pilotos que admiro desde siempre. Con un sueldo bastante generoso, una oportunidad para hacer crecer mi carrera, viáticos pagados y todo incluido. Suena demasiado bueno como para ser cierto, estoy segura de que estoy soñando y voy a despertar en mi cama en cualquier momento, pero no fue hasta que la encargada me entregó la llave de mi cuarto de hotel que caí en cuenta que todo esto es real.

Y por si fuera poco, estaba a nada de descubrir que todas estas comodidades y beneficios son nada a comparación de las 2 sorpresas que estaban a punto de integrarse a mi vida para modificarla por completo.

-¿Cómo dejé que me convencieras de ir a ver 20 carros dando vueltas en círculos?

-¡Es interesante! Además, ese pase que traes en el cuello vale más de 3000 euros.

-Joder, ¿de verdad?.- mi amiga lo apretó contra su pecho.- Pero de todas formas, no sé qué es lo que encuentras tan fascinante de ver a un carro dando vueltas.

-Monoplazas.

-¡Cómo sea! Más te vale que me acueste con uno de ellos hoy, porque estoy odiando cada segundo.

Reí, pero no quise romper su ilusión. Los pilotos siempre estaban demasiado concentrados en las carreras como para prestar un poco de su atención a otra cosa que no sea el volante. Y esta es mi primera carrera también, entonces quiero hacerlo de maravilla.

-Okay, escucha. Voy a estar contigo todo el tiempo, pero cuando sean las últimas 5 vueltas voy a tener que bajar para estar lista y lograr entrevistar a alguno, ¿okay?

-Shhh, Anya, me distraes, ese chico me está mirando, voy a hablarle. ¿Te veo en el hotel al rato?

Pero ni siquiera pude contestar cuando mi amiga ya se había desaparecido entre el tumulto de gente en su dirección.

Bueno, al menos una de nosotras no está nerviosa.

Las últimas vueltas me parecen ridículamente cortas, estoy convencida de que las acortaron solamente para joderme a mí, pero de igual forma, voy con el camarógrafo que me habían asignado hoy y bajo a donde está la prensa.

Mi medio es pequeño, es de hecho el más pequeño de todos, tanto así que solo va a transmitirse en las redes de mi universidad y en un canal local de cada sede, y justo por eso va a ser un verdadero milagro que siquiera uno de ellos acepte contestar una de mis preguntas. ¿Por qué lo harían? El micrófono tiene una calcomanía de un medio que absolutamente nadie conoce, sostenido por una chica que nadie conoce. Yo me iría directamente con Skysports, la verdad.