-Ven conmigo.-¿A dónde?
-A Mónaco, voy a pasar unos días con mi familia aprovechando que no es semana de carrera. Tomamos el jet, nos quedamos en mi departamento, comemos con mi mamá y mis hermanos, y no sé... podemos dar una vuelta en mi yate tú y yo solos.
Tentador, jodidamente tentador. Ciertamente me gustaría viajar con él, conocer un poco más de su vida fuera del paddock, platicar con su familia y salir en una cita en su ciudad natal, porque me encantaría tenerlo como un guía turístico. Pero no somos una pareja normal que puede ser vista comiendo un helado sin problema después de cenar.
-¿Y cómo vas a presentarme con tu familia?
-Pues como mi novia.- responde como si fuera lo más obvio del mundo. Y en cierta forma lo es, porque lo soy. Solo hay un pequeño detalle.
-Súper, ¿vas a presentarme también como la novia que compartes con tu mejor amigo? ¿O eso lo vas a excluir?
-Anya...
-Porque también lo soy, Charles. Y si me presentan como sus novias con su familia, ¿qué va a pasar en un evento al que tengan que asistir los dos? No va a funcionar.
Se queda callado un momento, jugando con su mano sobre la mía. Su mirada divagando por la habitación como si fuera a encontrar la respuesta en alguna pared.
-Podrías... podemos, uhm... puedo pasar todo el fin de semana contigo. Les diré que los veo luego, voy a Mónaco seguido, puedo salir con ellos en mi próximo descanso.
-El próximo descanso es en dos meses, Char. Además, jamás te pediría que escogieras entre tu familia o yo. Me encantaría conocerlos, pero es más complicado que eso. Y no es como que acceder solucionara todo, de igual forma tendríamos que cuidarnos de las cámaras y los fans. Es...
-Complicado.- agrega.- Bien, tienes razón.- niega con la cabeza.- No sé en qué estaba pensando, disculpa.
-No te disculpes, bonito. No tienes porqué.- respondo enterrando mis dedos en su suave cabello, sintiéndolo relajarse bajo mi contacto.- Ya será para la otra.
-Pero igual deberíamos tener una despedida apropiada. No vamos a vernos en una semana.
Oh.
-¿Qué tienes en mente?
Sonríe de lado antes de recostarme sobre el colchón y besarme con ternura, pero poco a poco, conforme el calor aumenta, se vuelve un poco más desenfrenado.
Sus labios recorren cada centímetro de mi cuello, y se apresura a quitarme su camiseta para dejarme solo en bragas. A Charles le gusta que me pasee por su departamento de esta forma. Y a mí me gusta hacerlo.
Se entretiene en mis pechos un rato, besando mis pezones, y eso me hace arquear la espalda, permitiéndole tener un mejor acceso a ellos. Sonríe contra mi piel sensible, su aliento se encarga de erizarla, y todo se vuelve aún mejor cuando lo siento descender sus dedos hacia mi intimidad. Le gusta jugar conmigo, tenerme jadeando su nombre pidiendo por más, clavando mis uñas en sus fuertes brazos.
-Mon amour, ¿estás así de mojada para mí?- pregunta con dos de sus dedos presionando mi clitoris por encima de la tela, haciendo círculos con ellos, aplicando el roce perfecto para hacerme retorcer bajo su contacto.
-Charles, tócame, por favor.- pido volviéndolo a besar, porque no le quiero dar la oportunidad de que lo posponga al jugar conmigo.
Por el contrario, se hace cargo de hacer la tela a un lado.- Creo que nunca te había dicho lo mucho que me encantas cuando usas ropa interior roja, bonita.
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RomanceBut does he know you call me when he sleeps? ❤️🔥❤️🔥❤️🔥 Salir con Charles y Carlos es una fantasía. Lo mejor de dos mundos nunca se sintió tan real. Pero una vez que esos mundos se juntan, no hay fuerza en el universo que nos pare. Los amo a l...