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Bueno, puedo tachar "follar en el privado del club más exclusivo de Singapur con Carlos y Charles" de mi lista de cosas por hacer.

Ese encuentro a mitad de la madrugada fue exactamente lo que necesitábamos para lo que nosotros sabíamos, era un tema que tendríamos que discutir luego. Es fácil de solucionar, de hecho, solo tenía que mantenerme alejada de Carlos ese fin de semana hasta que sus padres se fueran y no tuvieran que preguntar nada, y dijo que les diría que terminamos la próxima vez que los viera.

Charles no dice nada, pero sé que piensa mucho en todo esto.

Me llevó a mi hotel, y apenas estaba preparándome para irme a dormir casi a las 4 de la mañana, cuando alguien tocó a mi puerta. ¿Se le habrá olvidado algo? Me dejó aquí hace poco más de media hora. Pero no es el monegasco de ojos verdes quien espera del otro lado del pasillo.

-Carlos, ¿qué...?

-Lo siento.

Quito mi mano de la puerta y simplemente me quedo estática frente a él, algo confundida al verlo con su cabello despeinado y una playera negra ceñida al cuerpo, remarcando en especial sus brazos que, dios sabe, amo tener alrededor de mi cuello.

-¿Qué?

-Sé que Charles y tú piensan que lo hice por territorial, para joderlos y poner la balanza a mi favor, pero te juro que no es así. De verdad me siento mal, lo quitaría si pudiera.

-Es tardísimo, ¿condujiste hasta aquí a esta hora para decirme esto?

-Me interesa mucho que lo sepas. Sé cómo se ven las cosas, pero no mentí cuando te dije que fue por pánico. Mis padres son... algo raros con estos temas.

¿Estos temas? ¿A qué se refiere?

-Te escucho.

-Están orgullosos de mí, lo sé. Están felices de que yo esté feliz, pero el tema de las parejas con mis hermanas y conmigo siempre ha sido importante para ellos. Lo han dejado clarísimo desde que tengo memoria.- suspira, sentándose en el piso del pasillo del hotel como si nada, como si fuera muy común encontrarte con un piloto de Fórmula 1 a mitad de un corredor, pero lo imito, tomando asiento frente a él dentro de mi habitación.

Tal vez lo ideal hubiera sido decirle que entrara simplemente, pero lo hizo tan rápido y como si no fuera la gran cosa que la verdad es que fue algo natural del momento, entonces dejo que continúe.

-Te había comentado en alguna ocasión que mi familia es conocida en España, ¿te acuerdas?.- pregunta y asiento, demasiado interesada en lo que me va a contar como para usar mis palabras.- Siempre han tenido la idea de que tener una pareja estable es señal de respeto, de que estás haciendo las cosas bien y de que "vas por buen camino". Claro que están orgullosos de mí, de las cosas que he logrado, pero desde que terminé mi relación con mi última novia, tengo la impresión de que no valgo lo mismo para ellos.

-Carlos, eso no es cierto, nadie podría pensar eso.

-No conoces a mis padres.- suelta junto a una risita.- Valía más para ellos siendo un piloto exitoso y teniendo una relación longeva, siendo "el paquete completo". Desde que terminé esa relación me han apoyado, sí, pero eso no quita que me pregunten si ya tengo novia cada vez que me ven. Lo hacen casi sin darse cuenta, porque eso es lo verdaderamente importante para ellos: la familia. Es como, sí, ganaste Singapur, conseguiste podio en Monza, ¡es genial!... pero sería más genial si tuvieras a alguien, ¿sabes?

Carlos es... más pasional, por decirlo así. Me gusta hablar con él y contarle cosas mías, pero creo que esta es la primera vez que él hace lo mismo; abrirse así conmigo, contarme algo tan personal para él, algo que lo afecta mucho.