Fanfic Chrischel

CAPITULO 20

Christopher

¿Escuche bien? ¿Embarazada?

Las palabras se repiten en mi mente a la vez que me tenso de pies a cabeza. Una sensación calida se instala en mi pecho.

-Chris...

Me levanto quedando frente a ella, sus ojos se enlazan con los míos a la par de que mi mente rememora como reaccione al embarazo de los mellizos, pero en este momento no está el enojo y la rabia que sentí por su mentira y por ocultarme que estaba embarazada.

El sentimiento es diferente, siento el corazón latiéndome a toda velocidad a la vez que mi ego y todo se junta manejandome a punta se instintos. El único impulso que tomo es besarla suelta un jadeo por la sorpresa pero poco me importa, la beso recorriendo su abdomen con mis manos llevándola a la cama, caigo sobre ella llenandole la cara de besos mientras la pregunta de cuantos serán esta vez se repite en mi mente.

Se ríe debajo de mi cuando bajo por su cuello hasta su abdomen besando lo que es mío.

-Basta que me dan cosquillas-se ríe con los ojos llenos de brillo por las lágrimas.

-¿Cuántos?-pregunto dejando un beso en el pircing que le adorna el ombligo antes de dejar mi rostro a la altura del suyo-¿Cuántos son esta vez?

-No lo sé, lo confirme antes de que llegaras.

-¿Por qué no me dijiste nada?

-Primero no es como que me dejaras hablar hasta hace apenas unos minutos-se ríe pasándome las manos por el pelo-segundo, no se estaba nerviosa y se que ya hemos hablado sobre esto pero no tenía idea de que seria tan pronto.

Me relajo bajo el tacto de sus dedos en mi pelo a la vez que reparto besos por su cuello, hombros y pecho.

-¿Te hace feliz? -me pregunta.-se que eres de pocas palabras pero... me gustaría escucharlo.

Respiro hondo tratando de procesar todo, se que pese a que tener la FEMF en mi poder es una ventaja muy grande pero se que no todos estarán contentos con eso, me vale mierda pero no voy a arriesgarme otra vez a perder lo único que me importa en estos momentos.

Beso su rostro y es que no me canso de hacerlo, quería tenerla así conmigo y el que esté embarazada es como un propulsor que me pone a mil, un motivo más para joder al mundo y poner lo mío en la cima a mi lado, porque están dementes si creen que me perderé de la vida de mis hijos.

Sus piernas se enrollan en torno a mi cadera cuando sus bragas se vuelven nada en mis manos, sus uñas arañan mis hombros cuando entro en ella con estocadas brutales que la ponen a gemir. El glande se expande en su interior, su calor y su necesidad se mezclan con la mía con la fricción de sus paredes en mi miembro.

La droga que es su boca me hace besarala mientras me hundo más en su coño el cual baña mi miembro con sus fluidos, siempre húmedo y caliente listo para recibirme, pese al tamaño y grosor de mi polla la recibe toda contoneandose debajo de mi recibiendo los embates violentos que le doy.

Pese a estar embarazada la recibe toda sin cohibirse soltando los gemidos que me hipnotizan y enloquecen al punto de erguirme sobre ella llevando sus caderas contra mi guiando sus movimientos.

Mis manos toman sus caderas creando el vaivén que baña mi pelvis con su humedad a la par que mi polla toca el punto exacto que la hace arañarme los brazos mientras sus piernas se tensan, su piel se eriza y su espalda se arquea soltando el intenso orgasmo que moja las sábanas.

Me voy contra ella tomándola de la nuca besándola sin dejar de embestirla hasta que me corro también, el derrame largo al punto de bañarle los muslos de mi esencia en su piel.