HISTORIAS DE MIRADAS AFILADAS

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El segundero del reloj que se encontraba en la oficina auxiliar de la directora del museo de Ruga, Martha Walls, no servía desde hace tres años. Uno tenía que esperar más de un minuto o dos para notar un movimiento confiable en el minutero, así por fin, la manecilla avanzaba un poco más delante de las 5 de la tarde.

Un joven sentado en un escritorio frente al reloj, lo miraba casi sin parpadear, lo estaba mirando desde hace dos minutos. Esperando a que la manecilla del reloj adelantara las 5 en punto, pasando minutos eternos para saber que ya era hora de salir de su trabajo. Guardó sus cosas en su mochila sin hacer ruido, y con cuidado se levantó de su escritorio para acercarse a la puerta de la oficina donde trabajaba.

-Dante ¿podrías venir un momento? - lo llamó la directora. Él solamente dio un ligero resoplido para sus adentros, mirando a través de aquellos ojos marrones la puerta que había estado a punto de abrir.

-¿Si señorita Walls? - dijo tímidamente asomando su cabeza con aquella mata de cabello castaño y despeinado por la puerta.

-Mañana tendremos una visita escolar y solo te recuerdo que no podré asistir este fin de semana a trabajar. Espero que los arreglos y documentos de la escuela que vendrá estén impecables y en orden el lunes a primera hora en mi escritorio. -Le dijo la directora sin dejar de mirar lo que tecleaba en su computadora.

-Claro que si Srta. Walls, cuente con ello-dijo el muchacho sonriéndole muy falsamente. -bueno, la veré el lunes, tenga un buen fin de semana. Dijo el chico avanzando hacia la puerta de la salida.

-Lo tendré, espero que tú también- dijo ella en el tono más serio y seco que pudo.

Dante por fin respiró aliviado. Había sido una semana pesada, la mayoría de las escuelas estaban organizando sus excursiones escolares antes de fin de año, así que el museo histórico natural de Ruga, era de los más solicitados, por suerte el solo era un pasante. El joven muchacho de 17 años había finalizado su educación particular básica, y con un gran favor de su padre, había podido entrar como el pasante de asistente de la dirección del museo para obtener su título de carrera técnica como administrativo, sin embargo, la historia era algo que le apasionaba mucho y despertaba mucha emoción dentro de él.

Su padre, Peter, había conocido a la Srta. Walls en la facultad de leyes de la universidad de Hudson Ville, antes de volverse sacerdote. Así que cuando él había crecido y necesitaba ayuda con su experiencia laboral y un lugar donde pudiera ver más de lo que le apasionaba, aquella coincidencia le venía como anillo al dedo. Aplicaba perfectamente el viejo refrán de su padre, cree en el destino cuando te tiende la mano. aunque Dante siempre se preguntó ¿Cómo es que, de ser un estudiante para abogado, terminó siendo un sacerdote? Tampoco sabía por qué nunca le había preguntado, le intrigaba la historia de su origen, pero jamás la preguntó. Creía que esa era la única historia que no era necesaria, pues quizá el origen no le traería nada bueno a su corazón, estaba bien como estaba ahora, tenía a su padre y tenía un lugar en el mundo, no le importaba nada más para él.

Dante caminó por las calles centrales de Ruga, una ciudad bella y soleada, a él le gustaba el calor de mediados de verano, las suaves brisas le removían la mata de cabello castaño claro que tenía ya algo larga, su padre le había insistido que se lo dejara aún más largo solo para saber cómo se le vería, siempre fue un hombre curioso.

Faltaba poco para que las temporadas de lluvia comenzaran, el calor había sido bastante abrazador los últimos días, la lluvia le encantaba a Dante, aunque los Truenos le causaban una horrible incomodidad desde pequeño. Tuvo que desabrochar un botón más de su camisa blanca poco planchada para refrescarse un poco, también se había desfajado por fin para quitarse de encima la vestimenta formal obligatoria que pedían en su oficina, no le gustaba que la camisa que pertenecía a su padre le quedara holgada, pues a comparación de cómo era Peter ahora, Dante contaba con un cuerpo delgado.

Sweet Demon Heart :el Dulce Corazón De Un DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora