NO LLEVAS MI SANGRE, PERO LLEVAS MI NOMBRE.

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—Yo al principio no estuve de acuerdo. —Admitió Hope, quien estaba acostada en su camilla, el hueso de su fémur se había dislocado de su cadera, pero solo se necesitó de un jalón y un empujón doloroso para poner todo en su lugar, aun así, la tenían en observación. —Pero no duré mucho para encariñarme de ti. Eras un simple bebé, así como había dicho Peter.

—¿Nunca reaccioné diferente después del bautizo? —Preguntó Dante. —Algún comportamiento fuera de lo normal ¿quizá?

—Nunca hubo pista de que quedaran restos de lo que fuiste al nacer. —Le dijo tomando su mano. —Brenner siempre me dijo que me mantuviera alejada de ti, que Peter había quedado bastante embelesado contigo por cosas de su pasado.

—Sí, me las contó. —Le respondió Dante.

—Peter siempre dijo que buscaba respuestas. —Dijo Hope mirando hacia la nada, recordando aquellas noches que pasó con Peter. —nunca supe a qué, pero... sé que eso nos arrebató una posibilidad de una vida diferente.

—Creo que algunas respuestas ya las encontró. —Le dijo Dante. —Brenner tiene más información que todos nosotros ¿verdad?

—Supongo que sí, es el cardenal. Pero dudo que en algún momento quiera compartirla. —Le dijo. —Brenner antes estudiaba demonología. Había realizado algunos exorcismos antes de convertirse en Cardenal.

Ambos se quedaron un momento en silencio. Dante concluyó que Hope no tendría mucha información sobre su origen. Solo sabía que su madre la había conocido y que además de Peter, ella fue la primera en ver su estado deforme y poseído antes de su transformación. Dante quería saber aún más. Quizá, en el cómo fue que lo cambiaron al principio podría ser la respuesta a como deshacerse de una vez por todas de lo que hay dentro de él.

—Cuando papá realizó el bautismo, ¿usó algo diferente? — Preguntó Dante recordando que Jaqueline había mencionado algo al respecto. Cualquier variante podía haber influido en el cambio. Pero al igual que Peter, Hope solo se encogió de hombros.

—Todo en esa noche fue diferente, aunque... —En un segundo, Hope se quedó pensando. —Hubo algo... algo aún más raro. —Poco a poco Hope se enderezó un poco en su cama mostrando ligeros gestos de incomodidad. —Las quemaduras de Peter.

—¿Las de su pecho? —Preguntó Dante.

—Si. Sus quemaduras sanaron casi al instante cuando tu madre las comenzó a curar. Había usado la misma agua que había en el cuenco donde te bautizaron.

—¿Fue por el agua? —Preguntó Dante con una ligera pisca de esperanza.

—Tu madre la iba a conservar, pero después de que salió por más cosas para ti... pero jamás regresó. —Dijo Hope con algo de pena y resentimiento.

—¿Tú crees que me abandonó? —preguntó Dante.

—Al principio no parecía su intención. —Dijo ella. —pero después de que le diéramos suficiente dinero y que tú estabas resguardado, quizá se lo pensó dos veces. Era una niña.

Dante no supo que más decir, pensándolo bien. Quizá su madre tomó aquella decisión pensando que, para él, sería lo mejor. Se planteó estar en la misma situación y su empatía le gritaba que posiblemente saldría corriendo de la situación. Dentro de sí, no podía culparla, ni siquiera le guardaba rencor. Jamás la conoció, así que ¿por qué debería?

—¿Pero no fue por el agua bendita entonces? —Preguntó retomando el tema.

—Yo la devolví al jarrón donde Peter la tomó. Quizá lo hayas visto cuando jugabas en las catacumbas. Es un jarrón donde siempre hay Lupinas.

Sweet Demon Heart :el Dulce Corazón De Un DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora