EL CAÍDO.

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— ¿Regresar?—preguntó Dante con sospecha —Si estoy aquí frente a ti, dudo que me dejes ir. —Le exclamó Dante mientras se incorporaba del suelo por sí solo.

— ¿Por qué crees que te quiero aquí abajo?—Le preguntó Lucifer mientras le daba la espalda a Dante con elegancia. —De hecho, te necesito allá arriba. —Dijo señalando el amarillento cielo que se cernía sobre las enormes mesetas rojizas.

—Necesitas lo que está dentro de mí. —Le dijo Dante— A mí no me necesitas en realidad. No intentes engañarme. — Le espetó el joven sin bajar la guardia pues el resto de criaturas infernales, tanto amos como sabuesos y castigados seguían inclinados ante Lucifer, pero seguían armados de igual manera y no dudaba que alguno en cualquier momento lo apuñalara por la espalda.

—Creo joven Dante que ahí es donde estás equivocado. —Le dijo sonriéndole amablemente. — Podría asegurar, sin temor a equivocarme que todo lo que sabes de mi es equivocado.

Dante dudó un momento para saber cómo responder a eso. Pero a estas alturas todo lo que su adoctrinamiento religioso le había inculcado le parecía sobrepasado por las circunstancias de la realidad.

— ¿No tienes ni idea de lo necesario que eres para mí verdad? —Le preguntó Lucifer a Dante mientras volvía a mirarlo con ojos encendidos en un color parecido a las llamas, los mismos ojos resplandecientes que Und-kahár poseía. Dante en ese momento supo que Lucifer intentaba distraerlo y tentarlo.

—No, tú... tú solo eres el maldito vendedor de humo más antiguo del mundo. —Dijo Dante deseando poder despertar en ese instante. —Sé que necesitas a Und-kahár, pero no resultará. Puedo controlarlo. —Dijo el chico mintiendo a medias.

Lucifer simplemente rió un poco.

— ¿Y yo soy el mentiroso Dan?— Le preguntó retóricamente. —Yo sé perfectamente todos los incidentes que has tenido, pero aun así hay cosas que no logro comprender, cosas que simplemente no me cuadran. —Dijo el agraciado Ángel mientras comenzaba a caminar pensativo alrededor de Dante.

— ¿Qué cosa no entiendes?

—Supongo que todo el poder que había dentro de ti se mermó demasiado después de lo que tu madre te hizo al nacer.

El anzuelo mayor acababa de ser lanzado.

— ¿Mi madre? —Preguntó de inmediato Dante. — ¿Tu que sabes de mi madre?

Ya picó.

—Se todo sobre la historia de tu origen, de ti y de lo que vive dentro de ti. —Le respondió serenamente Lucifer.

—No...—Dijo Dante retrocediendo un par de pasos al de nuevo darse cuenta que estaba dejándose enredar por la curiosidad. —No me interesa cualquier cosa que tengas que decir de mí. —Dijo el joven tajantemente.

—Creo jovencito, que por tu posición como el puente entre mi reinado y la tierra necesitas saber por completo la historia de lo que vive dentro de ti. —Dante pensó en que tenía razón. Comprender el propósito de Und-kahár hacía con Lucifer podría darle una pista para que Jaqueline lo sacara de su interior. Pero estaba más que obvio el riesgo de cualquier cosa que la labia de aquel hombre pudiera ofrecer.

— ¿Cómo sabré que lo que me dices no es mentira?—Preguntó Dante.

— ¿Y por qué razón te mentiría?—Le cuestionó de vuelta Lucifer. —Entiéndelo Dante, si yo quisiera ya estarías muerto— el chico retrocedió medio paso hacia atrás, sin embargo, Lucifer seguía calmado, de pie junto a él sin mover un solo musculo.

—Mi trabajo siempre fue llevar la luz al mundo. —Continuó hablando el hermoso ser. —La última vez que le ofrecí a un ser humano el poder de la verdad... fue tanto que no lo soportaron. —Dijo mientras su expresión amable cambiaba a la molestia. —Pero el deseo del conocimiento que tiene tu especie jamás se llenará. Ese siempre ha sido el mayor secreto de la creación de Padre. —Dijo mientras comenzaba a esbozar una ligera sonrisa. —Yo conozco todos los secretos del mundo. Incluso los tuyos. —Le dijo señalándolo con un dedo de su mano monstruosa. —todos los pensamientos hacia ti, hacia tus seres amados, conozco incluso pasajes de tu memoria que ni siquiera tu recuerdas. Y el que tú también quieras conocerlos no es un pecado. —Dijo mientras extendía su mano angelical de metal hacia el chico. —Solo es curiosidad.

Sweet Demon Heart :el Dulce Corazón De Un DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora