𝟕. 𝐝𝐨𝐧𝐝𝐞 𝐬𝐢𝐫𝐢𝐮𝐬 𝐬𝐞 𝐝𝐢𝐬𝐜𝐮𝐥𝐩𝐚 𝐩𝐨𝐫 𝐬𝐮 𝐜𝐨𝐦𝐩𝐨𝐫𝐭𝐚𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨 𝐢𝐝𝐢𝐨𝐭𝐚

655 57 0
                                    

Advertencia: mención de abuso sexual
▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂

SIRIUS BLACK YA NO PODÍA SOPORTARLO.

Había pasado una semana. Una semana de silencio, incomoda, y con sonrisas no propias de James, y miradas fuertes hacia ellos cuando estaban en clase. Una semana de desear poder no haber dicho palabras potentes, arrepentimiento, arrepentimiento, y mucho más arrepentimiento.

Una semana era más que suficiente.

No puedes ignorarme para siempre, pensó, tratando de enviar su mensaje telepáticamente a través de sus rizos cafés. Vamos, solo mírame.

Ahora, mientras miraba a esos ojos avellanas en conflicto, pensó que su corazón se detendría. Finalmente había atrapado a Lunático, pero este momento tan esperado no había ido como lo había planeado. No estaba sereno o tranquilo, no, su corazón golpeaba contra su pecho, los nervios supurantes y hormigueando por su cuerpo.

Sirius Black odiaba estar equivocado. No había lugar para algo que no sea menos que perfecto. No había lugar para errores, para errores en un mundo tan preciso y calculador. Erróneo significaba castigo. Reconocer tus errors era como un cordero caminar directo al matadero. Un acto sin sentido y estúpido.

Una parte oscura y retorcida de él solo quería seguir con una encogida de hombros despreocupada, decirse a sí mismo una y otra vez y otra vez que estaba siendo muy dramático. No necesitaba a nadie. Podía hacer todo solo, como había hecho por muchos años.

Pero su corazón, ese músculo idiota, siempre regresaba a Remus Lupin. Él y sus manos con cicatrices, que siempre metía a sus bolsillos, el bulto en el puente de su nariz de la vez en la que se metió en una pelea con Mulciber, su cabello revoltoso, por el que Sirius siempre sentía la necesidad de pasar sus dedos por. Espera, eso no estaba bien. Bufó, desasiéndose del pensamiento. ¿Qué carajos?

Dio unos cuantos pasos más hacia su amigo, que lo miró con consternación desafiante, su quijada angular muy afilada y— ¿huh? Concentrate.

Trató de sonreír, pero salió como arrogante y altanera. El fantasma de su familia siempre estaba con él, una sombra en su instinto, revelada sutilmente que aparecía cuando se tensaba.

Tenía muchas ganas de ver las comisuras de los labios de Remus levantarse, parcialmente tonto y avergonzado, casi avergonzado de su propia felicidad. Esa sonrisa complice que amenazaba a los latidos de su corazón, su sola existencia en este planeta. No había mejor regalo que ver a Lunático sonreír.

Sus fantasias se disolvieron en el aire al mirar a la versión fría y no sonriente de Lunático que nunca antes había sido reservado para él. Su mandíbula estaba apretada, sus ojos cautelosos con advertencia. Una a la que se negó a prestarle atención.

Tomó aire.

No lo necesitas.

No, cállate.

Está siendo debil. Está exagerando.

¿Podrías callarte?

Tomó aire. Vamos, solo dilo, antes que se aburra.

━━Lo siento.

▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂

REMUS LUPIN SINTIÓ SUS PUÑOS APRETÁNDOSE, SU VISIÓN TORNÁNDOSE ROJA POR LA FURIA.

Tomó un paso atrás, sangre corriendo por su cabeza, una risa incrédula escapándose de su diafragma.

━━Oh, lo sientes, ¿no es así?

𝐭𝐡𝐞 𝐝𝐨𝐰𝐧𝐬𝐢𝐝𝐞𝐬 𝐨𝐟 𝐢𝐫𝐫𝐞𝐬𝐢𝐬𝐭𝐢𝐛𝐥𝐞, james potterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora