EN EL QUINTO DÍA DE JAMES EN LA ENFERMERÍA, SU FIEBRE DE REPENTE DISMINUYÓ. PARA ese entonces, sus costillas y brazo estaban curados y su cabeza lentamente había salido de su neblina.
La única cosa que faltaba era afrontar el shock residual por el veneno, que creía que estaba yendo muy bien.
Desafortunadamente, Madam Pomfrey no lo dejó irse por otros dos días, en caso que su condición empeorara. Le había comenzado a caer muy bien la matrona, aunque sospechaba que a cualquiera le comenzaría a caer bien bien la persona que te aplicaba medicación para el dolor si estabas en agonía por cuatro días.
Lentamente le habían estado quitando la Poción Para el Dolor que regularmente tomaba, pero no sentía nada mas que punzadas de incomodidad cuando bajaban la dosis. En su mayoría, estaba bien.
James comenzó a aburrirse de la seria Enfermería, escogiendo pasar la mayoría de su tiempo jugando con gobstones con Peter y Remus. Su ceja se arrugaba al ver a Remus, siempre paliducho y constantemente en un estado de consciencia parcial.
Sabía que si él y Peter no lo visitaban, Remus pasaría los días durmiendo alegremente.
A veces, James se preocupaba que Remus pudiera matarse.
Se preguntó si era posible tener una sobredosis con la Poción Para Dormir, de la misma forma con la que los muggles lo hacían con opiáceas ( Mary le había explicado sobre ello con la franqueza de un profesor de colegio que disfrutaba traumatizar a sus estudiantes de primaria ).
Esos pensamientos eran tan horribles que James sentía su estomago enredarse en nudos cuando lo recordaba. Se preguntaba qué era lo que estaba mal con el, preocupado que si lo pensaba de alguna forma sería transmitido a los pensamientos dentro de la mente de Remus. Pero la verdad era que James sabía, y Peter sabía, y Remus sabía, que Remus quería matarse.
Sus ojos estaban tan desenfocados cuando se despertó por primera vez, su cabello desordenado y entrecerrando los ojos hacia la luz. Después los había enfocado, pero si veías lo suficientemente cerca, te darías cuenta que los ojos de Remus, brillantemente atentos y alertas, ahora parecían los de un hombre muerto.
Estaba vivo solo porque su corazón estaba latiendo.
Tal vez era por eso el por qué Madam Pomfrey todavía no le había dado el alta a Remus de la Enfermería.
Ahora, casi una semana después de La Broma, Remus todavía estaba ahí, siendo retenido para observación. James miró a Remus, notando la expresión hundida y cansada en sus ojos.
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CUANDO JAMES NO ESTABA CUIDADO A REMUS, SE LA PASABA JUNTO A BRIGITTE.
Había algo vacío sobre su habitación. Sus compañeras de dormitorio menos Lily, que pasaba casi todo el tiempo afuera de clase junto a ella, la visitaban una o dos veces, pero eso era todo.
Mientras James comenzaba a buscar más profundamente en sus recuerdos, se dio cuenta que Brigitte casi siempre estaba sola. De hecho, su único amigo de verdad, a parte de Lily, era él. Aunque sabía que nunca lo admitiría.
La primera vez que había ido a verla, Lily lo había notado por su visión periférica, y rápidamente se levantó, cerrando su libro de un golpe casi inmediatamente y diciendo que tenia que irse a su siguiente clase. Hubiera dejado su bolso atrás si James no lo hubiera señalado antes que finalmente desapareciera por las puertas de la Enfermería.
El rompimiento todavía estaba al frente de sus mentes. James los recordaba estando en la Sala Común, sus estómagos hundiendo mientras el fuego parpadeaba atrás de ellos. Lily lo estaba mirando, y él, a ella.
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𝐭𝐡𝐞 𝐝𝐨𝐰𝐧𝐬𝐢𝐝𝐞𝐬 𝐨𝐟 𝐢𝐫𝐫𝐞𝐬𝐢𝐬𝐭𝐢𝐛𝐥𝐞, james potter
Fanfic𝘦𝘯 𝘥𝘰𝘯𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘷𝘦𝘦𝘭𝘢 𝘦𝘮𝘰𝘤𝘪𝘰𝘯𝘢𝘭𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘥𝘪𝘴𝘵𝘢𝘯𝘵𝘦 𝘴𝘦 𝘦𝘯𝘤𝘶𝘦𝘯𝘵𝘳𝘢 𝘢 𝘴𝘪 𝘮𝘪𝘴𝘮𝘢 𝘢 𝘵𝘳𝘢𝘷𝘦𝘴 𝘥𝘦 𝘫𝘢𝘮𝘦𝘴 𝘱𝘰𝘵𝘵𝘦𝘳 Nunca te contaron la belleza de una espada de doble filo. Brigitte Alarie nunca hab...