Prólogo

80 11 0
                                    

Prólogo.

POV of Rodrigo.

8 de julio del 2021.

Álvaro y Eva decidieron irrumpir en mi habitación un día antes de mi cumpleaños en búsqueda de sonsacarme de la paz de mi hogar para hacer algo mañana, y debido a que me he negado a casi todas sus opciones, ahora se debaten si realmente me necesitan a mí para celebrar mi cumpleaños.

—Pero, ponte a pensarlo por un momento, si nos vamos mañana al parque Álvaro y yo para celebrar tu cumpleaños, lo estaríamos celebrando, estés tú o no—argumentó Eva muy segura.

—Exacto, realmente lo que importa es celebrar tu cumpleaños, no que tú estés presente—siguió Álvaro.

—Que dolor de culo son ustedes dos juntos. Está bien, vamos mañana al parque a acalorarnos a pleno sol de verano, quien soy yo para negarme a la felicidad de ustedes—exclamé riendo y ellos sólo festejaron como si de una guerra ganada se tratase.

Espero que mañana sea un buen día.

***

POV of Sofía.

9 de julio del 2021.

Estoy realmente cansada, odio viajar en tren por tantas horas.

No sé que pretendían mis padres enviándome a Madrid en verano, hace demasiado tiempo que no veo a Eva, quizás ya ni siquiera recuerda mi existencia como para decir que me vendría bien relacionarme con ella, quizás tiene novio y seguro preferirá pasar tiempo con él antes que conmigo, yo que sé.

Ni siquiera conozco Madrid, y se supone debo llegar a la casa de mis tíos sola.

El tren termina su recorrido, rápidamente me movilizo a tomar mis cosas y bajar de este a la estación mientras continúo escuchando música, cosa que llevo horas haciendo porque no me ha quedado más para hacer.

Paro al primer taxi que veo y le dicto la dirección que me dieron para llegar a la casa de mis tíos, bajo un poco al volúmen de mi música cuando el taxista empieza a preguntarme amablemente de donde soy y por qué he venido a Madrid, y luego sólo veo el camino mientras el hombre me va contando como cuando era jóven, exactamente en el verano del 92', conoció a una vasca de la cual se enamoró perdidamente pero con la que nunca pudo estar, debido que él vivía aquí en Madrid y ella tuvo que volver a Bilbao.

Es realmente bastante tarde, pero aún así es imposible encontrar estrellas en una ciudad como esta.

El taxista me informa de que ya estoy en la dirección que le dí, le pago y me bajo del coche, llamando a mi tía, quien no tarda en abrirme.

—Sofía querida, ¿cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que te ví?—exclama mi tía tomando mi maleta.

—Probablemente desde que se mudaron para acá—le respondo con una sonrisa.

Mi tía se va hacia las escaleras con mi maleta, y yo empiezo a recorrer un poco, encontrando a Eva.

Sinceramente, no conozco a Eva, la última vez que la ví ella tenía doce y yo once, han pasados siete años de eso, no somos en lo absoluto las mismas.

—Hola, Sofía—me saluda, claramente con la misma timidez que tengo yo ahora mismo.

—Hola, Eva—respondo.

Y sí, ya no sé que más decir, pero ella parece tener muchas cosas que decir de un amigo suyo.

Y al parecer ahora voy a salir mañana.

Espero que mañana sea un buen día, por lo menos.

La Única ExcepciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora