Capítulo 13

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Capítulo 13: Quiero que lo tengas tú.

7 de septiembre del 2021


POV of Isabella.

Luego de dejar a Rodrigo y a su madre en su casa, entro a la casa de mis tíos y luego de saludarlos, me dirijo rápidamente a la habitación que estoy ocupando para mirar mi correo.

Hace semanas que vengo diciendo que voy a hacerlo y lo pospongo nuevamente, si sigo así no voy a estudiar nada.

Bilbao, Londres... Y Madrid.

Trato de leer detenidamente cada uno de los correos, pero sólo busco las palabras claves, casi todo el texto de los tres se basa en elogiar mis calificaciones, lo cual no me interesa en lo absoluto.

Hasta que encuentro lo que quería, fuí becada en Bilbao y Londres.

Pero para mi sorpresa y desilusión, me rechazaron en Madrid.

Rápidamente tomo mi móvil y le envío un mensaje a Rodrigo, diciéndole que fuí rechazada y que volveré a Bilbao tal y como suponía.

Escucho abrir la puerta y veo a mi madre, quien empieza a hablar de lo interesante que es la madre de Rodrigo y como es una mujer que ha tenido que luchar contra la vida y todo eso que ya sé, hasta que se da cuenta que no le estoy prestando demasiada atención.

—¿Estás bien? Te noto decaída—declara con tono de preocupación.

—Acabo de revisar los correos de las universidades.

—¿Y qué tal?—pregunta.

—Tengo beca en Bilbao y Londres, no en Madrid—anuncio.

—Hablando de eso... Hay algo que tu padre y yo tenemos que hablar contigo, déjame llamarlo—me informó antes de irse.

Fin del flashback.

***

15 de septiembre del 2021.

POV of Rodrigo.

Hay algo que me sorprende, y apenas ahora es que me doy cuenta de ello, y es que tengo demasiado tiempo sin ver a Eva, y muchísimo más sin hablar con ella. 

Es extraño, pasamos de hablar y vernos casi diario, a ya no recordar siquiera la voz del otro, al menos en mi caso.

Ahora que lo pienso, nunca he hablado directamente con ella. Siempre las cosas con respecto a mí me las han contado Isabella o Álvaro, pero yo no he tenido la decencia de al menos decirle las cosas de frente. Quizás sólo necesita eso, mi sinceridad.

Se ve mejor que antes, ha reído, ha hablado, incluso parece ceder mucho más ante Isabella, quizás debería hablar con ella.

La pregunta es, ¿qué se supone voy a decirle?

Pero no tengo tiempo de preguntarme eso, porque Eva se acerca hacia mí.

—¿Podemos hablar?—pregunta tímidamente.

—Claro, ¿quieres salir a tomar aire?—respondí tartamudeando.

—Sí—afirmó.

Nos dirigimos un momento hacia el porche de su casa, y al momento de estar ahí, realmente no sabía como empezar, aunque en teoría debía empezar ella.

—Bueno...—dudé por un momento, realmente estoy aterrado.—No sé realmente como debería empezar, pero supongo estamos aquí afuera para hablar de lo mismo. 

»He sido injusto contigo, Eva, no por haber sentido amor por tu prima antes que por tí, sino por nunca haberte dicho directamente que no podía verte como algo más que mi amiga. Fuí injusto por permitirte vivir con la falsa esperanza de algún día poder estar conmigo, y que aún cuando sabía que estabas enamorada de mí, nunca fuí lo suficientemente sensato y capaz de dejarte en claro mis sentimientos, quizás por el mismo miedo de que eso te alejara de mi vida.

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