Capítulo 31: No quiere verte más.
20 de diciembre del 2021.
A pesar de que lo he intentado, no he podido dormir en toda la noche por esta situación. Estoy realmente desesperada, y ciertamente, no sé qué hacer en primer lugar.
Pero, soy una mujer capaz de mantener la calma, sólo iré al piso de Álvaro y resolveré todo... En teoría es fácil.
Joder, Rodrigo, lo único que necesito es que me dejes hablar... Aunque bueno, no es una situación en la que yo intentaría ser racional tampoco.
Pasé toda la mañana pensando cómo explicaría la situación, dándole mil vueltas a los posibles escenarios, hasta que, por fin tomé valor y fuí a donde Álvaro, esperando encontrar a Rodrigo allí.
Las manos me sudan y estoy tan nerviosa como aquella vez en la que le pedí ser su novia, me encantaría que el nerviosismo fuera parecido, pero el de ahora es mucho peor.
Llamo a Álvaro, con la esperanza de que responda, y para mi suerte lo hace.
—¿Puedes dejarme subir un momento?—fue lo primero que dije apenas contestó mi llamada.
—No creo que...
—Por favor, Álvaro.
Los cinco segundos en silencio me parecen una eternidad, pero la puerta de entrada se abre, lo que significa que tengo una oportunidad.
Agradezco casi en un susurro y Álvaro me cuelga.
Empiezo a atravesar la recepción del edificio para pedir el ascensor, pero justo cuando este se abre, veo a Álvaro frente a mí.
—¿A qué viniste?—cuestiona con bastante calma, aunque su voz suena... Cansada.
—Sé que él está aquí, y me hago a la idea de porqué me llamó anoche, sólo quiero explicarle todo...
—¿Te parece que hay algo que explicarle después de lo que vió junto a mí, qué quieres, mentirle en su cara?—argumenta.
Me quedo un momento incrédula, puesto que no me suponía que Álvaro estuviera con él en ese momento.
—Mira, de verdad no creo que me corresponda pedirte una explicación, y si él no quiere verte más, creo que al menos deberías respetar eso, ya bastante tiene con no estar en su casa tranquilo para esta fecha.—culminó, antes de tomar nuevamente el ascensor.
—La puerta sigue abierta—dice mientras la puerta del ascensor se cierra.
"No quiere verte más..."
Camino hacia mi piso lo más rápido que puedo, sin mirar a ningún lado y sin pensar más que en lo que dijo Álvaro.
Pude llegar bien, pero apenas cerré la puerta de mi habitación me rompí.
Y así me mantuve los días siguientes, siendo un mar de lágrimas y sin querer nada más que volver a tenerlo conmigo.
***
2 de enero del 2022.
—Cariño, deberías al menos hacer un esfuerzo por alimentarte, cada vez comes menos que antes—dice mi madre con preocupación.
No emito respuesta, sólo observo el plato de comida mientras me debato si intentarlo un poco más o rendirme otra vez en esta semana.
No volví a salir de casa más que una vez que mis padres me obligaron, pero volví corriendo porque creí haber visto a Rodrigo... Y no sé, sólo sentí pánico.
Recuerdo dolores fuertes, y siento que estar tan mal minimiza a la Sofía de hace años, pero, me siento tan devastada desde que Álvaro me dijo que no quiere saber más de mí.
Quiero que al menos él sí vuelva a estar bien, aunque eso signifique que yo no pueda. Él no hizo nada más que confiar ciegamente, supongo que algo de culpa debo tener...
—¿Quieres salir a caminar? Quizás al que viste no era él...—trata de convencerme.
—No, no puedes estar segura, dame otra semana—imploro.
Veo como su mirada esperanzada se desvanece, y sólo porque no quiero seguir sintiendo que la lastimo, decido irme a mi habitación a dormir otra vez.
***
15 de mayo del 2022.
—¿Cuándo crees volver a Madrid?
—Me gustaría volver ahora en verano, pero desde que mis padres vinieron a Los Ángeles en navidad, no han parado de decirme cuánto desean volver—alegó.
»¿Tú planeas volver en algún momento?—consulta.
Mis padres me han ofrecido ir a Madrid nuevamente unas tres veces en lo que va de año, y las tres veces he rechazado la idea por el mismo motivo; él.
A veces me da por mirar sus redes sociales en busca de saber si está bien, si pudo seguir o si hizo algo nuevo... Pero nunca hay nada claro, se nota que casi no las usa.
Me he planteado varias veces buscarlo y esperar que me dé la oportunidad de explicar lo que nunca me dejó, aunque sinceramente, ya ni sé qué quiero explicar, a sabienda de que él está convencido de lo que pasó (y con toda la razón).
—No lo sé, la verdad no he pensado en eso—miento.
—Bueno, siempre que quieras puedes venir a visitarme acá, sería bueno salir un rato, como cuando éramos niñas—ríe.
Me distraigo por un momento escuchando a mi madre hablar por teléfono, pero Eva me saca de mis pensamientos con otra pregunta.
—Hace poco volví a hablar con Alessandra... Supe que Álvaro hace un tiempo tiene novia—dice mientras hace una pausa.—¿Tú llegaste a conocerla?—cuestiona.
—Lo último que supe es que una chica irlandesa de su trabajo le coqueteaba y que él no la entendía muy bien porque no dominaba el inglés...—contesté.
Siempre cuestioné que Álvaro fuera mujeriego cuando es de los hombres más románticos que he visto. Me alegro mucho por él.
—También le pregunté por...—empieza pero rápidamente la interrumpo.
—No quiero saber.
—Vale, no te preocupes—replicó.
—Te dejo, iré a cenar y además averiguar de qué tanto habla mi madre por teléfono.
Eva se despide de mí, y luego de cortar la videollamada, salgo de mi habitación empezando a escuchar lo que dice mi madre.
—¿¡Hasta septiembre!?—cuestiona a gritos.
Mientras ella está en eso, yo busco mi cereal favorito para no tener que cocinar, enterándome de que mis padres se lo acabaron.
Sin más opción, empecé a freír huevos y patatas, y justo cuando terminé mi madre colgó la llamada, por lo que decido interrogarla.
—¿Qué pasa con septiembre?—pregunto.
—Le pidieron a tu padre que viaje en julio hasta septiembre, y él aceptó con la condición de llevarnos.
—¿Y a dónde tiene que viajar?—consulto.
Y la respuesta no me gusta en lo absoluto, directamente lo primero que pienso es declinar su invitación.
Pero, quizás...
—Vale, me apunto.
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La Única Excepción
Novela JuvenilCumpliendo con el mismo papel de los clichés románticos que me gusta leer, apenas la ví sentí un ansía por querer conocerla, aunque eso provocara un desastre a mi alrededor. Ella tenía el poder de destruirme en cualquier momento, sin embargo, prefir...