Capítulo 19

16 2 1
                                    

Capítulo 19: Eres un antipático de mierda.

5 de diciembre del 2021.

—¿Qué planeas hacer para navidad?—pregunta Alessandra mientras camina conmigo hacia otra tienda.

Le pedí que me acompañara a comprar ropa, debido a que hace cinco días me pagaron y además me encontraba bastante mal estando encerrado en mi habitación.

Las últimas dos semanas han sido muy extrañas, Isabella ha estado muy distante conmigo y mis pesadillas continúan acresentándose. Lo único para destacar realmente es que Álvaro ha mejorado.

Decidí tomar una decisión por su propio bien y le hablé a Angélica sobre cómo se encontraba realmente él, y esta decidió ir a Londres y tratar de ayudarlo. Ha empezado a ir con un psicólogo (el cual Angélica se aseguró que hablara español), y empieza a dominar mejor el inglés con un poco de ayuda también. Aparte, Angélica decidió quedarse allá para acompañarlo, lo que me alegra bastante.

También parece ser que se está acercando un poco a una compañera de su trabajo, lo que significa que ya ese luto que le guardaba a Eva está desapareciendo y está dispuesto a volver a empezar.

Estaba por responderle a Alessandra, pero me detengo ya que nos encontramos con una chica de más o menos nuestra edad, la cual resulta ser amiga de ella.

Mientras ambas hablan, yo prefiero fingir demencia y entrar de una vez a la tienda a la que nos dirigíamos, pero Alessandra se ocupa de que no me vaya y presentarme a su amiga.

—Rodrigo, ella es Julia, estudió conmigo en bachillerato.

—Un gusto—responde la mencionada, extendiendo su mano hacía mí, la cual no dudo en aceptar por educación.

—Igualmente.

Me detengo un momento a reparar en ella, vestido azul, cabello ondulado y castaño, muy alta (prácticamente de mi tamaño) y piel de color canela, o algo así, supongo.

Es linda, mentiría si dijera que no, además se ve simpática, seguro me caería bien si quisiera pararme a socializar, pero vine a comprar ropa.

Ambas se despiden sin antes darse el número de la otra, y cuando Julia está lo suficientemente lejos Alessandra me dice:

—Eres un antipático de mierda.

—Socializar no es lo mío, además vine a comprar ropa—me defiendo.

—Álvaro tenía razón, no tienes solución—declara con decepción y yo sólo puedo reírme.

***

—Mis padres van a estar de viaje hasta enero, y no tengo razón para irme a Madrid junto a Angélica, prefiero hacerte venir a tí, acepta mi invitación de venir a Londres.

—No puedo aceptar que me pagues otra vez un boleto de avión, mucho menos a mí y a mi madre—le reprocho.

»Además tendría que convencer a mi madre de no ir a donde mi tía y abuela, y sabes que claramente va a negarse.

—Ven tú, entonces—insiste.

—No sé, Álvaro...

—No tienes que responderme ya, piénsalo si quieres, pero ten por seguro que nunca va a pesarme pagarte un simple vuelo hasta aquí.

—Lo pensaré, no te prometo nada—culmino.

—Genial, estaré esperando tu respuesta entonces—responde gustoso.

Sólo me río y decido colgarle, es un estúpido niño rico.

Intento nuevamente hablar con Isabella, pero esta sólo continúa dándome respuestas cortas y precisas. Está siendo muy difícil hablarle, y me frustra, porque ni siquiera sé porqué de la nada pasó a ser así.

Quizás si la tuviera de frente sería más fácil saber que le sucede.

Es frustrante, pero no le daré tantas vueltas, quizás sólo está estresada por la universidad y necesita espacio.

Que hablando de universidades, mañana tengo exámen y lo que sé en este momento para este mismo, es lo mismo que sé de física cuántica, lo que se traduce en nada.

Mejor estudio primero y mañana le digo a mi madre si le gustaría ir a Londres, aunque estoy totalmente seguro de que su respuesta será negativa, pero al menos debo cumplir con proponérselo.

***

6 de diciembre del 2021.

—No, de ninguna manera. Dile a Álvaro que gracias por la invitación pero que yo me voy con tu abuela y tu tía—responde tajante.

—Sabía que dirías eso, pero él insistió en que al menos te lo preguntara—digo mientras le escribo al mencionado.

Rodrigo: Debí apostar contigo que diría que no a tu invitación, me habría ganado al menos que me invitaras a cenar.

—¿Tú vas a aceptar su invitación?—inquiere mi madre, dejando de lavar trastes para darme su completa atención.

—La verdad, no estoy seguro, ya Álvaro me pagó un boleto de ida y regreso a Londres, me da vergüenza que lo haga otra vez—argumento.—Además, ¿no estaría mal que vaya a pasar navidad y año nuevo con Álvaro y su hermana antes que contigo, mi tía y la abuela?

—Tú ya tienes diecinueve e incluso trabajas, por mí puedes irte mañana al otro lado del mundo, mientras me llames diciendo que estás bien, estaré tranquila.

—¿Entonces no tendrías algún problema con que vaya a Londres por navidad?—pregunto.

—Tú quieres ir, yo no voy a obligarte a que te quedes.

Sonrío, y rápidamente vuelvo a tomar mi teléfono para escribirle a Álvaro, ignorando lo que este me dijo antes.

Rodrigo: Tú ganas, voy a Londres por navidad.

Álvaro: Qué fácil eres de convencer.

—Rodrigo.

Despego la mirada del teléfono y observo a mi madre, quien me mira muy seriamente para luego sonreír.

—Compórtate allá, te quiero aquí en una sola pieza en enero.

***

—¿Isabella sabe que irás a Londres?— pregunta Alessandra mientras terminamos de limpiar la pizzería.

—No, no he podido hablar casi con ella desde hace días. Supongo que la sorprenderé estando allá, quizás pueda resolver por fin la razón por la cual ha estado tan distante últimamente.

—¿Qué vas a hacer cuando llegues?—inquiere.

—Le gustan los tulipanes—respondí

—Lindo, qué persona no querría que le dieran tulipanes.

—¿Qué vas a hacer en navidad?

—Probablemente nada más que ver películas hasta quedarme dormida, no tengo demasiado que hacer en navidad, y mi familia vendrá para año nuevo.

—Me gusta tu plan, seguro lo copio el próximo año—bromeo.

—De tí me esperaría más que te duermas a las ocho porque tienes mucho frío, stronzo—ríe.

Italiana de mierda, le dí un dedo y me tomó del brazo.

—Sería incapaz de eso—respondo en defensa.

—Seguro—replica.

La Única ExcepciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora