Capítulo 33

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Capítulo 33: Pensé que nunca llamarías... Aunque técnicamente no lo hiciste.

9 de julio del 2022.

Cuando tenía quince años mi madre decía que aunque tuviera veinte no sería un adulto para ella... Claro que cuando tenía quince era bastante más delgado, y además aún no trabajaba, pero creo que, el hecho de que venga a despertarme con el mismo desayuno que me dió aquella vez, es prueba suficiente para hacerme saber que sigo siendo un bebé para ella.

—Pensé que por ser un adulto ya me tocaba a mí hacerme el desayuno en mi cumpleaños—aludí mientras reía.

—Mientras vivas bajo mi techo te seguiré trayendo el mismo desayuno de cumpleaños de siempre, incluso si tengo noventa y tres años y uso bastón. Ahora come que se enfría—mandó.

Me río mientras respondo mensajes de felicitación y empiezo a desayunar (porque tengo más hambre que ganas de lavarme la cara), y cuando termino, empiezo a movilizarme por la casa para hablar sobre qué haremos hoy.

Hace dos semanas, debido a la irrupción de Eva, pensé en invitarla a comer con nosotros por cortesía, pero como dijo que se iría incluso antes de llegar Álvaro, descarté la idea.

Así que, saldré con el gallego, la italiana y mi madre a comer esta tarde.

Y quizás me burle un poquito de que Álvaro no pudo ver a su amada Eva, al final de cuentas, la irlandesa no sabrá eso.

***

—Que molestos son ustedes dos con el hecho de que Eva haya estado aquí una semana entera y no la haya visto—se queja Álvaro.

Creo que Alessandra y yo tenemos al menos el sesenta por ciento de la semana desde que llegó diciéndole eso, aparte de restregarle que ambos salimos con Eva (aunque se nota que de verdad no le importa).

Pero nosotros sólo queríamos hacer la prueba final, nunca se sabe si sí superaste a alguien.

Al final, mi madre no quiso venir con nosotros, argumentó que no quería interferir en nuestra dinámica social y que prefería salir otro día a solas conmigo, de igual forma quedé de ver una película con ella en casa.

—Me cuesta entender cómo pasé de ser una total desconocida para tí a incluso hacer un complot contigo en tu cumpleaños para fastidiarlo a él—me dice Alessandra.

—Un año hace la diferencia... Un año y un Álvaro—contesto.

—Eso no quita que sea curioso, hace un año este día cambió el curso de tu vida, quizás es una señal de que hoy pasará algo igual—argumenta la rubia.

—Lo curioso es que hables tanto, normalmente tú eres la odiosa entre los tres... O entre cualquier persona alrededor de tí—bromea Álvaro.

Stronzo, la prossima volta non parlo e lo sposerai—replica, creo que refiriéndose a nosotros dos.

—De hecho, ya estamos casados, ¿verdad, mi amor?—me pregunta Álvaro.

—Claramente—respondo.

***

Después de básicamente basar todo nuestro almuerzo en recordarle a Álvaro que no vió a Eva, Alessandra y yo nos dirigimos a casa, y como de costumbre, estoy enseñándole lo que es buena música.

—Es impresionante que aún después de tantos meses conviviendo contigo, aún no me gusta escuchar Hombres G, ¿cuándo desistirás?—pregunta.

—Nunca—contesto.

—Cuanta persistencia—ironizó sonriendo.

Al poco tiempo me deja al frente de mi casa, y también me invita a salir de fiesta esta noche con Álvaro y con ella, y aunque no me hace gran ilusión, le digo que pensaré en ello.

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