Brownies

763 48 3
                                    

Terminamos de ver Star Wars. Isabel se quedó completamente dormida así qué la lleve a su habitación y la recoste para qué descanse bien.

—¿Te quedas a dormir, Mateo? — preguntó Emma.

—Me voy a mi casa, Emma, nos veremos mañana por la mañana — dije despidiendome con un beso.

—Qué descanses, mi amor — Me decía Emma en la puerta de su casa mientras me iba caminando.

Decidí dejar el auto en casa de Emma, mi casa no estaba lejos para nada y tenía ganas de caminar un poco. No llevaba ni 3 minutos desde qué me fui de la casa de Emma y me mando un mensaje de whatsapp.

—Te extraño, mi amor — decía el mensaje de Emma.

En ves de estar mandando mensajes, decidí llamar a Emma así sea más cómodo mientras camino. La llame y me contestó al instante.

—Buenas noches, señorita, ¿su novio está en casa? — decía preguntando de broma cuándo Emma me contestó la llamada.

—No, mi novio se fue de mi casa porqué no me quiere — decía Emma respondiendo mientras me seguía en juego.

—Es una pena, ¿no le gustaría qué vaya a visitarla y lleve algo dulce, señorita? — pregunté.

—Eso me encantaría, señor — decía Emma.

Llamé a mis padres y les avise qué me quedaría en casa de Emma esa noche, me dijeron qué no había problema y me esperaban mañana en la noche porqué debíamos hablar los 3 juntos en familia.

Fui a una tienda de comida un par de cuadras más alejada de mi casa qué se encontraba abierta a esa hora.

—Hola, buenas noches — le decía al señor qué atendía en el mostrador.

Luego de entablar una pequeña y rápida conversación me puse a revisar las cosas dulces qué había. Un cuadrado de color marrón oscuro me llamo la atención.

—Disculpe, ¿qué es esto? — pregunté señalando dichos cuadrados.

—Esos son brownies, es un bizcocho de chocolate pequeño — me respondió el señor.

—Me llevo 5 brownies y también deme unos dulces — le dije al encargado.

Una vez me dio la cosas me despedí con un apretón de manos con el vendedor, y le dije qué volvería al día siguiente.

Unos minutos después me encontraba en la puerta de la casa de Emma, no quería despertar a sus padres así qué decidí entrar por la ventana de la habitación de Emma.

Empecé a subir hasta llegar a la ventana de Emma, ella se encontraba en el baño y qué mejor qué sorprenderla en su cama pensaba.

Cuándo llegué al segundo piso escalando, comenze a entrar poco a poco evitando emitir sonido alguno para qué Emma no sepa qué ya había llegado.

Al poner un pie a dentro me enrede con la cortina de la ventana y no veía nada, cuándo me estaba sacando la cortina de la cara escuche unos pasos acelerados dirigiéndose hacia mi. Pensé qué Emma me había visto y venía a ayudarme.

Antes de qué dijera algo, una patada impacto en mi abdomen y me derribó al suelo. Intenté pararme pero Emma me comenzó a golpear con lo qué había en la habitación.

—¡Alto, Emma! ¡Soy yo! — dije quitándome la cortina de la cara.

—¿Mateo? — preguntó Emma preocupada.

—Hola, cariño — decía mientras me sentaba en el suelo.

—¿Por qué no entraste por la puerta? ¿eres tonto? — preguntó Emma.

Entre goles y guiones - Emma Myers X Male OCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora