Entre goles y guiones - Emma Myers X Male OC

¿Enamorados?

Nuestros padres regresaron de comprar algunas cosas para mañana.

-¿Emma? - preguntó Isabel

-Esta durmiendo - respondí

-Se durmió en tu hombro, qué tierno- contestó Isabel

Isabel seguía viendo mi partido. Me gustaba hacerla enojar diciendo qué era muy malo jugando.

-Mira ese golazo, Mateo

-Fue mi peor gol

-Me estas haciendo enojar - dijo Isabel.

-Llevaré a Emma a su cuarto, ya regreso - dije.

-Esta bien, su cuarto es el último del pasillo - contestó Isabel.

Intente despertarla pero era imposible, tenía el sueño pesado, pero es comprensible, tuvo un día largo.

-No podrás despertarla, deberás cargarla hasta su habitación - dijo Isabel.

-¿No hay otra forma? - pregunté.

-No, ahora cargala y llevala a su cuarto - contestó Isabel.

Levanté a Emma y la lleve cargando hasta su  cuarto, qué estaba pasando mi cuarto.

Entre a su habitación y la recoste en su cama.

-Dulces sueños, princesa - le dije mientras la cubría con las frasadas.

Al bajar a la cocina vi a mi mamá y la mamá de Emma hablando sobre cómo eran sus vidas, nada fuera de lo normal. Mi papá estaba tomando aire con el padre de Emma mientras hablaban de trabajo.

-Mateo, ven a ver esto - dijo Isabel.

-Veamos - respondí.

-Mira esa asistencia qué hiciste - dijo.

-Sólo fue suerte - respondí.

-Callate, fue magia - dijo Isabel enojada.

-Magia es lo qué tiene Messi - contesté.

-¿Puedo preguntarte algo, Mateo? - dijo Isabel con seriedad.

-Claro - respondí.

-¿Te interesa mi hermana? - preguntó.

No sabía qué responder a esa pregunta inesperada.

-¿Pero qué pregunta es esa? - dije tratando de evitar la pregunta.

-Sólo contesta, ¿Te gusta mi hermana?

Ya no podía evitar la pregunta

-No lo sé, mis sentimientos son confusos - respondí.

-Creó qué deberían empezar a salir, parecen estar hechos el uno para el otro. Mi hermana esta feliz con tu presencia, Piénsalo y dame tú respuesta - dijo Isabel mientras miraba la TV.

-Esta bien - respondí.

-¡Además quiero un cuñado futbolista! - dijo mientras la seriedad desaparecía.

-Bueno, ya es tarde, debería irme a dormir - dije.

-Buenas noches, cuñado - dijo Isabel susurrando.

-Estas loca - dije sonriendo.

Llegué a mi habitación pensando en lo qué me había dicho Isabel. Lo qué parecía un juego comenzó a dar vueltas en mi cabeza.

Me senté en el borde de la cama a pensar.

-¿Estoy enamorado? - me pregunté en voz baja.

-Eso es algo qué ya deberías saber - dijo Emma entrando en la habitación.