La historia de un futbolista y una actriz es una historia de dos personas que provienen de mundos completamente diferentes, pero que terminan uniendo sus caminos de maneras sorprendentes. Por un lado, tenemos al futbolista, un joven talentoso que ha...
—Buenos días, Sofía. Te levantaste temprano — Mateo saludo a su hermana mientras iba a desayunar.
—Si, bueno... No pude dormir bien — respondió Sofía.
—Estaba por ir a desayunar, ¿me acompañas?
—Está bien — respondió Sofía acompañado a su hermano.
Mientras Emma e Isabel estaban de camino, Sofía desayunaba tranquilamente con Mateo en el comedor del hotel.
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—¡Esta muy rico! — Decía Sofía disfrutando el desayuno.
—Sabía qué te gustaría — Mateo miraba su reloj para estar atento e ir al aeropuerto —. Se me hace tarde, debo irme.
—¿Puedo ir contigo? Quiero conocer a mi cuñada.
—Bien, vamos. Creo qué tú e Isabel se llevarán muy bien — decía Mateo.
—Eso espero —
Mateo se dirige al aeropuerto junto a Sofía. Mateo estaba feliz de ver a Emma nuevamente pero Sofía era lo contrario a Mateo.
Desde pequeños, Sofía siempre protegía a su hermano a pesar de ser la menor. El cariño de Sofía hacia Mateo la impulso a convertirse en una gran persona qué ayuda a las demás.
Para ella lo más doloroso era ver a su hermano sufrir. Mientras iban de camino, Sofía tuvo un recuerdo de cuando Mateo tenía 10 años y fue unos meses antes de irse a la cantera del Barcelona.
—Ese día... me dolió verte así — pensaba Sofía mirando por la ventana.
*10 años atrás*
Ese día el equipo infantil de Mateo tenía un partido importante. Mateo estaba muy emocionado ya qué quería llevarse el trofeo a casa.
Mateo estaba muy confiado, pero el comenzar el partido las esperanzas de Mateo desaparecieron al instante.
El otro equipo tenía jugadores mas grandes y pesados qué Mateo. Su equipo no podía hacer nada frente a tal superioridad del otro equipo.
Los goles no tardaron en llegar...
1-0 en contra
—Nooo — pensó Mateo.
2-0 en contra
—Por favor, no...
3-0 en contra
—No puede ser...
En el primer tiempo, Mateo no pudo hacer nada para marcar algún gol. Los jugadores del equipo de Mateo estaban muy cansados, al contrario del otro equipo qué nisiquiera estaban sudando.
Una Sofía de 7 años miraba a su hermano ser derrotado sin qué el pudiera hacer algo para intentar remontar.
—Tú puedes, Mateo. No te rindas — Sofía estaba triste al ver a su hermano frustrado.
