[2] CCC_Catarsis | TERMINADA | ©

Capítulo 54

Tal como había dicho, sin importar que no prometí absolutamente nada, estuve una hora en la biblioteca y después me reuní con Harmony en el patio trasero. Ella tenía razón, hay poca gente, solo unas mesas al aire libre algo lejanas, donde algunos alumnos se encuentran estudiando, desayunado o ambos.

Por supuesto, la chica había decidido sentarse a los pies de un árbol, sobre el pasto.

Me situé delante de ella, a lo que me miró por encima de su teléfono al darse cuenta de que le habían bloqueado la luz solar.

—Hola, siéntete —señaló frente a ella con una sonrisa. Miré al forraje con algo de miedo—. No te vas a ensuciar —mencionó. No era eso lo que me inquietaba. Doblé las rodillas y poco a poco fui sentándome y, en el instante en que mi cadera tocó el suelo, me ardió la herida en la espalda, razón por la que hice una mueca—. ¿Qué tienes? —preguntó.

—Nada. ¿Ya sabes qué viene en tus exámenes?

Si comenzamos antes, antes puedo irme.

—Sí —acercó su bolso y sacó dos libros, uno de los cuales me entregó. Óptica tradicional y moderna, Daniel Malacara. Lo hojeé una vez—. La profesora me dijo que viene todo lo que vimos en clase, están marcados los capítulos —apuntó.

—Entiendo, pero sería más útil que me dijeras lo que no entiendes.

—Pues... —ladeó la cabeza—, sí sé que la Óptica estudia la luz... Es todo —arrugó la nariz.

—No estudia la luz —repuse—, estudia sus propiedades y comportamiento.

—Por eso.

—...

Si no comprende la diferencia, significa que tenemos que empezar desde el principio.

No le expliqué nada, todo lo que hice fue recitarle la información tal cual se encontraba en mi cabeza, misma que cada tanto comprobaba con ayuda del texto. La definición de la luz, qué es la reflexión, características de la misma, elementos, leyes, aplicaciones y sus tipos; igualmente, lo mismo, solo que en cuanto a refracción y difracción.

Todo eso en una aproximado de tres horas y media, y no por culpa mía.

—De acuerdo... —se aclaró la garganta—. Si la luz choca con un objeto y se regresa, es reflexión.

—Correcto.

—Y, si se queda ahí, es refracción.

—No —suspiré—. No se va a quedar ahí. Si atraviesa y cambia de dirección, es refracción.

—Y, ¿qué hay de la luz circular?

—¿Qué...? —musité.

—Ya sabes, la de las bombillas, ¡o las velas!

—Esa luz... —apreté los dientes—, no es circular.

—¿Cómo que no...?

—¡No tiene nada qué ver de dónde provenga la luz! —me fastidié por un instante—. Y no es que sea línea o circular, simplemente tiene dirección.

—No parece que la estén pasando bien —escuché la voz de Ulises y, desde luego, venía junto con el resto de sus amigos, todos ellos.

Vivian tomó asiento cerca de Harmony, el cabecilla a mi izquierda y los otros dos a mi derecha. Creí que el «allá casi no hay nadie», también los excluía a ellos.

—Te estábamos esperando —le dijo Vivian a Harmony.

—Es que todavía no acabamos —expuso y se dirigió a mí—. O sea, la luz sale en círculo si toda sale al mismo tiempo cuando enciendes una bombilla.