[ Yellow ] • Karmaland V • PAUSADA

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⋘ 𝑃𝑙𝑒𝑎𝑠𝑒 𝑤𝑎𝑖𝑡... ⋙

𝐍𝐨𝐰 𝐥𝐨𝐚𝐝𝐢𝐧𝐠...

𝐍𝐨𝐰 𝐥𝐨𝐚𝐝𝐢𝐧𝐠...

ᴄᴏᴍᴘʟᴇᴛᴇ!.

・。.・゜✭・.・✫・゜・。.

Quackity estaba llorando. No había palabras que salieran de su boca, que no se transformaran en un extraño sollozo ahogado. Tampoco podía respirar bien, los temblores y el constante llanto lo dejaban casi ahogándose en sus propias lágrimas. Y ni hablar de su rostro, las ojeras eran visibles y el llanto solo lo había convertido en una laguna sin fin. 

Si habláramos del dolor, el que está sintiendo en este momento era, por mucho, el más horrible que ha sentido hasta ahora. Nunca pensó que una casa en silencio le causara tanto dolor.

¿Por qué? Solo podía preguntarse eso. ¿Por qué paso eso? ¿Por qué? ¿Había algo mal? ¿Acaso se lo merecía? No lo podía creer, no había hecho nada para merecer eso y sabía que su hijo tampoco había hecho nada. Pero ahora estaban aquí, en un hospital demasiado silencioso.

El día del cumpleaños de su hijo se transformó rápidamente en su peor pesadilla. Fue inesperado, rápido y horrible. Nadie sabe como paso, nadie entiende que fue lo que llevo a que aquello pasara. ¡Habían revisado el lugar en incontables ocasiones! Él mismo se encargó de buscar uno por uno, el sí había minas o algo que pudiera causar daño. Él se aseguró de eso.

Tal vez esa era la razón del porqué se sentía tan culpable. 

Ni siquiera saben de donde vino aquella explosión. Uno de los niños dijo que simplemente apareció; «Cómo un fantasma» había señalado una de las niñas cuando era revisada por uno de los médicos. Otro dijo que fue una luz que apareció de la nada. Cuando se les preguntaba si alguno había pisado algo o habían visto algo que estuviera fuera de lugar o que fuera raro, la respuesta era la misma «Nada». Hasta qué claro, una de las niñas que fue afectada gravemente por la explosión se recuperó lo suficiente como para hablar.  

— Dime linda ¿Estabas cerca de la explosión, no? – pregunto uno de los médicos. La niña asintió y luego miro al adulto enfrente de ella. Quackity se sentía horrible, la pobrecita había sufrido daño en sus piernas, brazo, oído y un poco de su cara. La mayoría eran quemaduras, de forma extraña la misma pequeña aseguraba que «no dolía» e incluso sus heridas no parecían tan malas como deberían ser. Lo peor que tenía fue una muñeca rota por caer de mala forma – ¿Qué fue lo que viste? – hablo nuevamente el profesional. La niña lo pensó por un momento.