[ Yellow ] • Karmaland V • PAUSADA

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⋘ 𝑃𝑙𝑒𝑎𝑠𝑒 𝑤𝑎𝑖𝑡... ⋙

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𝐍𝐨𝐰 𝐥𝐨𝐚𝐝𝐢𝐧𝐠...

𝐍𝐨𝐰 𝐥𝐨𝐚𝐝𝐢𝐧𝐠...

ᴄᴏᴍᴘʟᴇᴛᴇ!

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Cuando se despertó, el sol se estaba ocultando.

Quackity abrió los ojos con pesadez. Tuvo que pestañear unas cuantas veces para apartar las lágrimas que se aferraban a su vista. Su pecho bajaba y subía con rapidez; pequeños jadeos salían de su boca al tratar de llenar con aire sus pulmones. Aun con la mente nublada por el sueño, todo su cuerpo se encontraba en alerta. Las imágenes de la pesadilla que había tenido volvían a su mente, dejándolo en un estado horrible de pánico. Se sentó en su cama y se abrazó a sí mismo, respirando y tratando de controlar los temblores que recorrían su cuerpo. Sus alas en su espalda se hincharon en un intento de parecer más grande. Sus instintos tratando de protegerlo de lo que fuera que estaban percibiendo como peligro.

— Fue un sueño — Se dijo a sí mismo. Respirando de forma pausada y lenta. Poco a poco el miedo se iba deslizando de su cuerpo, dejando solo una sensación de entumecimiento — Un sueño, solo un sueño — Volvió a repetirse. Abrió nuevamente sus ojos observando la habitación. Sí, estaba en su habitación. —

Se levantó un poco después, estiró sus alas tratando de darles una apariencia más relajada. Suspiro y se acercó al espejo en la pared. Se veía horrible. Incluso más de lo que se veía antes. La pesadilla había hecho que su descanso no funcionará, se sentía más cansado y mucho más angustiado. Suspiró apoyando su frente en el espejo. Debía ver a Nieves y a Tubbo.

Salió de su habitación, sin antes ponerse un saco porque la temperatura había bajado un poco. Sus pasos sonaban por el suelo y el sonido de los mismos le hacía sentir una sensación fría.

«Solo fue un sueño, relájate» pensó para sí mismo. «Nada de eso es real, están bien» se repitió.

Entro a la sala, buscando con la mirada a ambas personas.

Vacío.

Un escalofrío le recorrió la espalda. De la nada su boca se sentía demasiado seca y el aire se le estancó en los pulmones.

¿Dónde están su amiga y su Bebé?

Quackity no era alguien que se guiará por sus instintos. Era una persona racional y nunca dejó que su lado de híbrido lo gobernará por completo. Siempre ignoró la mayoría de las cosas que ocasionará una reacción instintiva. 

Pero esto era diferente.

Su cuerpo se movió por sí solo. Busco por toda su sala mientras soltaba quejidos y sonidos de angustia. Dio vuelta toda la sala, luego corrió a la cocina haciendo lo mismo. Y así siguió mientras buscaba en todos lados. En un momento solo se derrumbó mientras lloraba y daba chirridos en busca de llamar a quienes buscaba.

— ¿Quackity? — La dulce voz de Nieves lo hizo levantar la mirada y verla. Un horrible sollozo salió de su boca. La mujer no tardó en acercarse a él y abrazarlo. El más joven enrollo sus brazos alrededor del cuerpo de la mujer y enterró su rostro en el hombro de la misma — ¿Qué pasó niño bonito? — Nieves habló en un tono maternal mientras acunaba al otro en sus brazos y acariciaba su espalda. Quackity no respondió, seguía llorando y aferrándose a ella como si fuera lo único que lo mantuviera en pie — Ya, ya, estás bien, estás a salvo aquí — siguió repitiendo palabras de amor mientras consolaba al más joven. Si tuviéramos que ser sinceros, el llanto del hombre le rompía el corazón —

Estuvieron unos largos minutos allí. Abrazados y con un Quackity que aún estaba sumido en todos sus instintos.

El menor se movió de los brazos de la mujer, separándose un poco y mirando alrededor de ella. Volvió a dar un chirrido agudo. Nieves estaba nada más que confundida.

— ¿Quieres algo? — preguntó. El joven hizo un sonido de gorjeo. En otro momento, Nieves se hubiera derretido ante esos sonidos — ¿Qué buscas? — Volvió a preguntar cuando Quackity se movió para ver a su alrededor. Ahora el hombre volvió a hacer un sonido. Más agudo y musical. Algo hizo clic, su amigo estaba buscando a Tubbo — Oh ¡Oh! Ven, está aquí — Se levantó y ayudó al otro a levantarse también. Al caminar notó cómo el cuerpo más joven seguía temblando y sus pupilas parecían dilatarse a cada segundo —

Entraron a la habitación del niño. Donde Tubbo estaba dormido en su cuna, rodeado de algunos peluches y una almohada de cuello que lo rodeaba para dejarlo en una posición mucho más cómoda.

Quackity apenas vio al bebé, se acercó a él. Al verlo en la cuna sintió que su corazón se apretaba, movió su mano para tocarle el pecho y sentir como este bajaba y subía de forma tranquila. Una suave sonrisa apareció en su rostro mientras su cuerpo se relajaba un poco.

Con mucho cuidado levantó al bebé en brazos, prestando atención para no despertarlo. Lo llevo a su pecho y lo acurrucó en sus brazos.

«Están bien» pensó.

Se sentó en uno de los cojines que estaban esparcidos en el suelo. Nieves se sentó a su lado mirándolo con preocupación. Pero en ese momento no le importaba. Su mente estaba fascinada viendo al bebé en sus brazos.

Un bebé vivo y que soltaba pequeños quejidos al ser acomodado de nuevo.

— Estás bien — dijo sin pensarlo, dejando un beso en la frente del niño —

Nieves solo los miro tratando de no decir nada. Pero aún estaba preocupada del colapso que tuvo el otro. Aunque mirando la escena frente a ella, prefirió guardar sus preguntas para más tarde.

No tenía el corazón para decir algo mientras Quackity miraba con tanta adoración y amor al niño frente a él.

✨️Hi! Como están? Espero que bien.

Volví de la muerta a dar un cap corto e irme a morir de nuevo.

Bye bye~ Se despide su escritor fantasma✨️